«Mirad lo que he hecho. Gracias a Dios que he sido yo», se limitó a comentar el multimillonario estadounidense Steve Wynn, dueño de algunos de los casinos más emblemáticos de Las Vegas, cuando rompió de un codazo el cuadro El Sueño de Picasso, que acababa de vender en una subasta por 139 millones de dólares a un coleccionista. Wynn golpeó el lienzo, que se agujereó levemente, cuando se lo enseñaba a unos amigos antes de entregárselo a su nuevo dueño. Al parecer sufre una enfermedad ocular que afecta a la visión periférica y limita sus reflejos. El magnate del juego había comprado el cuadro por 48,4 millones en 1997, por lo que el dichoso codazo le ha hecho perder casi cien millones de dólares.