Cada vez creo en menos cosas Un foro para pensar en lo divino y en lo humano

Apagando incendios

El incendio continúa vivo. Toda la poderosa maquinaria diplomática del vaticano está volcada en su extinción, con poca fortuna por ahora, no tanto por el tamaño de la afrenta (el Papa sólo dijo una verdad más grande que un templo, cristiano, por supuesto) como por la necesidad de los ayatolás de mantener vivas las llamas del incendio. Es su forma de manifestar su poder, el más grande que existe en la Tierra, el poder sobre las conciencias.

Los fundamentalistas musulmanes están enfadados porque el Papa ha dejado ver que el Islam es una religión de muerte. Y la sección iraquí de Al Qaeda, para desmentirlo a su manera, ha amenazado a continuación con la guerra santa contra “los adoradores de la cruz” hasta “la derrota de Occidente”. “Decimos a los servidores de la Cruz que continuaremos la Yihad hasta que nuestra bandera ondee en todo el mundo”. Para que se enteren de que lo que ha dicho el Papa no es verdad, han anunciado que lucharán “hasta la conversión del infiel” o su exterminio con la espada.

Recuerdo cuando, en medio del rifirrafe por el asunto de las caricaturas de Mahoma en que se multiplicaron las protestas en el mundo musulmán, un ministro del entonces todavía presidente italiano Silvio Berlusconi, Roberto Calderoli, había pedido al Papa que organizase una nueva cruzada para combatir la amenaza islámica, “como lo hicieron Pío V e Inocencio XI en el 500 y el 600”. “Ha llegado el momento –continuaba el fundamentalista cristiano- de tomar medidas. A esta gente se le vence sólo con la fuerza”. A esto se llamaría hoy choque de civilizaciones, continuando con el argumento de ayer. El mundo es muy pequeño, y sólo puede haber una religión verdadera bajo el sol.

Por entonces, todos los extremistas hicieron acopio de material con el que seguir alimentando la hoguera. Acordaos cuando José María Aznar, sintiéndose apoyado por el primo de Zumosol norteamericano, lanzó al fuego también su material fungible: “Si pedimos perdón por unas viñetas, ¿cómo nos van a tomar en serio cuando hablamos de armas nucleares?”

Pero Ratzinger, que sí es un hombre de Estado, aunque sea un estado físicamente tan pequeño como la inteligencia del insufrible, se apresuró a pedir perdón. Sí, a pedir perdón, cosa que no ha sentado bien al secretario de la Conferencia Episcopal Española, el jesuita Martínez Camino. “El Papa no ha rectificado su texto”, “no ha pedido perdón”, “lo que ha hecho es explicar lo que ha querido decir” en su discurso. Es la más clara expresión de lo que significa ser más papista que el Papa. O sea, toda la eficiente organización diplomática del Vaticano remando hacia un lado, y el tal Martínez tomando el Camino equivocado, porque un Papa es infalible y, por lo tanto, no tiene que pedir nunca perdón.

En estos casos me vuelve a la memoria aquella contestación genial de un alumno de bachillerato sobre el significado de la fe. “Fe es lo que nos da Dios para entender a los curas”. Debe de ser por eso por lo que nunca los entiendo.

24 comentarios

  1. Dice ser Alter K

    ¡Chapó Irene! se podrá decir más alto pero no más claro.Es evidente que los fundamentalistas son un peligro y que no deberían tener cabida en las sociedades modernas, democráticas, libres. Y también es evidente que no todos los fundamentalistas son musulmanes ni todos los musulmanes son fundamentalistas.Es una estupidez acusar a una religión determinada de ser violenta o no, no es la religión sino sus seguidores. El mundo musulmán ha realizado grandes aportaciones (entre ellas, y nada despreciable, rescatar a los autores clásicos de la Antigüedad durante nuestra Edad Media) y ha cometido terribles abominaciones. Pero ni una cosa ni la otra han sido a una escala distinta que las cometidas por la cristiandad en todas sus vertientes.El problema está en que mientras que en el mundo musulmán la religión mantiene un peso enorme y, en ocasiones, hasta creciente; en el mundo occidental, mayoritariamente cristiano, la religión ha pasado a un segundo plano y ya no domina la vida política, ni tan siquiera la social.El islam no puede evolucionar, igual que no ha evolucionado el cristianismo, lo que tiene que cambiar son las sociedades, las gentes. Pero ese cambio no será posible mientras eso que llamamos Occidente siga inmiscuyéndose. La libertad no es algo que pueda imponerse.En ese contexto Benedicto XVI cometió un error. Cierto es que sus palabras se sacaron, interesadamente, de contexto; pero no es menos cierto que nunca debería haberlas dicho. ¿Era realmente necesario recurrir a un texto del siglo XIV para ejemplificar la maldad de la violencia? Se puede argumentar, y se argumenta, la libertad de expresión que, evidentemente es necesario defender. Pero un político, un líder religioso, un personaje público tiene que medir mucho mejor sus palabras para no provocar este tipo de situaciones.¿Os imagináis las reacciones si cualquiera de nuestros líderes políticos dijera de la ideología defendida por su contrario que sólo ha traido maldad al mundo?Salud

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser Diego Cruz

    Decididamente, con el Santísimo Padre, no podemos contar para el proyecto de Alianza de Civilizaciones y Valores. ¿Pero no se dieron cuentan los que escriben los discursos?. ¡qué raro!…

    30 noviembre -0001 | 00:00

  3. Dice ser En Irak es 11-S todos los dias

    «Citas, por favor» ha reaccionando de manera impresentable y violenta ante la reacciones del islamismo fundamentalista. Se ve que es un integrista.Y nadie a contestado a una pregunta que hice otro dia sobre la libertade de expresión ¿Puede el Papa gritar ¡FUEGO! en un teatro lleno?

