"El deseado bien último se alcanza mejor mediante el libre comercio de ideas".(1919) Juez O. Wendell Holmes del Tribunal Supremo de EE UU

La ansiedad de Rajoy

Dicen que Rajoy es buen orador; es cierto; dicen que tiene ideas, conocimiento y experiencia, debe ser cierto; dicen que siempre gana a Zapatero (como Nadal en tierra batida), no es tan cierto. Con esos mimbres la parroquia esperaba que el debate de ayer se decantara a favor del líder de la oposición. No ocurrió, naufragó Rajoy, pecó de ansiedad según reconocen hasta sus más sinceros partidarios. Para disimular estos últimos señalan que Zapatero está envejecido, falto de fuerzas, con la cara triste y bolsas en los ojos… , seguramente ven lo que quisieran ver y se dan ánimo para evitar la melancolía.

Visto con cierta distancia el debate de ayer no fue ejemplar ni interesante; pelea de gallos con uno en posición favorable y el otro incómodo toda la tarde. Zapatero llegó mejor equipado, me ha interesado la crónica del delegado de La Vanguardia en Madrid, Enric Juliana, que disfruta de perspectiva lejana ante la política nacional.

Rajoy llegó al Partido Popular por designación directa del sucedido y no ha conseguido asentar su liderazgo por insuficientes méritos propios. El debate de ayer le hace retroceder unos metros y abona las tesis de quienes le ven perdedor y no le dan más recorrido que hasta las próximas generales.

El liderazgo suele ser esquivo, llega y se va por méritos propios y ajenos, por azar y circunstancias. Rajoy vive hoy horas bajas, pero no es perdedor definitivamente; el adversario puede cometer errores graves (los de los populares entre el 11 y el 14 de mayo del 2004). Pero como están puestos los bolos Zapatero disfruta de ventaja franca y buenas posibilidades de repetir en el poder.

9 comentarios

  1. Dice ser juki

    ATENCIÓNCreo q sería conveniente movilizarse localmente, para q nuestros vecinos sepan q hay gente a la q le importa algo más q el Mundial.Exigimos la verdad del 11-M.Por tanto, creo q sería buena idea realizar acciones locales, en la ciudad de cada uno: buzoneo, carteles, cartas a diarios, etc etc etc…lo q se le ocurra a cada uno. Hay q recordar q la mayoría de la población no tiene acceso a Internet y no compra El Mundo.Para coordinar las acciones en Almería:almeria_11M@hotmail.comDe vez en cuando postearé este mensaje.Un saludo y ¡¡¡Ánimo a todos!!!

    30 noviembre -0001 | 00:00

  2. Dice ser Paco

    De donde ha salido este juki ¿ extraterrestre? , bueno al grano,mucho le queda al PP para ganar las proximas generales,con este tipo de mensajes,el PP deberia limpiar de fascistas el partido,pedir perdon por lo Irak, el Yak, el Prestige,etc limpiar la corrupcion galopante,Fabra ,Terra Mitica, Murcia, Orihuela, eolicas, Lugo, etc, desligarse de los voceros, El Mundo,Losantos,Cesar vidal, Cristina,etc,dejar de enfrentarse con la otra media España,Gays, Cataluña, Andalucia, etc, movilizar menos a los fascistas, desligarse de la Iglesia,en fin les queda mucho camino, y ayer se vio en Rajoy, acabo como los malos perdedores, enfrentandose con el arbitro, por algo acordado en la junta de portavoces, en fin les queda mucho.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  3. Dice ser Hilario Ideas

