Veo en Entertonement, vía Menéame, que un niño de cuatro años llamó al 911 para que un agente le ayudase con una resta que le habían mandado en el cole.
Operador: 911, emergencias.
Chico: Sí, necesito ayuda.
Operador: ¿Cuál es el problema?
Muchacho: Mis mates.
Operador: ¿Su boca? (en español no tiene mucho sentido, en inglés, por la pronunciación, sí)
Chico: No, mis matemáticas. Tengo que hacerlo. ¿Me podría ayudar?
Operador: Claro. ¿Dónde vives?
Chico: No, mis matemáticas.
Operador: Sí, lo sé. ¿Pero dónde vive?
Chico: No, quiero que me ayude por teléfono.
Operador: No puedo hacer eso. Puedo enviar a alguien que te ayude.
Chico: Vale.
Operador: ¿Con qué clase de matemáticas necesita ayuda?
Chico: Con una resta.
Operador: ¡Ah!, tú tienes que hacer restas.
Muchacho: Eso es.
Operador: Bueno, ¿y cuál es el problema?
Chico: Usted tiene que ayudarme con mis matemáticas.
Operador: Muy bien. Dime qué es.
Chico: Bien. Tengo 16 y quito 8, cuánto es?
Operador: Dime, ¿cuánto crees tú que es?
Chico: No sé… uno.
Operador: No. ¿Qué edad tienes?
Chico: Sólo cuatro.
Operador: ¡Cuatro!
Muchacho: Sí.
Operador: ¿Qué tal si vamos con otro problema?
Chico: … Aquí está. Si a 5 le quito 5.
Operador: ¿Cuánto cree usted que es?
Chico: Cinco.
La madre interrumpe: Johnny, ¿qué crees que estás haciendo?
Chico: El policía me está ayudando con mis matemáticas.
La madre: ¿Qué te dije del teléfono?
Operador: Es la madre…
Chico: Dijiste que si necesitaba ayuda llamase a alguien…
La madre: ¡Pero no me refería a la Policía!
PD: No sé cómo acabarían esos deberes, pero dos cosas quedan claras: el niño no tiene ni puta idea de restas y apunta a crack mediático.