    19 septiembre 2006 | 01:27

  4. Dice ser Jander

    ¿Como se le ocurre al papa decir que el islam es violento, cuando es la religion más pacifica y tolerante del mundo mundial?Ahora en serio, haciendo uso de la libertad de expresion que puede tener rubianes y no el papa, declaro:ojala les explotaran los cojones a todos los musulmanes

    19 septiembre 2006 | 07:20

  5. Dice ser Se lo que hicisteis el 11-m

    «En estos casos me vuelve a la memoria aquella contestación genial de un alumno de bachillerato sobre el significado de la fe. “Fe es lo que nos da Dios para entender a los curas”. Debe de ser por eso por lo que nunca los entiendo.»No Saco, no. Tu no los entiendes no por falta de fe, sino por tu radicalismo, por tu parcialismo, por tu comentarios ofensivos, por tu deformación de la realidad y sobre todo por tu falta o nula inteligencia.

    19 septiembre 2006 | 08:36

  6. Dice ser Joaquim

    Como es sabido, en España se suele ser más papista que el Papa. Así fue/es el nacionalcatolicismo. Recuerden a Franco metiendo en un avión al obispo Añoveros y facturándolo a Roma por «rojo-separatista».Así que no es extraño que mientras la diplomacia vaticana intenta zurzir el descosido que ha provocado Nazinger, en España sus secuaces anden proclamando que de pedir perdón nada, y que leña al moro que es de goma.Y en fin, respecto a la tolerancia de la Iglesia católica probablemente no hay país en el mundo que conozca mejor su verdadera dimensión que España. Aquí hace cuatro días como quien dice que todavía ardían las hogueras de la Inquisición cuando ya había sido erradicada en toda Europa, y aún hace menos que una matanza de españoles fue bendecida como Cruzada salvífica por nuestros amorosos y caritativos clérigos.

    19 septiembre 2006 | 08:41

  7. Dice ser Joaquim

    Por cierto, altamente significativo que todos los fascistas escarnezcan la libertad de expresión identificándola de modo interesado con una inexistente «libertad de insulto». En este blog hay ejemplos memorables de esa basura.Mientras les siga saliendo gratis eso, la española no dejará de ser una democracia coaccionada.

    19 septiembre 2006 | 08:47

  8. Dice ser ana

    Joaquim, ¿a que «cruzada salvífica bendecida por nuestros amorosos y caritativos clérigos» te refieres?

    19 septiembre 2006 | 09:17

  9. Dice ser F. de M.

    Escarnezcedor:¿A qué viene que llame continuamente fascistas a los que no opinan lo mismo que usted? El fascismo es precisamente eso: imponerse por la fuerza totalitaria sin respetar la voluntad de los demás. Y como de momento no puede hacerlo por la fuerza de los puños y las pistolas, se tiene que conformar con desacreditar a los que difieren del pensamiento único. Es usted tan necio como los que como usted entran a Saco descalificando a la disidencia llamandoles facha o ultraderechistas. Recuerdo incluso un imbecil que ahora se muestra en efigie de colegial me llamó meapilas, a mí, que no piso una iglesia desde hace más de medio siglo.

    19 septiembre 2006 | 10:06

  10. Dice ser La zeta mola

    Escarnezedor, pareze que tienez un problema con el cozepto de fazismo. Verdaderamente enternezedor tu comentario llamando nezios «a los que no opinan lo mismo que ustez».

    19 septiembre 2006 | 10:26

  11. Dice ser merce

    El Papa no ha pedido perdón, ha matizado sus palabras, situándolas en su justo contexto. Es cierto lo que dijo el Papa, también es cierto que tal vez fue un poco imprudente, o a lo mejor es muy listo y la reacción a sus palabra es la que él esperaba. El Corán tiene dos interpretaciones, y la más conocida sin duda por los occidentales es la que practican los fundamentalistas musulmanes, que tanto han protestado por las palabras del Papa.

    19 septiembre 2006 | 10:33

  12. Dice ser David

    ¿El cristianismo no es violento? En la guerra civil española (no hablo del siglo XVI), los curas bendecían los cañones de loa nacionales (los fachas) para acabar con los rojos… Y de esto hace 60 años y no creo que hayan cambiado mucho.

    19 septiembre 2006 | 10:53

  13. Dice ser ana

    David, no creo que el cristianismo en espicial sea una religión violenta.Hablas de que los curas bendecian los cañones, pero lo cierto es que a muchos curas se les ha fusilado por el simple hecho de ser curas. Y no te hablo solo de la guerra civil española. Como ejemplo más cercano la muerte de la hermana Leonella, en Somalia, a la entrada del hospital en el que trabajaba.

    19 septiembre 2006 | 11:22

  14. Dice ser irene

    yo creo que los fundamentalistas islamicos estan justo donde estaba la iglesia hace 90 años…entonces estaban los curas rojillos que eran la iglesia mas progresista (¿?) y los curas de toa la vida, de los que te daban una hostia por masticar el cuerpo de dios….(¿?)ahora pasa alli, estan los fundamentalistas, los fanaticos que creen en la «guerra santa» y los imanes «progresistas» que defienden la religion espiritual, la yihad interior…el problema de occidente es la ignorancia del mundo arabe…los que hacen mas ruido parece que son los que representan a la mayoria, pero nada mas lejos de la realidad…el problema es el racismo que se va inoculando con tanta propaganda yankie…buscaban un enemigo despues de la caida del muro para seguir con su carrera armamentistica y lo han encontrado…pero hay que recordar, que paises como afganistan, irak o palestina no eran fundamentalistas hasta que estos «señores de la guerra» colocaron a sus dictadorzuelos para controlar el petroleo y los pasos rusos…es la historia de nunca acabar…el papa..metio la pata hasta el fondo..se que sus fieles creen que es infalible pero yo lo dudo mucho…es un humano mas con un traje mas caro que los demas y un puesto de poder que le viene grande a cualquier hombre…nada mas y nada menos que el representante de Dios en la tierra..hay que joderseyo, personalmente y con la cultura española que mame no veo ofensa real en sus palabras, pero puedo entender que a los musulmanes les toque los cojones que el señor papa ande escudriñando e interpretando el coran con palabras de noseque emperador…a ver si el Ayatolá Jomeini se hubiera puesto a escudriñar la biblia y decir a los catolicos como debian interpretar su fe le hubiera hecho puta gracia al papa….lo que trato de decir es que el parrafito sobraba…que si quiere que haya paz que hable con israel y EEUU y les ponga a rezar ave marias haber si se les quita la fura combativa de las cruzadas (es lo que parece )los fundamentalistas esta claro que van a utilizar la violencia independientemente de lo que diga el papa, pero no esta el horno pa bollos…el presidente de Iran ha pedido repeto para el papa y esperemos que dejen de quemar iglesias y matar monjas…eso no es deseable para nadie por muy atea que yo sea…con esto no justifico ni sus acciones ni sus barrabasadas pero sigo pensando que el papa fue un poco provocador(consciente o inconscientemente)cuando no habia necesidad….y a los Americanos les ha venido muy bien para decirle al mundo: veis, todos los musulmanes estan locos y lo que hicimos en libano esta justificado…no, no lo esta, y si hay musulmanes fanaticos (que los hay) tambien hay politicos fanaticos y cristianos y judios fanaticos…lo que pasa es que estos no son el enemigo mundial de occidente (o eso quieren que pensemos)saluods

