Sí, he ido al cine y he pagado 5 euros por ver High School Musical 3. Os mentiría si dijera que no pasé un rato entretenido, pero os engañaría aún más si os dijera que es un peliculón. Es lo que es: una peli para preadolescentes y punto.

Mi hija de 6 años y sus amigas estaban locas por ir a verla. Así que el viernes, la recogí del cole y me fui a la sesión de las 16.25 a toda velocidad, porque a esa hora el cine está medio vacío.

Las amigas de mi peque, en cuanto escucharon el plan se apuntaron, y sus padres, muy listos ellos, dijeron la ya mítica frase: «¿No te importa que se vayan contigo? Luego las recogemos». Así que me llevé a la mía y a las otras dos, personalmente no me importó, incluso creo que me lo pasé mejor porque vinieron ellas, ya que mi marido (que también entró en el cine) se pasó toda la película repitiendo lo mala que era. La verdad, tenía razón, pero estar más de una hora oyendo eso es un poco cansino.

Yo me tiré toda la peli fijándome, como no, en los modelitos de las protagonistas. Sharpay (Ashley Tisdale) y Gabriella (Vanessa Hudgens) lucen gran variedad de modelitos, muchos de ellos de lo má cantosos y con el rosa como el color estrella.

Bueno, este fue mi súper plan del viernes. ¿No os doy envidia, verdad?