    Rajoy se ha cansado de decir que Zapatero no tiene proyecto político. Se equivoca. Zapatero no tiene proyecto democrático, pero tiene, sin duda alguna, un terrible proyecto político, que lleva, por desgracia para los españoles, dos años funcionando con la colaboración de los nacionalistas y de ETA. Rajoy aún no se ha enterado de que Zapatero es el ejecutor de un diseño político totalitario de nuevo cuño, que cuenta ya con la colaboración de los terroristas de ETA. Mientras que no se percate de tal asunto, sus respuestas políticas no pasaran de las buenas intenciones democráticas. No es suficiente. Aquí estamos tratando con gente que está rompiendo la columna vertebral de la democracia. El sentido dictatorial de la política de Zapatero ha quedado claro y diáfano en su discurso sobre el estado de la Nación. Después de dejar sentado que no hablaría de ETA, o peor, que no hablarían de ETA, algo terrible para los intereses democráticos del PP, su mensaje fue sencillo: España puede funcionar sin oposición. El PSOE puede dirigir este país sin tener en cuenta para nada al PP. Más aún, el Gobierno no aceptará nada que venga de las filas del PP.Día triste fue el del debate del estado de la Nación, entre otras razones, porque se hurtó a la ciudadanía la discusión del principal problema: la destrucción de la democracia a través de la negociación con ETA y la reforma de los Estatutos. Si a eso se le suma que Rajoy fue remiso y breve ante las maniobras de Zapatero para no explicar la negociación con ETA, es para sentir nostalgia de la genuina política, la democrática.Zapatero demostró en sus intervenciones que no sólo pretende ocupar todo el espacio político, sino todo el tiempo de la discusión. Zapatero habló sin límite ni medida, habló por hablar hasta hacer fracasar la base de la genuina vida política: el sano sentido común. Es más que un sectario, representa la quintaesencia del nuevo político revolucionario. Estamos ante un totalitario postmoderno. Se trata simple y llanamente de reducir las reglas de la democracia a lo que se le antoje en cada momento. Si por la tarde Zapatero ocupó, o mejor, destrozó sencillamente el tiempo, por la mañana casi lo consumió en contarnos las medidas populistas (becas, subvenciones, bagatelas…) que ha adoptado, o adoptará, su Gobierno para que la población no se interese por la política. Una lectura premiosa de cifras y datos destinada a reducir la política, la vida democrática de España, a llenar la barriga de los insatisfechos fue la esencia del discurso de Zapatero. Ahí está sintetizada la concepción política del socialismo español. Es una versión singular de la política franquista. Todo es bueno menos aceptar que exista la oposición. Todo es admisible para Zapatero, para el Gobierno socialista, excepto aceptar que hay una opción política diferente, que representa a la mitad de la población. La oposición para Zapatero es un adorno. Él y los nacionalistas se bastan para determinar el presente y el futuro de España. La oposición, pues, tiene que tragar lo que impone el socialismo o a la caverna.Además, por si no hubiera quedado claro que su objetivo es ocupar todo el espacio político, insistió con desfachatez revolucionaria, o sea antidemocrática, en que son necesarias «nuevas reglas institucionales». La vida política concebida como la posibilidad de alcanzar acuerdos, consensos y compromisos, con la oposición, o sea, con el PP para resolver problemas, ha sido definitivamente asesinada por Zapatero.Rajoy ha hecho un discurso parlamentario de esos que no conmueven gran cosa a la población ni al gobierno. Ha señalado “incertidumbres” y hechos “preocupantes”, o “alarmantes”, o lo que sea, en un buen discurso para circunstancias normales. Pero los tiempos no son normales. Porque no es normal que un gobierno colabore con una organización terrorista y esté liquidando la Constitución de acuerdo con ella y con los separatistas.No es normal que un gobierno democrático diseñe un plan de alianza con las dictaduras y dé premios al terrorismo islámico, bautizándolos a todos como “civilizaciones”, con la misma descarada perversión del lenguaje con que llama “proceso de paz” al proceso de destrucción de la ley. No es normal que un gobierno intente dar por cerrado el más grave atentado de nuestra historia, en el cual casi todos los implicados son confidentes policiales y otras personas controladas por unos policías que habían abandonado esos controles justo antes del atentado; unos policías cuyo comportamiento en relación con las pruebas y la justicia resultan cuanto menos extrañas; un atentado, en fin, al que debe el poder ese mismo gobierno. No es normal que desde el poder se esté presionando para silenciar las voces críticas o desacreditar a las víctimas más directas del terrorismo, o realizando detenciones ilegales…Ni tantas otras cosas, estocadas a la democracia, a las que Rajoy responde con alfilerazos, tal vez porque no se percata con claridad de la situación. Como tampoco se percata de estar lidiando con el partido de los “cien años de honradez”, con el partido del GAL y de Filesa, nunca retractado, ni regenerado… Y al cual, por tanto, no puede arrebatar la iniciativa.El Iluminado, más habilidoso y eficaz, ha hecho un canto a sus logros económicos.. Ha hablado, en abstracto, de “un ciclo de crecimiento”, como si el mismo no tuviera relación con la política económica de Aznar, lo único que