    19 septiembre 2006 | 11:22

  15. Dice ser Citas, por favor.

    Estoy siguiendo, en la medida de mi disponibilidad de tiempo, lo relacionado con el discurso del Papa en Ratisbona y las impresentables y violentas reacciones del islamismo fundamentalista.El Papa ha expresado su disgusto por haber sido mal interpretado. Yo no he leído que pidiese perdón, entre otras cosas porque no tiene motivo para pedirlo: ha dicho cosas bien sensatas y cabales.Sr. Saco: ¿Puede decirnos la fuente de texto en la que usted ha leido las disculpas de Benedicto XVI ?. ( ¿ Me deja escribir el comentario, por favor? No obstruya en el blog ).A veces el sectarismo nos traiciona, nos ciega… nos hace muy fundamentalistas anaticatólicos. Señor Saco, CONDE DE VALETODO,título nobiliario que puede ostentar a partir de ahora, después de demostrar que TODO VALE con tal de dar caña a la Iglesia. Yo lo que usted me iría a vivir a uno de esos países que tienen por Constitución el Corán, así estará en una maravillosa sociedad en la que no tendrá que soportar las horrorosas tradiciones y costumbres de origen cristiano… ¿ Por qué no va a vivir a uno de esos paraísos islámicos ?.Me voy a descojonar un poco: si vive un años en uno de esos paises islámicos ( los «ofendidos» por el Papa ), a lo mejor se convierte usted al catolicismo…

    19 septiembre 2006 | 12:33

  16. Dice ser irene

    Manolo te pongo este link por si te interesasaludoshttp://www.lainsignia.org/2006/septiembre/soc_003.htm

    19 septiembre 2006 | 17:11

  17. Dice ser Manuel Saco

    Gracias Irene. Veo que no estamos solos.

    19 septiembre 2006 | 18:27

  18. Dice ser pericles

    Irene, muy bueno el link que nos has aportado sobre las religiones y la libertad de expresión. Creo que lo mejor está al final.Extraigo lo siguiente:»Si creemos que la libertad de expresión y la crítica son necesarias en cualquier sociedad que se precie de ser libre, las reacciones de los musulmanes son inaceptables, al igual que eran inaceptables la de los católicos que se oponían a la representación de Teledeum, o al crucifijo que salió en La Edad de Oro y que le costó a su directora una querella.”Esto es lo que yo afirmo sobre cualquier religión o ideología. Si alguien no está de acuerdo con alguna opinión, interpretación o descalificación sobre sus dogmas, lo que tienen que hacer es rebatirlos. Siempre que las críticas no se basen únicamente en los insultos, claro. En este caso, ya depende de las ganas que se tengan de entrar en pendencias. Este blog o el de JAMS son un buen ejemplo de lo que digo.“Una vez más me pregunto a qué viene semejante apoyo a una religión que no nos hará más libres ni nos llevará a un mundo más humano. La prueba está en la postura que mantienen los clérigos musulmanes con respecto a la mujer, los homosexuales, la libertad y la dignidad humanas, etc. En resumen, todo aquello que tras varios siglos de lucha hemos conseguido para que la sociedad deje de estar fundamentada en principios religiosos. Lo peligroso del discurso de Ratzinger era el llamamiento a la subordinación de la razón a la fe que, repito, comparten todas las religiones, y no la crítica a otra religión. Pero una vez más erramos en las críticas, dejamos lo importante de lado para centrarnos en lo que a nuestra mirada colonizante más le atrae por exótico”.Efectivamente, ninguna religión nos hará más libres en esta vida. En la otra, en la que no creo, no lo sé. Acepto y respeto lo que cada cual se quiera aplicar. Lo que no puedo aceptar es que quieran imponerse a la sociedad civil ni los principios morales ni los dogmas de ninguna religión. Por esa razón soy partidario del laicismo y del respeto a las religiones como algo dentro del ámbito personal de cada ciudadano. Realmente, tiene razón el redactor del artículo. Lo realmente grave de las afirmaciones del Papa no son sus referencias a la yihad de los musulmanes, si no la subordinación de la razón a la fe, que comparte con las demás religiones y lo que ya parece el sumun de las contradicciones, que alguien que basa sus creencias en la fe, que es algo no empírico ni demostrable, tache de irracional al laicismo, que precisamente se basa en los hechos empíricos y racionales. Lo demás, efectivamente, entraría dentro de lo exótico, si no fuera porque para algunos mentarles su religión supone echarse a la calle a quemar edificios o a tirar piedras. No voy aquí a entrar a descalificar a todos los musulmanes por ello. Seguro que hay muchísimos que entienden su religión como una yihad personal en si misma, y no una lucha por imponer sus dogmas a los no creyentes. Pero los que así actúan, y sobre todo, los que así manipulan el fanatismo de tales gentes, sí tienen una clara motivación: el odio a todo lo occidental, y no precisamente al capitalismo globalizador, si no a las libertades de pensamiento, de expresión, de sexo, de género y tantas otras que disfrutamos en nuestra sociedad. Contra esos radicalismos es contra los que tenemos que defendernos.Saludos.

