Entradas etiquetadas como ‘anibal’

Los elefantes de Aníbal

Aníbal Barca, el general cartaginés que plantó cara a la todopoderosa Roma un par de siglos antes del nacimiento de Cristo, es recordado, entre otras cosas, por el uso bélico los elefantes.

Pese a ello, las dudas sobre los paquidermos cartagineses son muchas. Lo único que parece claro que sus particulares jinetes (al menos los primeros) eran indios, de donde quizás también procedían los animales. No en vano, los elefantes indios eran más pequeños y dóciles que los africanos.

Sin embargo, tal y como se cuestionaba hace unos años The New York Times, llevar un ejército de elefantes desde Asia hasta Cartago (actual Túnez) es cualquier cosa… menos fácil.

Se ha especulado mucho, incluso que algunos elefantes fueran criados en cautividad en Egipto y de ahí, trasladados a Cartago, pero hasta ahora la teoría que tiene más fuerza es que el general cartaginés se hizo con una subespecie de elefantes que habitaba en la cordillera del Atlas (en la zona de Marruecos y Argelia).

Se trataría de unos elefantes pequeños, al estilo de los indios, que se habrían extinguido a medida que la zona se fue volviendo más y más árida.

Un arma casi perfecta

Juan Eslava Galán, en su obra Yo, Aníbal, narra las peripecias del hijo de Amílcar Barca desde el punto de vista de Aníbal.

Subraya en ella el temor que infundían los paquidermos con su propia presencia, lo útiles que eran a la hora de cargar contra las tropas enemigas y las tácticas que usaron los romanos para contrarrestar este arma casi infalible. Algunas fuentes, sin embargo, creen que los elefantes fueron usados para transportar arqueros y que las cargas en la batalla eran poco frecuentes.

El jinete llevaba una maza y un escoplo que debía clavar en la nuca del elefante si éste perdía el control. Sin embargo, esto era inútil cuando el animal montaba en cólera tras la muerte de su dueño.

Para acabar con la hegemonía de estos animales, los romanos lo intentaron todo: soltar cerdos a su paso, encender antorchas y tocar «agudos trompetazos». No obstante, su talón de Aquiles eran otros dos, mucho más sencillos: la carga resultaba inútil si el enemigo se echaba a un lado y los animales eran especialmente vulnerables a las heridas en sus patas y en su trompa, con lo que bastaba con armar con hachas y lanzas a los guerreros para acabar con ellos.

Os dejo un breve documental de la BBC sobre los elefantes de Aníbal (está en inglés y no tiene subtítulos, pero sólo dura 3 minutos y se entiende bastante bien)

(FOTOS: antmoose y @rgs)

Envía el post:

http://www.wikio.es