no ha variado sustancialmente el gobierno actual. Zapatero ha desplegado toda una amplia batería de buenos datos macroeconómicos y de empleo que, por supuesto, son reales. Pero es que esos grandes resultados de los que se siente tan orgulloso nuestro flamante presidente del Gobierno en realidad no le corresponden a él, sino todo lo contrario. Son el fruto de la gran labor en política económica desplegada en los ocho años de Gobierno del PP, no de una política económica emanada del Ejecutivo socialista que ha brillado por su ausencia. Todo ello es, ni más ni menos, que la herencia recibida por los socialistas de sus antecesores en el poder.Negros nubarrones se ciernen sobre la alternativa democrática de España, que, aunque no muy eficaz, es el PP. Rajoy compartiría con ZP los halagos de una opinión pública narcotizada y ovina, que, según dicen las encuestas, se embaula toda esa palabrería soviéticozapateril de la “paz” como una tortilla de Lexatin, para amodorrarse a gusto ante la televisión a la hora de la siesta, que son todas. ¿Y cómo puede apoyar Rajoy ese “proceso de paz”? Pues hablando poco de él en el Parlamento. Cuanto menos, mejor. Todo menos convertirlo en el eje de la política de oposición, precisamente porque debería serlo.Decir que Zapatero lleva más de dos años haciendo oposición desde el Gobierno no es una forma de hablar, es el modo más certero de definir el modo en el que el presidente entiende el mandato de las urnas. Desde el mismo 14 de marzo de 2004, Zapatero –y todo su gabinete en comandita– han tenido una única y extraña obsesión: el Partido Popular, o, mejor dicho, los años que esta formación estuvo en el Gobierno. El «ajuste de cuentas» con el pasado ha sido integral. Se han decidido a ganarle las elecciones a Aznar de un modo póstumo, ya que la historia les birló esa tan esperada recompensa.Desde los muertos del Yak-42 a la revisión de las cifras de crecimiento, el Gobierno sólo parece empeñado en demostrar lo calamitosos que fueron los años de Aznar. Es decir, el punto principal e inamovible de la agenda Zapatero ha sido denunciar todo aquello de lo que fue incapaz mientras se sentaba en los bancos de la oposición.Aunque él y sus muchos padrinos mediáticos piensen lo contrario, no parece que esta curiosa estrategia esté surtiendo el efecto deseado. El PSOE, con todo a su favor, se encuentra estancado en esperanza de voto, en empate técnico y sin posibilidad de obtener la ansiada mayoría absoluta que le daría la tranquilidad del rodillo, ese bendito instrumento que tan intensivamente utilizaron durante el felipismo.El debate sobre el estado de la Nación de ayer no hizo más que confirmar un hecho que va calando entre los españoles. A Zapatero no le interesa la Nación, le interesa el PP, o, afinando, que el PP no vuelva a gobernar jamás. Para ello, en lugar de administrar el poder equilibradamente y sin aspavientos, se ha concentrado en demoler todo lo que hizo Aznar y en airear escándalos caducados, cuando no inventados.Al presidente no parece importarle que la inmigración clandestina se haya desmadrado, pero sí resaltar que, hace un lustro, esta lacra también existía. Ni le va ni le viene que la imagen de España en el concierto de las naciones civilizadas haya empeorado, pero sí recordar que Aznar apoyó la intervención en Irak. No le interesa que los estatutos de Cataluña y Andalucía sean sendos fracasos que han partido a la ciudadanía en dos, pero sí bucear en el pasado y traerse de vuelta lo que Alianza Popular (un partido que ya no existe) hizo hace 27 años.Buena parte de la dilatada intervención de Zapatero se ha consumido en una interminable letanía sobre lo mal que estaba gobernada España hace cuatro, seis o diez años. Sobre el estado de la Nación, objeto del debate, poco y administrado en consignas que emanaban el inconfundible aroma de la casa. Sobre el futuro de la Nación, nada. La solidez de un gobierno que se lanza al cambio de régimen sin contar siquiera con mayoría absoluta se basa en las infinitas tragaderas y en la inconmensurable inconsciencia de consentir, canalizar, y aun espolear, los planes destructivos de pequeñas formaciones políticas territoriales que han hecho de la subasta, remate y liquidación del Estado su razón de ser.Ante semejante panorama es lógico que el debate haya dado tan poco de sí desde el punto de vista puramente político.Zapatero, no obstante, ha conseguido su objetivo. Ha regalado a los medios adictos a Ferraz los cuatro eslóganes que sus noticieros precisan, salpimentados con el siempre efectivo recuerdo a la guerra de Irak o la resultona alusión a la dictadura franquista. A un parlamentario mediocre, titubeante e insípido no se le puede pedir más. A un presidente de Gobierno nefasto tampoco. Ha salvado la ropa con la marrullería habitual ante la impotencia –por no decir inoperancia– de una oposición acomplejada y modosita, siempre pendiente del que dirán.En fin, la gran aportación del presidente del gobierno al principal encuentro político del año ha sido recordar que Alianza Popular no se sumó al consenso estatutario catalán en 1979. A continuación, el depositario de las siglas del guerracivilismo, el paladín de la memoria histórica hemipléjica, el rostro del sectarismo, se ha congratulado por la moderación de la derecha española desde la Transición. De la infamante negociación con los etarras nunca más se supo. Ni de un lado, ni del otro.

