Cuando los conquistadores españoles descubrieron América (una América que ya había sido descubierta miles de años antes por sus nativos, dicho sea sin ánimo de molestar) su primer contacto con el tabaco fue cultural. Uno de los integrantes de la comitiva de Colón, llamado Rodrigo de Jerez, tuvo la primera experiencia con el tabaco, tan sólo dos meses después del desembarco. Como veréis, el conocimiento de un nueva droga se propaga con celeridad, tanto hoy como entonces.
Cuenta la historia que, enviado por el almirante a negociar con el cacique de una tribu, los nativos ofrecieron a Rodrigo, como un presente, un “zurullo” de hojas que prendieron con un tizón encendido, haciéndole gestos de que aspirara profundamente el humo. Debió de darle unas caladas tan tremendas que, al poco, el conquistador estaba conquistado en el duro suelo, adormecido y aturdido del subidón de humo y nicotina. Rodrigo desde aquella experiencia se convirtió en un adicto (dicen los expertos que el poder adictivo del tabaco es mayor que el de la heroína: a partir de los dos o tres cigarrillos) costumbre que a su vuelta a España le costó un buen disgusto, pues el Santo Oficio lo envió a prisión, tras haberlo confundido con alguien poseído por el diablo, al ser sorprendido expulsando un humo extraño por la boca, con los ojos entrecerrados de puro placer. Del placer del puro.
Los aborígenes de unos cientos de kilómetros más arriba, fumaban el tabaco en pipa como un elemento ceremonial más, entre otras cosas para establecer acuerdos de paz. (Meditación para hoy: ¿Por qué nosotros empleamos la frase de “está que fuma en pipa” para describir el ánimo cabreado de alguien, cuando los indios “fumaban en pipa” cuando estaban precisamente más calmados y sociables?)
Hasta los días de nuestros bisabuelos y abuelos, el tabaco seguía teniendo una función social, los cigarrillos se llevaban contados en una pitillera, o se liaban a mano parsimoniosamente, alargando las veladas y sobremesas. Era imposible ser un fumador compulsivo debido a la propia mecánica del lento rito de liar el cigarrillo y fumarlo.
¿Qué cambió en los últimos setenta u ochenta años? Pues cambió que tomaron el mando las multinacionales. Y lo que era un tabaco puro, de color marrón, que se fumaba parsimoniosamente como el tizón del que hablaban los conquistadores, pasó a ser una mariconada de color pajizo, aromatizada de melazas, con cerca de quinientos aditivos colorantes, aromatizantes y edulcorantes, entre los que se encuentran sustancias para potenciar el poder adictivo de la nicotina, como es el amoníaco. El placer fue hábilmente enmascarado y sustituido por una droga, hasta convertir a los clientes hedonistas en esclavos drogadictos.
Ahora que muchos de vosotros estáis estos días sufriendo, tiritando de frío a la intemperie, haciendo el ridículo a la puerta de vuestro puesto de trabajo con un tizón encendido entre los dedos, con cara de culpabilidad, como apestados de la sociedad, ¿no creéis que las empresas tabaqueras se merecían también que las pusiéramos al relente una temporada, en castigo a los años de engaños e intoxicación dolosa de sus clientes, para que también ellas sientan el frío que hace ahí afuera? ¿Ese céntimo sanitario de los combustibles que algunas Comunidades autónomas han inventado para financiar la Sanidad, no podría salir de los bolsillos de los fabricantes que durante tantos años nos han estado engañando con falsos productos light, bajos en nicotina pero ricos en aditivos asesinos?
La diferencia es que los pringaos que lo consumen no se quejan cuando les aprietan las tuercas, y los envenenadores de las tabaqueras pondrían el grito en el cielo y amenazarían con la ruina del sector y el despido de sus trabajadores.El término «mariconada» puede resultar tan ofensivo como «judiada».
09 enero 2006 | 10:23
SeisTienes razón. Retiro lo de mariconada. Era puro lenguaje coloquial que a veces utilizo con amigos míos homosexuales a los que tampoco les importa utilizarlo. Pero tienes razón, no hay que andar enredando en asuntos tan serios.
09 enero 2006 | 10:50
Curiosamente el artículo enmendado del DRAE da por buena tu utilización (la tercera acepción ya incorpora el vulgarismo). Aún así, esa palabra la tengo en la misma saca que otras como «gitanada» o «merienda de negros».