    19 septiembre 2006 | 19:12

  19. Dice ser En Irak es 11-S todos los dias

    Entrevista de Maria Rita Rendeù a Roberto Scarpinato, fiscal de Palermo, tituladaLa Iglesia y la mafia (www.Rebelión.org 13.01.2006)Es una entrevista extraordinaria que recomiendo leer a todos los que les sorprenda que gente violenta e inmisericorde estén es paz consigo mismo y con Dios( o con Alá, o con Yhavé), y entresaco una respuesta del fiscal:»SCARPINATO: Uno de los problemas que más me ha ocupado, interesado e intrigado durante estos largos años de trato con los asesinos y sus cómplices es el de su relación con Dios y la Iglesia católica. He buscado respuesta a una pregunta que no podía dejar de hacerme. Es esta: ¿cómo es posible que víctimas y verdugos se sienten en el mismo banco de la iglesia y recen al mismo Dios? Porque lo que me ha impresionado en el trato con los mafiosos ha sido comprobar que en muchísimos casos son católicos creyentes y practicantes, y no hay disimulo. Hay ejemplos bien conocidos, desde Nitto Santapaola, que había construido una capilla en su escondrijo, hasta Piero Aglieri, que mandaba buscar a un fraile para decir misa, y muchos más. ¿Cómo es compatible el hecho de que estos hombres maten, sean mafiosos y sin embargo estén en paz consigo mismos y con Dios? La conclusión a la que he llegado es que en realidad no rezan al mismo Dios, rezan a un Dios distinto. Rezan a un Dios distinto porque en su cultura católica la relación entre el individuo y Dios pasa por un mediador cultural, y cada articulación social crea su propio mediador. De modo que hay sacerdotes de la mafia y sacerdotes de la antimafia. Por un lado está el padre Puglisi, asesinado porque intenta sustraer a los muchachos de su barrio de un destino de mafia, y por otros sacerdotes que no son inmunes a la contaminación de la cultura mafiosa y paramafiosa.El mafioso tiene una relación con Dios que no es conflictiva, porque el mediador con Dios que él mismo elige es una expresión de su propia cultura. Hay iglesias que los domingos se llenan con el pueblo de la mafia, donde hay curas que median en la relación con Dios para eliminar cualquier roce o fricción. De modo que la moral se centra en el aspecto sexual y en el deber de obediencia. Por lo demás, se trata de un fenómeno universal: por ejemplo, el dictador chileno Pinochet cree en Dios y se siente en paz consigo mismo y con Dios porque su relación con Dios está mediada por unos obispos que piensan como él. En Chile y otros países americanos que han sufrido dictaduras sanguinarias hay prelados que piensan como los dictadores y otros que están de parte de las víctimas asesinadas.Lo que nos lleva a la postura de la jerarquía católica. Decía Jean-Paul Sartre que la ética consiste en elegir (“somos lo que hemos querido ser”). Desde esta perspectiva laica se podría decir que la Iglesia ha tenido un comportamiento antiético, porque en el transcurso de su historia, su elección, demasiado a menudo, ha sido la de no elegir, lo que le ha permitido a cada cual tener su propio Dios. Hay, pues, un Dios de la aristocracia, un Dios de la alta burguesía, otro de la pequeña burguesía, un Dios de los dictadores, un Dios de las víctimas, un Dios de los mafiosos y otro de los antimafiosos. Cada cual tiene el suyo. Cada cual tiene su propio Dios, conuna jerarquía católica que no se pronuncia casi nunca, de modo que su falta de pronunciamiento alimenta una suerte de politeísmo secreto y moderno, merced al cual el Dios de los asesinos convive con el Dios de las víctimas.

    19 septiembre 2006 | 20:07

  20. Dice ser Manuel Saco

    En Irak…Impresionante. Me lo guardo para mi archivo particular. Curiosamente me ocurre lo mismo con mis amigos cristianos cuando les recrimino la «moral» católica: ellos me contestan que su dios no es ese que predican los curas. Es decir, que cada uno tiene su dios particular.

    19 septiembre 2006 | 20:32

  21. Dice ser S.M. El Viti

    Estamos ante otro capítulo de la lucha comercial de las multinacionales de la Fe. No han servido de nada los ultimos decenios de secularismo que parecía estabamos viviendo en esta ¿civilazación?. Este episodio del Papa no es un fallo del marketing comercial del catolicismo (como la Coca Cola)metiendose con el islamismo (la Pepsi). Lo que me da rabia es queafecte a los que solo bebemos agua (bueno, tambien un poco de vino, de vez en cuando).Salud2…………….

