De todo corazón

Mónica Molina

No sabe el favor que le hizo José Coronado al abandonarla. Mónica Molina ha encontrado un novio de altura, una persona que la comprende y hasta la asesora en sus intereses laborales y económicos. El pasado lunes 28 de enero regresaban de Londres en un vuelo de Iberia, en clase turista, y Mónica no paraba de comerse las uñas todo el tiempo, y no precisamente por miedo a volar. La cantante se pasó todo el trayecto pensando en porcentajes, contratos discográficos y en la inestimable ayuda de su hermano Noel, porque«dos hacen más fuerza que uno». Su maromo, alto, guapo, moreno, cuadrado y bastante más atractivo que el padre de su hija Candela era un dechado de paciencia. De cuando en cuando le daba un tierno besito para que se calmara. Mónica, quien sin maquillar posee la misma mirada profunda y ojerosa de todos los Molina, parecía muy preocupada por sus asuntos profesionales.

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