    30 noviembre -0001 | 00:00

  4. Dice ser Infraconsciente

    Bueno, bueno, tampoco sobrevaloremos la importancia electoral del debate.Creo que tiene usted razón, Zapatero estuvo mejor. A Rajoy le ví cohibido y menos brillante que otras veces. Rajoy no es hombre de disimulos ni dobleces. Estaba incómodo y no tuvo un buen día. El presidente preparó mejor el debate.Las elecciones generales todavía están lejos, supongo, y lo que pasa en el Parlamento no tiene mucho que ver con lo que ocurre en la calle.

    31 mayo 2006 | 09:50

  5. Dice ser sirlein

    Ante los datos, las mentiras quedan descolocadas.Antes las exgaeraciones, una verdad duele mucho.Rajoy, El mundo, y demás actores políticos, deben buscar una estrategia mas veraz, dado que ni España se rompe, por que ERC y PP votan juntos por el No al estatut, ni Zapatero se rinde ante ETA, cuando los jueces siguen siendo eficaces y no hay kale borroka.A la derecha la queda mucho naufragio e la oposicion, si siguen la pauta de cierto/s medios de comunicacion afines.

    31 mayo 2006 | 10:03

  6. Dice ser Felipe Punto G

    Hilario, de ideas fijas y alucinadas.

    31 mayo 2006 | 13:40

  7. Dice ser D.M.

    Hilario, has estado cuatro horas escribiendo eso. A mi me ha bastado tu primer parrafo para dejar de leerte. Para siempre.¿No es irónico?Y recuerda, cuanto más chillen sus rencores los políticos de la derecha, más dura será la caída en el 2008.Y yo estaré ahí para recordártelo.

    31 mayo 2006 | 17:54

  8. Dice ser Peatón

    He seguido relativamnete de cerca el debate sobre EL ESTADO DE LA NACIÓN y he llegado a la conclusión de queLA NACIÓN ESTÁ EN ESTADOEl embarazo presenta algunas complicaciones de no muy buen pronóstico y el ZPadre de la criatura no se entera muy bien de que pueda dar de sí el embarazo. Embriones y fetos como los Estatututos, el control mediático, la amenaza a algunas libertades, la política exterior ( perdón, de esto no hay), la inmigración incontrolada…No sé yo como resultará el parto. De momento en el Congreso se han oido bastantes paridas.

    01 junio 2006 | 12:15

  9. Dice ser Vermudo

    Videos demoledores y fotos exclusivas en http://somoslaresistencia.blogspot.com

    02 junio 2006 | 22:05

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