Muchos de vosotros habéis oído hablar del famoso asalto al tren de Glasgow, o la más reciente fechoría del electricista vengativo que robó el Códice Calixtino de la catedral de Santiago de Compostela. Hasta es muy posible que hayáis visto muchas películas de ladrones de guante blanco como El secreto de Thomas Crown, La trampa o The Italian Job. Sin embargo, apuesto un sestercio a que pocos os habéis encontrado con un caco tan patoso como el protagonista de este post. Un auténtico genio del ‘anticrimen’.
La policía de Townsville, estado de Queensland (Australia), ha colgado un vídeo en el que un hombre enmascarado intenta llevarse por las bravas el cajero automático de una gasolinera. Hasta aquí, un robo clásico.
Lo más original de este caso, que recuerda mucho, por su torpeza, al del muchacho que sufrió el ‘ladrillo bumerán’, es que el ratero no se paró un momento a pensar y actuó atolondradamente. Un error de bulto para todo ‘as del hurto’ que se precie. Así que después de una escena que firmaría el mismísimo Luis García Berlanga, el chorizo se quedó compuesto, sin caja y entre rejas (fue cazado por el número de la matrícula de su pick-up).
PD. Estad atentos a la banda sonora de la pieza. La policía de Townsville cuida todos los detalles. ¡¡¡Unos hachas del humor!!!
(Foto: QueenslandPolice / YOUTUBE)