09 enero 2006 | 11:52
Puestos a hilar tan fino, no entiendo como pasa desapercibida la utilización de la palabra PUTA en el título del artículo.
09 enero 2006 | 13:06
Hilemos mas fino todavía, no sé si debemos utilizar la palabra «cacique» ,yo conozco a muchos que se podrían sentir ofendidos ¿o no?
09 enero 2006 | 13:20
No hace falta remontarse a los abuelos o bisabuelos. En los años 60, aún había muchos hombres que preparaban sus cigarrillos con el tabaco ‘picado’ y el ‘librillo’. Mi padre, sin ir más lejos, que ahora mismo tiene 86 años.Y no gastaban tanta parsimonia: se liaban un pitillo en menos que lo cuento. Si no eran fumadores compulsivos (y yo conozco al menos a un par de ellos que sí lo eran), no creo que fuera por ese ceremonial que eran capaces de hacer con los ojos cerrados, sino porque seguramente en aquel tabaco no incluían las empresas tabaqueras tantos aditivos asesinos como incluyen hoy en día.Lo que realmente se merecen las empresas tabaqueras es que el Estado les exija que confiesen por detalle y por escrito (es decir, en cada cajetilla de tabaco, en cada puro, en cada bolsa de tabaco para pipa, etc.) qué aditivos asesinos contienen todos y cada uno de esos productos que nos venden por tabaco.
09 enero 2006 | 13:57
niNunca yo creo que sí ,te remontas a abuelos y bisabuelos, tu padre si tiene 86 años puede ser tranquilamente abuelo ,con muchisimas posibilidades bisabuelo y si me apuras un poco tatarabuelo ¿no crees ?
09 enero 2006 | 14:22
Que putada y mariconada lo del lenguaje politicamente correcto. Es de caciques.
09 enero 2006 | 15:40
Pues lo peor es que hoy me he enterado de que la tocapelotas de sanidad nos prepara una ley similar, esta vez para el alcohol.Prohibida la venta (aunque supuestamente ya lo está) a menores de 18 años, sancionando a los establecimientos y/o consumidores.¿Cúando se darán cuenta que así la gente lo que hace es hacerlo todo de manera clandestina y más a gusto, por el morbillo del riesgo?Solo van a favorecer la aparición de mafias y el incremento del comercio exterior (es decir, los chinos de toda vida)
09 enero 2006 | 16:25
«Mariconada»…y es que, a veces, traiciona el subconsciente y sale parte del verdadero talante, ese que está por ahi escondido, detrás del personaje que interpreta a un hombre de izquierdas, con mente abierta y espíritu tolerante…
09 enero 2006 | 18:29
Bueno, Manuel Saco, si fuera hombre, hoy, me sacaría el sombrero para saludarte y felicitarte por tu comentario, por la idea de las tabacaleras y por usar el término maricón en el verdadero contexto que le corresponde, sin veladuras ni subterfugios…No me desilusiones…
09 enero 2006 | 18:40
Para Ana: Mariconada, solo tiene cabida en un contexto puramente MACHISTA y es propio de un lenguaje MACHISTA. Presumo que ese pequeño Saco disfrazado de demonio, esta vez, ha ganado la partida al Saco disfrazado de angelito romántico defensor de derechos y libertades.
09 enero 2006 | 19:31
Tengo unos amigos propietarios de uno de los, para mi, mejores restaurantes de España que son pareja. Una vez un cliente bastante relamido les preguntó con marcado retintín: «¿Ustedes son gays, verdad?». A lo que mi amigo contestó sonriendo: «No, nosotros somos maricones».
09 enero 2006 | 19:36
Maripili:Perdóname, pero Saco dice: «Hasta los días de nuestros bisabuelos y abuelos…».Sí, mi padre es abuelo, pero obviamente no el mío:-). Y Saco es más o menos de mi generación.
09 enero 2006 | 20:25
Perdón: Mariloli.