    19 septiembre 2006 | 23:32

  22. Dice ser otro troll

    Manolo, soy un asiduo lector tuyo. Y quería hacerte una pregunta sobre lo que has escrito. Si quieres no contestes y lo entenderé, porque no se si es necesario.En fin, la cosa es que ¿cual es esa verdad mas grande que un templo que dijo el papa?…Yo estoy convencido de que metió la gamba hasta el fondo. Sobre todo porque el que dijo !NO A LA GUERRA! (de Irak) no fue el sino Juan Pablo II:http://66.102.9.104/search?q=cache:CCrzvkeLIIQJ:www.ucm.es/info/u…(Y este verano con la de Líbano, tubo una gran oportunidad).Yo, por si acaso, me voy a leer el discurso famoso enterito que me queda poco. Y por si alguien quiere leerlo también, lo pongo aquí (recordando antes que Bush es cristiano y va por ahí diciendo públicamente que lo que hace es una «misión de dios» o algo así…):————————————————–«Fe, razón y universidad. Recuerdos y reflexiones»¡Ilustres señores, gentiles señoras!Para mí es un momento emocionante estar nuevamente en la cátedra de la universidad y poder impartir una vez más una lección. Mi pensamiento vuelve a aquellos años en los que, tras un hermoso periodo en el Instituto Superior de Freising, inicié mi actividad de profesor académico en la Universidad de Bonn. En el año 1959 se vivían todavía los viejos tiempos de la universidad en que había profesores ordinarios. Para las cátedras individuales no existían ni asistentes ni dactilógrafos, pero en compensación se daba un contacto muy directo con los estudiantes y sobre todo entre los profesores.Se daban encuentros antes y después de las lecciones en los cuartos de los docentes. Los contactos con los historiadores, los filósofos, los filólogos y también entre las dos facultades teológicas eran muy cercanos. Una vez al semestre había un «dies academicus», en el que los profesores de todas las facultades se presentaban delante de los estudiantes de toda la universidad, haciendo posible una verdadera experiencia de «universitas» –algo a lo que también ha aludido usted, señor rector, hace poco–: el hecho que nosotros, a pesar de todas las especializaciones, que a veces nos impiden comunicarnos entre nosotros, formamos un todo y trabajamos en el todo de la única razón con sus diferentes dimensiones –estando así juntos también en la común responsabilidad por el recto uso de la razón–, hacía que se tratase de una experiencia viva. La universidad, sin duda, estaba orgullosa también de sus dos facultades teológicas. Estaba claro que también ellas, interrogándose sobre la racionalidad de la fe, desarrollan un trabajo que necesariamente forma parte del «todo» de la «universitas scientiarum», aunque no todos podían compartir la fe, por cuya correlación con la razón común se esfuerzan los teólogos. Esta cohesión interior en el cosmos de la razón tampoco quedó perturbada cuando se supo que uno de los colegas había dicho que en nuestra universidad había algo extraño: dos facultades que se ocupaban de algo que no existía: Dios. En el conjunto de la universidad era una convicción indiscutida el hecho de que incluso frente a un escepticismo así de radical seguía siendo necesario y razonable interrogarse sobre Dios por medio de la razón y en el contexto de la tradición de la fe cristiana.Me acordé de todo esto cuando recientemente leí la parte editada por el profesor Theodore Khoury (Münster) del diálogo que el docto emperador bizantino Manuel II Paleólogo, tal vez durante el invierno del 1391 en Ankara, mantuvo con un persa culto sobre el cristianismo y el islam, y la verdad de ambos. Fue probablemente el mismo emperador quien anotó, durante el asedio de Constantinopla entre 1394 y 1402, este diálogo. De este modo se explica el que sus razonamientos son reportados con mucho más detalle que las respuestas del erudito persa. El diálogo afronta el ámbito de las estructuras de la fe contenidas en la Biblia y en el Corán y se detiene sobre todo en la imagen de Dios y del hombre, pero necesariamente también en la relación entre las «tres Leyes» o tres órdenes de vida: Antiguo Testamento, Nuevo Testamento, Corán. Quisiera tocar en esta conferencia un solo argumento –más que nada marginal en la estructura del diálogo– que, en el contexto del tema «fe y razón» me ha fascinado y que servirá como punto de partida para mis reflexiones sobre este tema.En el séptimo coloquio (controversia) editado por el profesor Khoury, el emperador toca el tema de la «yihad» (guerra santa). Seguramente el emperador sabía que en la sura 2, 256 está escrito: «Ninguna constricción en las cosas de la fe». Es una de las suras del periodo inicial en el que Mahoma mismo aún no tenía poder y estaba amenazado. Pero, naturalmente, el emperador conocía también las disposiciones, desarrolladas sucesivamente y fijadas en el Corán, acerca de la guerra santa. Sin detenerse en los particulares, como la diferencia de trato entre los que poseen el «Libro» y los «incrédulos», de manera sorprendentemente brusca se dirige a su interlocutor simplemente con la pregunta central sobre la relación entre religión y violencia, en general, diciendo: «Muéstrame también aquello que Mahoma ha traído de nuevo, y encontrarás solamente cosas malvadas e inhumanas, como su directiva de difundir por medio de la espada la fe que él predicaba». El emperador explica así minuciosamente las razones por las cuales la difusión de la fe mediante la violencia es algo irracional. La violencia está en contraste con la naturaleza de Dios y la naturaleza del alma. «Dios no goza con la sangre; no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. La fe es fruto del alma, no del cuerpo. Por lo tanto, quien quiere llevar a otra persona a la fe necesita la capacidad de hablar bien y de razonar correctamente, y no recurrir a la violencia ni a las amenazas… Para convencer a un alma razonable no hay que recurrir a los músculos ni a instrumentos para golpear ni de ningún otro medio con el que se pueda amenazar a una persona de muerte…».La afirmación decisiva en esta argumentación contra la conversión mediante la violencia es: no actuar según la razón es contrario a la naturaleza de Dios. El editor, Theodore Khoury, comenta que para el emperador, como buen bizantino educado en la filosofía griega, esta afirmación es evidente. Para la doctrina musulmana, en cambio, Dios es absolutamente trascendente. Su voluntad no está ligada a ninguna de nuestras categorías, incluso a la de