La actriz de Sexo en Nueva York ha estado de visita en la capital como embajadora en la fiesta que la productora HBO organizó en Madrid, para presentar su nuevo servicio de streaming, pero su fin de semana largo ha dado para mucho más que para descubrirnos su gran poder de convocatoria y el buen rollo que se gasta con el que pronto dejará de ser embajador de EE.UU en la capital, Jaime Costos.
Sólo hay que echar un vistazo al Instagram de la neoyorkina para descubrir que la actriz se ha dejado guiar y bien en una ruta que ha combinado underground y espíritu castizo.
Una de sus primeras paradas fue en la tienda de ropa Vintage Williamsbourg, en una de las bocacalles de la Plaza del Dos de Mayo. Me imagino la cara la que se le quedó al dependiente al ver aparecer por su puerta a la actriz y comprarse un vestido de encaje por 30 euros que no dudó en lucir horas depués, en la gala de la productora americana; eso sí, tras algún retoque que corrió a manos de su compañero y amigo de viaje Serge Normant, famoso estilista neoyorkino. ¡Que mejor promoción que Carrie luciendo tus modelos!
Su paseo por Malasaña incluyó también el taller de artesanía de Javier Sánchez Medina, en la calle Escorial, dónde además de bustos de animales en rafia elabora unos preciosos espejos en forma de sol.
No sabemos si la periodista en la ficción incluyó en su visita alguno de los museos de la capital o un paseo por El Retiro, pero sí que el domingo se dio una vuelta por El Rastro haciendo frente a la lluvia, que con el frío que puede hacer ahora en Nueva York le debió parecer muy poco amenazante.
Entre aparadores nórdicos, muebles coloniales y puestos de todo a tres euros, Sarah Jessica se fijó en las sillas de IKB 191, en la calle Arganzuela, y en la pequeña y muy acogedora casa Josephine.
La celebrity no dejó pasara la oportunidad y fichó, con muy buen ojo, una preciosa vajilla de otra pequeña tienda que se encuentra a tan sólo de unos metros de las anteriores.
Si luego se fue de cañas o se tomó un vermú es todo un misterio, pero cada una de sus fotos es el reflejo de que la actriz se quedó encantada con su viaje y con todos sus pequeños y grandes descubrimientos.
**Fotos: Gtres e Instagram
Lo que deduzco de esta visita de Sarah Jessica a Madrid, es que la chica tiene buen gusto. Las rutas que se ha hecho son las que hace cualquier chica del momento que viva en Madrid, o que incluso esté de visita.
Malasaña, el rastro, tiendas vintage. Y lo mejor, que se haya comprado un vestido por 30 euros y que lo luciese en la fiesta de la productora americana. Un hurra por Sara Jessica!!
19 diciembre 2016 | 15:30