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Pido disculpas a Adolfo Domínguez y a los lectores

En mi post anterior, el diseñador Adolfo Domínguez y yo fuimos víctimas de una broma, muy bien urdida, por cierto, en la que se acusaba al diseñador de haber aceptado el encargo del rediseño del uniforme de la secta racista Ku Klux Klan. Bueno, yo fui víctima y a la vez verdugo, haciendo leña, injustamente, de un árbol que no había caído, dando por cierta una falsedad, aunque ese no fuese mi propósito.

Vayan por delante, pues, mis disculpas para Adolfo Domínguez en primer lugar, y a los lectores de 20Minutos después, por mi torpeza en la utilización de lo que solemos llamar en periodismo una fuente contaminada.

Pero, además, debo dar una explicación. Todo surgió cuando conocí la noticia de que el diseñador gallego se había apuntado a la moda ultraliberal, la faz del capitalismo más salvaje, de proponer el despido libre de los trabajadores, “sin trabas administrativas ni judiciales”, como una de las ocurrencias para la modernización del mercado de trabajo.

Como suele ocurrir con las buenas bromas, deben encajar como un guante en las circunstancias de sus víctimas. Y la inocentada del Ku Klux Klan era apenas un aprendiz de disparate comparada con la modalidad de despido propuesta por Adolfo Domínguez. Debo confesar a los autores de la broma mi admiración por el guión impecable que tejieron. Me hubiera gustado haberla inventado yo, siempre, claro está, que se hubiese quedado en el ámbito estricto de la cuchufleta.

Así que me castigo a escribir cien veces “Adolfo Domínguez jamás pensó rediseñar el uniforme del Ku Klux Klan”:

Adolfo Domínguez jamás pensó rediseñar el uniforme del Ku Klux Klan

Adolfo Domínguez jamás pensó rediseñar el uniforme del Ku Klux Klan

Adolfo Domínguez jamás pensó rediseñar el uniforme del Ku Klux Klan

Adolfo Domínguez jamás pensó rediseñar el uniforme del Ku Klux Klan

Adolfo Domínguez jamás pensó rediseñar el uniforme del Ku Klux Klan

Adolfo Domínguez jamás pensó rediseñar el uniforme del Ku Klux Klan

(continuaré haciéndolo a solas para no cansarles la vista).

Reitero pues, que de las dos acusaciones de simpatizar con una secta, la de los ultraliberales y la del Ku Klux Klan, sólo es cierta la primera.

Queda eliminado el post de la metedura de pata, y gracias a los que me comprendan.

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