Su novio le escondió un regalo y ella se lo comió sin querer

BecConsejo: «El romanticismo tiene sus riesgos»

Los hay que son muy románticos. El otro día, en Nueva York, un asiático se declaraba a su pareja en pleno Central Park y le pedía que se casara con él (anillo en cajita y cara de sorpresa+mano de ella en la boca incluidos). Los hay que son muy románticos, sí. No obstante, pese a lo que pueda parecer, el romanticismo entraña riesgos, como os decía en uno de los últimos BecConsejos.

El romanticismo a veces es perjudicial para nuestros estómagos, ya sea porque empalaga demasiado, ya sea porque tu pareja te ha metido un colgante dentro de un pastelito y tú no te das cuenta y te comes pastelito y collar, todo de una. Lo primero le habrá pasado a muchos, lo segundo le ha ocurrido a Wang Xue, protagonista de nuestra historia.

El novio de Wang Xue, el carismático y enamorado Xiao Li, de 22 años, cocinó un bollito especial para ella con motivo de su cumpleaños. En lugar de rellenarlo de chocolate o dulce de leche, decidió que lo ideal sería colocar un colgante de oro, en plan película de Hollywood. Podría haberle comprado una magdalena en Magnolia Bakery y la colección de DVD’s de Sexo en Nueva York pero prefirió hacer esto.

Desgraciadamente, a nuestro héroe Xiao Li se le torcieron sus planes, porque no contaba con que su novia iba a devorar el bollito especial tragándose también el carísimo colgante. Al parecer, lo que parecía una jornada inolvidable se convirtió en una de las peores fiestas de cumpleaños del día en Qingdao (en el este de China, como todos vosotros, expertos en geografía asiática, sabéis).

«Pensé que mostraría todo lo que la quiero y que sería un gesto simpático», decía el pobre, que no esperaba que su novia se lo comiera «de un bocado». «Tuve que decirle la verdad de camino al hospital», contaba a la prensa.

La joven, que tiene también 22 años, tuvo que ser intervenida para quitarle el regalo de su interior (¿tendría cabida en nuestro ranking de cosas raras sacadas del cuerpo humano?), pero eso no le ha quitado las ganas a Xiao de hacer chascarrillos. «Ya tiene el colgante de vuelta, pero no estoy seguro de que se sienta muy cómoda llevándolo, aunque pasé horas limpiándolo», declaraba.

PD: Me sé de algunos lectores a los que esta noticia de última hora se les va a atragantar.

PD2: Cuánto daño ha hecho Apu.

2 comentarios

  1. Dice ser maria b

    pero como hizo se trago el pastel de un bocado? no noto que habia un golgante dentro con cadena supongo? que extraño desde luego pero bueno estas cosas pasan…

    29 septiembre 2011 | 18:29

  2. Dice ser Lacista

    Pues yo tengo una teoria con los chinos.

    -Mayoritariamente comen mucho arroz.
    -El arroz estriñe.
    -Al ir todo el dia estreñidos por culpa del arroz les cuesta mucho trabajo defecar (cagar).
    -Al hacer tanta fuerza tan frecuentemente la cara se les comprime con el esfuerzo.
    -Con el tiempo y las generaciones, las caras se les han quedado así de hacer fuerza para cagar.

    Si o si???

    proverbio chino.
    No hay placer mas exquisito, que cagar bien despacito.
    Ya se recochinean y todo.

    Ah y lo de las olimpiadas ni caso, es una tapadera para DOMINAR EL MUNDO con su arroz y sus cosas de plástico.

    29 septiembre 2011 | 22:15

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