Unos ladrones se llevan pelo valorado en 187.000 euros

Si te estás quedando calvo guarda cada pelo como si te fuera la vida la vida en ello y cada vez que vayas a la peluquería, al terminar, le dices a tu peluquero que todo lo que te ha cortado te lo ponga para llevar, como si estuvieras en un sitio de comida rápida (digo «sitio» porque me da mucho corte llamarlo «restaurante»).

Poco a poco verás que acumulas más y más cabellos en casa hasta que llegue un punto en el que, con todo eso, te puedas comprar un Ferrari. ¿Cómo? ¿No me crees? Pues díselo al pobre Don Shin, dueño de un centro de belleza de Chicago, en Estados Unidos, que ha denunciado que en su tienda han robado pelo por valor de 230.000 dólares (unos 187.000 euros, para que nos entendamos).

Cuenta Don Shin a la prensa local que se llevaron la mercancía más valiosa que tenía en la tienda: las extensiones de cabello real. El tema está en que la popularidad de este producto ha ido en aumento (¿tendrán algo que ver los peinados de José Bono o Hilario Pino?) y cada vez las venden más caras. De ahí que el pobre Don Shin se haya quedado con el culo torcido ligeramente contrariado tras el hurto.

(FOTO: blogefl)

«Los ladrones sabían lo que hacían, no se llevaron nada barato«, contaba con pena el dueño. La verdad es que no estoy muy familiarizado con el valor económico del pelo, pero es evidente que quien entra a robar a un centro de belleza sí se informará bien. Si tu objetivo es hacerte con dinero en metálico nunca robarás en un lugar así, ¿no? No me imagino a los ladrones entrando a robar a una peluquería y diciendo…

– ¡Ahí va, si no hay más que billetes de diez euros!
– Calla, calla, coge un par de peines, tres botes de gomina y ya tenemos botín. Nos vamos a hacer de oro en el mercado negro
– Espera, que ya que estamos voy a coger un poco de laca para mi abuela…

Volviendo al robo en la tienda de Don Shin, he de contaros que las cámaras de seguridad grabaron a tres hombres llevándose seis bolsas llenas de extensiones de pelo natural y que lograron entrar a través del comercio adyacente, que está de reformas y aún no ha puesto las alarmas.

PD: Ojalá y atrapen a los maleantes, aunque me da que nuestro amigo Don Shin (tiene nombre de zumo chino, ahora que me fijo) no va a recuperar ni un dólar, desgraciadamente.

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