la racionalidad. En este contexto Khoury cita una obra del conocido islamista francés R. Arnaldez, quien revela que Ibh Hazn llega a decir que Dios no estaría condicionado ni siquiera por su misma palabra y que nada lo obligaría a revelarnos la verdad. Si fuese su voluntad, el hombre debería practicar incluso la idolatría.Aquí se abre, en la comprensión de Dios y por lo tanto en la realización concreta de la religión, un dilema que hoy nos plantea un desafío muy directo. La convicción de que actuar contra la razón está en contradicción con la naturaleza de Dios, ¿es solamente un pensamiento griego o es válido siempre por sí mismo? Pienso que en este punto se manifiesta la profunda concordancia entre aquello que es griego en el mejor sentido y aquello que es fe en Dios sobre el fundamento de la Biblia. Modificando el primer verso del Libro del Génesis, Juan comenzó el «Prólogo» de su Evangelio con las palabras: «Al principio era el logos». Es justamente esta palabra la que usa el emperador: Dios actúa con «logos». «Logos» significa tanto razón como palabra, una razón que es creadora y capaz de comunicarse, pero, como razón. Con esto, Juan nos ha entregado la palabra conclusiva sobre el concepto bíblico de Dios, la palabra en la que todas las vías frecuentemente fatigosas y tortuosas de la fe bíblica alcanzan su meta, encontrando su síntesis. En principio era el «logos», y el «logos» es Dios, nos dice el evangelista. El encuentro entre el mensaje bíblico y el pensamiento griego no era una simple casualidad. La visión de San Pablo, ante quien se habían cerrado los caminos de Asia y que, en sueños, vio un macedonio y escuchó su súplica: «¡Ven a Macedonia y ayúdanos!» (Cf. Hechos 16, 6-10), puede ser interpretada como una «condensación» de la necesidad intrínseca de un acercamiento entre la fe bíblica y la filosofía griega.En realidad, este acercamiento ya había comenzado desde hacía mucho tiempo. Ya el nombre misterioso de Dios de la zarza ardiente, que separa a Dios del conjunto de las divinidades con múltiples nombres, afirmando solamente su ser, es, confrontándose con el mito, una respuesta con la que está en íntima analogía el intento de Sócrates de vencer y superar al mito mismo. El proceso iniciado hacia la zarza alcanza, dentro del Antiguo Testamento, una nueva madurez durante el exilio, donde el Dios de Israel, entonces privado de la Tierra y del culto, se presenta como el Dios del cielo y de la tierra, con una simple fórmula que prolonga las palabras de la zarza: «Yo soy». Con este nuevo conocimiento de Dios va al mismo paso una especie de ilustración, que se expresa drásticamente en la mofa de las divinidades que no son más que obra de las manos del hombre (Cf. Salmo 115). De este modo, a pesar de toda la dureza del desacuerdo con los soberanos helenísticos, que querían obtener con la fuerza la adecuación al estilo de vida griego y a su culto idolátrico, la fe bíblica, durante la época helenística, salía interiormente al encuentro de lo mejor del pensamiento griego, hasta llegar a un contacto recíproco que después se dio especialmente en la tardía literatura sapiencial. Hoy nosotros sabemos que la traducción griega del Antiguo Testamento, realizada en Alejandría –la Biblia de los «Setenta»–, es más que una simple traducción del texto hebreo (que hay que evaluar quizá de manera poco positiva): es de por sí un testimonio textual, y un paso específico e importante de la historia de la Revelación, en el cual se ha dado este encuentro que tuvo un significado decisivo para el nacimiento del cristianismo y su divulgación. En el fondo, se trata del encuentro entre fe y razón, entre auténtica ilustración y religión. Partiendo verdaderamente desde la íntima naturaleza de la fe cristiana y, al mismo tiempo, desde la naturaleza del pensamiento helenístico fusionado ya con la fe, Manuel II podía decir: No actuar «con el «logos»» es contrario a la naturaleza de Dios.Honestamente es necesario anotar, que en el tardío Medioevo, se han desarrollado en la teología tendencias que rompen esta síntesis entre espíritu griego y espíritu cristiano. En contraposición al así llamado intelectualismo agustiniano y tomista, con Juan Duns Escoto comenzó un planteamiento voluntarista, que al final llevó a la afirmación de que sólo conoceremos de Dios la «voluntas ordinata».Más allá de ésta existiría la libertad de Dios, en virtud de la cual Él habría podido crear y hacer también lo contrario de todo lo que efectivamente ha hecho. Aquí se perfilan posiciones que, sin lugar a dudas, pueden acercarse a aquellas de Ibn Hazn y podrían llevar hasta la imagen de un Dios-Árbitro, que no está ligado ni siquiera a la verdad y al bien. La trascendencia y la diversidad de Dios se acentúan de una manera tan exagerada, que incluso nuestra razón, nuestro sentido de la verdad y del bien dejan de ser un espejo de Dios, cuyas posibilidades abismales permanecen para nosotros eternamente inalcanzables y escondidas tras sus decisiones efectivas. En contraposicio´n, la fe de la Iglesia se ha atenido siempre a la convicción de que entre Dios y nosotros, entre su eterno Espíritu creador y nuestra razón creada, existe una verdadera analogía, en la que ciertamente las desemejanzas son infinitamente más grandes que las semejanzas –como dice el Concilio Lateranense IV en 1215–, pero que no por ello se llegan a abolir la analogía y su lenguaje. Dios no se hace más divino por el hecho que lo alejemos en un voluntarismo puro e impenetrable, sino que el Dios verdaderamente divino es ese Dios que se ha mostrado como el «logos» y como «logos» ha actuado y actúa lleno de amor por nosotros. Ciertamente el amor «sobre pasa» el conocimiento y es por esto capaz de percibir más que el simple pensamiento (Cf. Efesios 3,19); sin embargo, el amor del Dios-Logos concuerda con el Verbo eterno y con nuestra razón, como añade san Pablo es «lógico» (Cf. Romanos 12, 1).Ese acercamiento recíproco interior, que se ha dado entre la fe bíblica y el interrogarse a nivel filosófico del pensamiento griego, es un dato de importancia decisiva no sólo desde el punto de visa de la historia de las religiones, sino también desde el de la historia universal, un dato que nos afecta también hoy. Considerado este encuentro, no es sorprendente que el cristianismo, no obstante su origen e importante desarrollo en Oriente, haya encontrado su huella históricamente decisiva en