Una radiante recién casada china tuvo un error imperdonable a la hora de consumar su matrimonio, se confundió de pareja y tuvo relaciones sexuales con el padrino del enlace. Pobrecilla, las habitaciones estaban pegadas y eligió la puerta equivocada. Raro, raro, raro (como pronunciaría muy bien el doctor Iglesias Puga).
Vale que eran las tantas de la madrugada, que quizás iba un poco achispada tras la celebración, incluso medio dormida. Pero, ¿tanto como para confundir a su chico con otro joven? Por muy a oscuras que esté el cuarto… suena un poquito a cuento chino (me venía como anillo al dedo). Y mientras, el prometido durmiendo el sueño de los justos pared con pared. ¡Vaya toalla!
Según informan varios medios de comunicación, cuando la chica se despertó y se dio cuenta de quién dormía a su lado, salió de la habitación despavorida y corrió por toda la casa gritando: «¡Ayuda, me han violado!« Tal debió ser la vergüenza que no se lo ocurrió otra cosa mejor. Hija, explica que ha sido un error y no le cargues con algo tan gordo al padrino. Eso sí, el amigo también tiene lo suyo porque no hizo ascos a la nochecita de placer. Debió pensar: «¡Que me quiten lo bailao!»
Tras la absurda confusión, los familiares de la pareja denunciaron al padrino ante las autoridades, exigiendo una multa de 20.000 yuanes (alrededor de 2.500 euros). Los abogados del ‘amante nocturno’ indicaron que no había hecho nada malo y que no iba a pagar ese dinero. Al final, un tribunal de la región de Guangxi sentenció que el error era de la chica y el joven no era culpable de violación, ya que la relación había sido consentida por ambas partes (bueno, una de ellas un poco a ciegas ¿o no? ¿Quién sabe?).
La próxima vez que la señorita Huang tenga sexo con su marido seguro que lleva una linternita para comprobar que no le dan gato por liebre.