09 enero 2006 | 20:26
BustoYa expliqué al principio que utilicé el término “mariconada” en sentido coloquial. Incluso me disculpé por haberla utilizado porque, aunque está admitida por la RAE en la acepción exacta que quise utilizar, no es menos verdad que tiene una carga machista en su origen. El diccionario de la RAE define “Mariconada” (en su 2ª acepción) como “mala pasada, acción malintencionada o indigna contra alguien”. Para más abundamiento, yo que soy un cocinillas, suelo utilizar el término “mariconadas” para referirme a los entremeses muy elaborados y variados con que suelo comenzar mis convites. Y te aseguro que si alguna segunda lectura tiene este término sería, en este caso, un homenaje a los homosexuales que conozco, gente culta y exquisita, amante de los detalles.
09 enero 2006 | 21:11
Aunque el tema de hoy, que puede ser «Drogas y sociedad», es muy serio y daría para «sesudos» comentarios, no lo voy a hacer porque los comentarios anteriores son tan divertidos que me han hecho llorar de risa y no los quiero estropear.Gracias por vuestro buen humor
09 enero 2006 | 22:26
Pues si, llevás razón: está en el diccionario, aunque realmente, si nos atenemos a la acepción, no tiene nada que ver con el tema del tabaco.Un saludo.
10 enero 2006 | 14:02
Me has desilusionado.Es algo LIGHT aceptar la objeción de machista para la cuestión: sabes perfectamente que es mucho mas que eso. A los defensores a ultranza ya ni les contesto. Ser políticamente correcto es tu nuevo tope de valores?
10 enero 2006 | 16:03
Podremos librarnos de los malos humos pero de la mala leche…
10 enero 2006 | 18:54
Los niños caprichosos por lo general no quieren tomar la leche que les daría alimento, y cuando los tienen a mano, reemplazan el alimento por los humos que en estos días se acaban de pro-hi-bir en espacios comunes.Del mismo modo…Y en cuanto a librarse de la ley o de la madre nutricia, cuando las familias están bien hechas, no tienen éxito en sus pretensiones y esto les posibilita madurar mas adelante. Pero está visto que no siempre ha ocurrido así, y de ahí…es lo que hay.
10 enero 2006 | 21:52
Los niños caprichosos por lo general no quieren tomar la leche que les daría alimento, y cuando los tienen a mano, reemplazan el alimento por los humos que en estos días se acaban de pro-hi-bir en espacios comunes.Del mismo modo…Y en cuanto a librarse de la ley o de la madre nutricia, cuando las familias están bien hechas, no tienen éxito en sus pretensiones y esto les posibilita madurar mas adelante. Pero está visto que no siempre ha ocurrido así, y de ahí…es lo que hay.
10 enero 2006 | 21:52
Don Manuel,La verdad es que admiro su buen talante: para justificar una Ley absurda que coarta la libertad, terminal echando la culpa ¡a las propias tabaqueras!. Me encanta fumar puros de vez en cuando y echo de menos mi pipa, a la que tuve que renunciar ha algún tíempo.1.- Si es malo el tabaco que lo prohiban como el LSD, heroína, etc. Quizás lo malo sea el tabaquismo (ya ve, otro –ismo), y no unas cuantas hojas enrolladas.2.- Si el motivo es “por los fumadores pasivos”, también soy un “fumador” pasivo de los tubos de escape: ¿por qué no prohiben/restringen la circulación de vehículos a motor?3.- Si el olor del tabaco de mi vieja pipa (tabaco aromatizado con caco y vainilla), es molesto, yo tengo que soportar efluvios de gas metano de otros. ¿Y no se hacen leyes para regular esto…?4.- Legalmente, va a estar más penado fumarse un pitillo en un parque infantil que darse un chute de heroína…En fin, las contradicciones de nuestro tiempo, como tantas otras.
11 enero 2006 | 10:18
Quien fume que se atenga a las consecuencias,pero que los que se llaman progresistas qu no vengan diciendonos que fumar es poco menos que entrar en una casa 8 tios e intentar robar todo lo que se encuentran.Fumar puede matar…y currar 12 horas para pagar la hipoteca puede matar tambien.Que se dejen de cortinas de humo y empiecen a gobernar,no a meterse en el tren y como va a doscientos por hora dudo que se pare en estos primeros casi dos años de mandato.No me figuro a bogart sin un pitillo en la comisura de los labios,para que el idiota de los toreros muertos en LA CUATRO venga haciendo chistes malos sobre el tabaco,cuando se ha metido de todo
17 enero 2006 | 19:21