Un 14 de septiembre de 1983, Amy Jade Winehouse llegó al mundo en un hospital del norte de Londres. Hija de una farmacéutica y un conductor de taxi, Amy creció escuchando a su padre cantar las canciones de Frank Sinatra. Estudió teatro, hasta que la echaron por hacerse un piercing en la nariz, y montó su propio grupo de rap, le regalaron una guitarra y comenzó a componer y a tocar en bares. Tras grabar una maqueta, Simon Fuller, exmanager de las Spice Girls y creador de formatos televisivos como Idol (ahora de gran éxito en España), la descubrió y firmó un contrato con ella.
Desde ese momento… todo es historia: una historia que terminó con su vida por culpa de las adicciones el 23 de julio de 2011.
Desde aquí, simplemente me gustaría recordar algunos de sus grandes éxitos: esas canciones que a todos nos tocaron la fibra gracias a la sensibilidad y emotividad de la voz de Amy a la hora de cantar sus canciones. Especial, mágica y eterna.
¡Qué de temazos nos habrías regalado en todos estos años!
Y de regalo, un concierto precioso…
…y su show en el mítico Rock In Rio de Madrid en 2008:
¿Hablo mal si digo que fue una de mis cantantes favoritas?
14 septiembre 2020 | 13:28