Un pez fue el más afortunado, ya que escapó del pico de un pájaro y de los dientes de un lagarto en cuestión de segundos. O_O Su ángel de la guarda hizo horas extras.
Adele Sneyd, propietaria de Aeternum Creations y fotógrafa de vida silvestre, capturó la historia de supervivencia durante un safari en el Parque Nacional Kruger y la compartió en LatestSightings.com.
«El S50, un tranquilo camino de tierra en el norte del parque, es mi joya secreta para avistamientos especiales. En esta mañana lluviosa en particular, conducía hacia Nyawutsi Hide. Las ranas croaban y el frescor de la lluvia se sentía en la cara, el paseo fue una sensación de calma. Conduje casualmente por la grava sin esperar demasiado. Lo que no sabía era que me esperaba una auténtica sorpresa«, comenta Sneyd.
¡Me quedo muerta!
«Acababa de llegar al abrevadero de Nyawutsi cuando mi suerte cambió. La escena comenzó cuando una garza estriada hizo su entrada triunfal desde el otro lado del río. Colocándose con cautela, comenzó a pescar desde la orilla rocosa. Después de varios intentos, el pico del ave salía vacío del agua todas las veces. Pero la perseverancia es clave en la naturaleza, así que no se dio por vencida. Mientras tanto, un astuto lagarto monitor de agua apareció entre los juncos, descendiendo sigilosamente por la superficie rocosa con su vista fijada en el árbol», indica la fotógrafa.
«Y de repente, de la nada, una tilapia de tamaño considerable, tal vez tratando de escapar de las fauces de un cocodrilo que intentaba atraparla desde el fondo, saltó a la orilla rocosa y aterrizó justo en medio de lagarto y el pájaro. La garza, aprovechando el momento, se lanzó hacia ella. Pero espera, el monitor de agua no era sólo un observador silencioso. Saltando con sorprendente velocidad, apuntó hacia la tilapia, convirtiendo la escena en una lucha sin cuartel por la sorpresiva presa», prosigue Adele.
«La garza, sorprendida por la velocidad y el tamaño del reptil, retrocedió instantáneamente, provocando que el pez cayera. El monitor de agua, impulsado por su determinación (y tal vez por un poco de codicia), no lo pensó dos veces. Y trató de atrapar la tilapia nuevamente», relata.
El pez escapa de los dos depredadores. (Adele Sneyd – LatestSightings.com)
«Afortunadamente, la pequeña vacilación de la garza y la naturaleza ambiciosa del lagarto era justo lo que necesitaba el pez para poder escapar de ambos, dando un brinco hacia el río. Al final, la extraña pareja de depredadores se quedó con el estómago vacío seguro que recordando la oportunidad perdida«, concluye Sneyd.
Una escena de acción trepidante que firmaría el mismísimo John McTiernan. 😉
(Fotos: LatestSightings.com)