Hace días que tengo grabadas las imágenes que os voy a mostrar. Esperaba eso que quienes nos dedicamos a esto llamamos ‘percha’, o sea, un acontecimiento que justifique hablar del asunto. Y la verdad es que no he tenido que esperar mucho.
Un hombre ha muerto en Salamanca, arrollado por un tren en un apeadero. Desconozco los detalles y no me interesan.
Lo que es cierto es que los peatones, a veces, pecan de exceso de confianza y cruzan por los pasos a nivel cuando las barreras están bajadas y las luces avisan de que no se puede pasar.
No lo digo yo, lo podési ver todos:
Pueden ser las prisas o el hecho de haber esperado tantas veces a trenes que nunca llegaron, no lo sé. Pero llega el día en el que un descuido, o la mala suerte, hacen que gestos que hemos repetido miles de veces a diario sin mayores consecuencias, se tornen fatales.
El debate sobre los pasos a nivel en la ciudad y la necesidad de acabar con ellos para siempre, lo dejamos para otro día.
Precaución, amigo peaton, la vía es peligrosa.