Europa. Podemos expresarlo también al contrario: este encuentro, al que se une sucesivamente el patrimonio de Roma, ha creado Europa y permanece como fundamento de aquello que, con razón, se puede llamar Europa.A la tesis, según la cual, el patrimonio griego, críticamente purificado, forma parte integrante de la fe cristiana, se le opone la pretensión de la deshelenización del cristianismo, pretensión que desde el inicio de la edad moderna domina de manera creciente en la investigación teológica. Si se analiza con más detalle, se pueden observar tres oleadas en el programa de la deshelenización: si bien están relacionadas entre sí, en sus motivaciones y en sus objetivos, son claramente distintas la una de la otra.La deshelenización se da primero en el contexto de los postulados fundamentales de la Reforma del siglo XVI. Considerando la tradición de las escuelas teológicas, los reformadores se veían ante a una sistematización de la fe condicionada totalmente por la filosofía, es decir, ante un condicionamiento de la fe desde el exterior, en virtud de una manera de ser que no derivaba de ella. De este modo, la fe ya no parecía como una palabra histórica viviente, sino como un elemento integrado en la estructura de un sistema filosófico.La «sola Scriptura», en cambio, busca la forma pura primordial de la fe, tal y como está presente originariamente en la Palabra bíblica. La metafísica se presenta como un presupuesto derivado de otra fuente, de la que tiene que liberarse la fe para hacer que vuelva a ser ella misma. Kant siguió este programa con una radicalidad que los reformadores no podían prever. De este modo, ancló la fe exclusivamente en la razón práctica, negándole el acceso al todo de la realidad.La teología liberal de los siglos XIX y XX acompaña la segunda etapa del proceso de deshelenización, con Adolf von Harnack, como su máximo representante. Cuando era estudiante y en mis primeros años como docente, este programa influenciaba mucho incluso a la teología católica. Tomó como punto de partida la distinción que Pascal hace entre el Dios de los filósofos y el Dios de Abraham, Isaac y Jacob. En mi discurso inaugural en Bonn, en 1959, traté de referirme a este asunto. No repetiré aquí lo que dije en aquella ocasión, pero me gustaría describir, al menos brevemente, lo que era nuevo en este proceso de deshelenización. La idea central de Harnack era volver simplemente al hombre Jesús y a su mensaje esencial, sin los añadidos de la teología e incluso de la helenización: Este mensaje esencial era visto como la culminación del desarrollo religioso de la humanidad. Se decía que Jesús puso punto final al culto sustituyéndolo por la moral. En definitiva, se le presentaba como padre de un mensaje moral humanitario.La meta fundamental era hacer que el cristianismo estuviera en armonía con la razón moderna, es decir, liberarle de los elementos aparentemente filosóficos y teológicos, como la fe en la divinidad de Cristo y en Dios uno y trino. En este sentido, la exégesis histórico-crítica del Nuevo Testamento restauró el lugar de la teología en la universidad: Para Harnack, la teología es algo esencialmente histórico y por lo tanto estrictamente científico. Lo que se puede decir críticamente de Jesús, es por así decir, expresión de la razón práctica y consecuentemente se puede aplicar a la Universidad en su conjunto.En el trasfondo se da la autolimitación moderna de la razón, expresada clásicamente en las «críticas» de Kant, que mientras tanto fue radicalizándose ulteriormente por el pensamiento de las ciencias naturales. Este concepto moderno se basa, por decirlo brevemente, en la síntesis entre el platonismo (cartesianismo) y el empirismo, una síntesis confirmada por el éxito de la tecnología. Por un lado presupone la estructura matemática de la materia, y su intrínseca racionalidad, que hace posible entender cómo funciona la materia funciona como es posible usarla eficazmente: esta premisa básica es, por así decirlo, el elemento platónico en el entendimiento moderno de la naturaleza. Por otro lado, se trata de la posibilidad de explotar la naturaleza para nuestros propósitos, y en ese caso sólo la posibilidad de la verificación o falsificación a través de la experimentación puede llevar a la certeza final. El peso entre los dos polos puede, dependiendo de las circunstancias, cambiar de un lado al otro. Un pensador tan positivista como J. Monod declaró que era un convencido platónico.Esto permite que emerjan dos principios que son cruciales para el asunto al que hemos llegado. Primero, sólo la certeza que resulta de la sinergia entre matemática y empirismo puede ser considerada como científica. Lo que quiere ser científico tiene que confrontarse con este criterio. De este modo, las ciencias humanas, como la historia, psicología, sociología y filosofía, trataron de acercarse a este canon científico. Para nuestra reflexión, es importante constatar que el método como tal excluye el problema de Dios, presentándolo como un problema acientífico o precientífico. Pero así nos encontramos ante la reducción del ámbito de la ciencia y de la razón que necesita ser cuestionada.Volveré a tocar el problema después. Por el momento basta tener en cuenta que cualquier intento de la teología por mantener desde este punto de vista un carácter de disciplina «científica» no dejaría del cristianismo más que un miserable fragmento. Pero tenemos que decir más: si la ciencia en su conjunto no es más que esto, el hombre acabaría quedando reducido. De hecho, los interrogantes propiamente humanos, es decir, «de dónde» y «hacia dónde», los interrogantes de la religión y la ética no pueden encontrar lugar en el espacio de la razón común descrita por la «ciencia» entendida de este modo y tienen que ser colocados en el ámbito de lo subjetivo. El sujeto decide entonces, basándose en su experiencia, lo que considera que es materia de la religión, y la «conciencia» subjetiva se convierte en el único árbitro de lo que es ético. De esta manera, sin embargo, la ética y la religión pierden su poder de crear una comunidad y se convierten en un asunto completamente personal. Este es un estado peligroso para los asuntos de la humanidad, como podemos ver en las distintas patologías de la religión y la razón que necesariamente emergen cuando la razón es tan reducida que las preguntas de la religión y la ética ya no interesan. Intentos de construir la ética a partir de las reglas de la evolución o la psicología terminan siendo simplemente inadecuados.Antes de esgrimir las conclusiones a las que todo esto lleva, tengo que referirme brevemente a la tercera etapa de deshelenización, que aún está dándose. A la luz de nuestra experiencia con el pluralismo cultural, con frecuencia se dice en nuestros días que la síntesis con el Helenismo lograda por la Iglesia en sus inicios fue una inculturación preliminar que no debe ser vinculante para otras culturas. Esto se dice para tener el derecho a volver al simple mensaje del Nuevo Testamento anterior a la inculturación, para inculturarlo nuevamente en sus medios particulares. Esta tesis no es falsa, pero es burda e imprecisa. El Nuevo Testamento fue escrito en griego y trae consigo el contacto con el espíritu griego, un contacto que había madurado en el desarrollo precedente del Antiguo Testamento. Ciertamente hay elementos en la proceso formativo de la Iglesia antigua que no deben integrarse en todas las culturas, Sin embargo, las decisiones fundamentales sobre las relaciones entre la fe y el uso de la razón humana son parte de la fe misma, son desarrollos consecuentes con la naturaleza misma de la fe.Y así llego a la conclusión. Este intento, hecho con unas pocas pinceladas, de crítica de la razón moderna a partir de su interior, no significa que hay que regresar a antes de la Ilustración, rechazando las convicciones de la era moderna. Los aspectos positivos de la modernidad deben ser conocidos sin reservas: estamos todos agradecidos por las maravillosas posibilidades que ha abierto para la humanidad y para su progreso que se nos ha dado. La ética científica, además, debe ser obediente a la verdad, y, como tal, lleva una actitud que se refleja en los principios del cristianismo. Mi intención no es el reduccionismo o la crítica negativa, sino ampliar nuestro concepto de razón y su aplicación. Mientras nos regocijamos en las nuevas posibilidades abiertas a la humanidad, también podemos apreciar los peligros que emergen de estas posibilidades y tenemos que preguntarnos cómo podemos superarlas. Sólo lo lograremos si la razón y la fe avanzan juntas de un modo nuevo, si superamos la limitación impuesta por la razón misma a lo que es empíricamente verificable, y si una vez más generamos nuevos horizontes. En este sentido la teología pertenece correctamente a la universidad y está dentro del amplio diálogo de las ciencias, no sólo como una disciplina histórica y ciencia humana, sino precisamente como teología, como una profundización en la racionalidad de la fe.Sólo así podemos lograr ese diálogo genuino de culturas y religiones que necesitamos con urgencia hoy. En el mundo occidental se sostiene ampliamente que sólo la razón positivista y las formas de la filosofía basadas en ella son universalmente válidas. Incluso las culturas profundamente religiosas ven esta exclusión de lo divino de la universalidad de la razón como un ataque a sus más profundas convicciones. Una razón que es sorda a lo divino y que relega la religión al espectro de las subculturas es incapaz de entrar al diálogo con las culturas. Al mismo tiempo, como he tratado de demostrar, la razón científica moderna con sus elementos intrínsecamente platónicos genera una pregunta que va más allá de sí misma, de sus posibilidades y de su metodología.La razón científica moderna tiene que aceptar la estructura racional de la materia y su correspondencia entre nuestro espíritu y las estructuras racionales que actúan en la naturaleza como un dato de hecho, en el que se basa su metodología. Incluso la pregunta ¿por qué esto tiene que ser así? es una cuestión real, que tiene que ser dirigida por las ciencias naturales a otros modos y planos de pensamiento: a la filosofía y la teología. Para la filosofía y, si bien es cierto que de otra forma, para la teología, escuchar a las grandes experiencias y perspectivas de las tradiciones religiosas de la humanidad, de manera particular las de la fe cristiana, es fuente de conocimiento; ignorarla sería una grave limitación para nuestra escucha y respuesta. Aquí recuerdo algo que Sócrates le dijo a Fedón. En conversaciones anteriores, se habían vertido muchas opiniones filosóficas falsas, y por eso Sócrates dice: «Sería más fácilmente comprensible si a alguien le molestaran tanto todas estas falsas nociones que por el resto de su vida desdeñara y se burlara de toda conversación sobre el ser, pero de esta forma estaría privado de la verdad de la existencia y sufriría una gran pérdida».Occidente ha estado en peligro durante mucho tiempo a causa de esta aversión, en la que se basa su racionalidad, y por lo tanto sólo puede sufrir grandemente. Hace falta valentía para comprometer toda la amplitud de la razón y no la negación de su grandeza: este es el programa con el que la teología anclada en la fe bíblica ingresa en el debate de nuestro tiempo. «No actuar razonablemente (con «logos») es contrario a la naturaleza de Dios» dijo Manuel II, de acuerdo al entendimiento cristianos de Dios, en respuesta a su interlocutor persa. En el diálogo de las culturas invitamos a nuestros interlocutores a encontrar este gran «logos», esta amplitud de la razón. Es la gran tarea de la universidad redescubrirlo constantemente».————————————————–http://66.102.9.104/search?q=cache:D9qSjYZ-GrwJ:www.lavanguardia….

    20 septiembre 2006 | 02:06

  23. Dice ser Javier (n)

    En Irak,muchas gracias por la entrevista. Qué buenos es tener a participantes ajenos. Éste es muy bueno, ¿Por qué no lo fichamos?De paso. ¿Estáis de acuerdo con la afirmación de Sartre?¿Discutimos sobre ello? ¿Hacemos un seminario? ¿Tenéis alguno lecturas recomendadas? Qué buena es esa afirmación para estudiar toda la vida sobre ella.GraciasJavier

    20 septiembre 2006 | 16:23

  24. Dice ser Plastic

    Muy bien Manolo, no lees novela negra, no te gusta?…No, no la entiendes…¿Cúentame Manolo como pasó?Kangoo, Octavia, Mochila, ??? Te suena atentado por encargo?Manolo, vete a vivir al Pais Vasco y pide su independencia, pero no, tú eres de los de Madrid, que dejan a los Españoles oprimidos por los Nazionalistas por su politicamente correcto…Cautivo y desarmado, el pueblo español mal capitaneado por los rojos de ZP abandona su tierra para vergüenza de sus generaciones posteriores

    22 septiembre 2006 | 17:42

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