El Pleno del Congreso aprobó hoy, con los votos a favor del PSOE, PP y CC, el proyecto de reforma del Estatuto de la Comunidad Valenciana. Es un alivio para los valencianos que la derecha haya firmado. Así se libran de un boicoteo a los juguetes, al arroz y a las naranjas valencianas, aunque por otro lado nos perdemos el espectáculo de ver a Rajoy pelando ante las cámaras de televisión un kilo de navelinas después de meterse entre pecho y espalda una paella marinera, diciendo con la boca pequeña que los boicoteos son una irresponsabilidad.
Con la crisis de las caricaturas de Mahoma, los ayatolás más integristas convocaron a sus fieles a un boicoteo contra los productos daneses, aunque todavía no sabemos con qué resultados. Los cavistas catalanes ya han contabilizado en un 6,6% el descenso de las ventas de cava por la consigna promovida por la ultraderecha españolista contra los productos elaborados y fabricados en Cataluña. El mismo integrismo prendiendo en las mentes más primarias.
Hubo en la historia otros boicoteos más pintorescos, como el derivado de aquella disparatada y frustrante desamortización de Mendizábal en 1836, mediante la cual se confiscaban los bienes (inmensos, por cierto) de la Iglesia, la mayoría improductivos, con la vana pretensión de crear una clase media agraria propietaria de sus tierras, además de conseguir fondos para financiar la guerra carlista. O viceversa. El caso es que la Iglesia boicoteó, con escaso éxito, la compra de esas tierras por la burguesía liberal, vetando la entrada a sus iglesias a los pérfidos compradores, prohibiéndoles la administración de la comunión e impidiendo que se dispusieran funerales por sus almas. Perseguidos hasta después de la muerte: eso sí es odio integrista, y lo demás son coñas marineras.
Siguiendo con la historia, el 9 de septiembre de 1932 se aprobó el Estatuto de Cataluña, con una bronca igual de desagradable que la que tienen montada hoy los líderes sentados a la ultraderecha de dios padre, o sea, el insufrible. Y ya entonces el ambiente había sido caldeado con una campaña contra los producto catalanes. El cartel que os reproduzco, si no fuese por el estilo literario tan característico de entonces, parecería salido de las vietnamitas del PP (bueno, en realidad dudo de que estos señoritos hayan visto una vietnamita en su vida). Tiene pie de imprenta, como era preceptivo, de un tal Ramiro Gómez, de Talavera. Por si no lo leéis bien, os reproduzco la soflama, con su puntuación y acentuación originales:
¡ESPAÑOL!
¡Guerra al Estatuto catalán!
En tanto que el intelectual, el obrero y el profesional castellanos, no podrán ejercer cargos en Cataluña, los catalanes podrán hacerlo en toda España.
¡¡ESO ES EL ESTATUTO CATALÁN!!
Mientras las contribuciones e impuestos, graven hasta el límite a los demás españoles, los catalanes, sonreirán magníficos, ante nuestra muerte económica.
¡¡ESO ES EL ESTATUTO CATALÁN!!
¡COMERCIANTES! ¡PUEBLO!
Hasta no saber a qué ateneros, no compreis productos catalanes.
Mientras para Cataluña salieron millones y millones de pesetas y para esa Región, se dictaron leyes proteccionistas, Castilla sucumbía, por falta de toda protección y auxilio.
En este comercio, no admitimos visita de viajantes catalanes o que representen casas catalanas, interin no sepamos el resultado de la discusión del ESTATUTO.
No tengo datos del resultado del boicoteo. Sí sé que cuatro años después la extrema derecha golpista se salió con la suya.
¡Qué dice usted de vietnamitas D. Manuel! si los que manejan las fotocopiadoras en el PP, como el Tejada, se han hecho millonarios.
10 febrero 2006 | 09:55
Don Manuel,No olvide una cosa muy importante: el crimen o delito es tal, lo cometa una persona física o jurídica, o el Estado. Así un un asesinato o robo es un crimen lo haga un Fulano o el Estado con o sin Ley (como la pena de muerte). Las desamortizaciones fueron simples y llanos robos. Hubieron otras desamortizaciones además de la de Mendizábal. Algunos de los beneficiosos efectos sociales de todas ellas fueron:- Aumento de latifundios y mejora económica de la burguesía campesina al adquirir esos terrenos.- Proletarización de los campesinos que trabajaban dichas tierras.- Pérdida de Patrimonio Histórico-artístico de incalculable valor.- Desastre educativo al desaparecer gran parte de órdenes dedicadas a la enseñanza como maristas, salesianos, jesuitas. Cientos de miles de niños quedaron sin escolarizar por falta de escuelas públicas suficientes.Gran parte del desastre educativo español de los siglos XIX y XX se debe a estas desamortizaciones.
10 febrero 2006 | 13:37
JohannesPor eso hablo de “aquella disparatada y frustrante desamortización”. No sé si tanto como para cargarle el muerto del desastre educativo español del siglo XX. Lo traía a colación, simplemente, por la curiosa manera de levantar boicoteos por parte de la Iglesia, jugando con la voluntad de su Dios, retorciendo su presunto poder para que “las cosas que atara en la tierra quedaran atadas en el Cielo”, abusando de su poder sobre las conciencias. Sobre aquel disparate de desamortización y, más aun, en cuanto al espíritu nada progresista que lo inspiró, todo lo que se diga es poco, por supuesto.
10 febrero 2006 | 14:18
«Con la crisis de las caricaturas de Mahoma, los ayatolás más integristas convocaron a sus fieles a un boicoteo contra los productos daneses».Ya nos gustaría que toda la furia integrista de los ayatolás se redujera a un boicot económico incruento y legítimo. Por lo demás, nada nuevo bajo el sol. Hasta la izquierda oficiosa, en consonancia con el islamismo, lleva años promoviéndolo contra Israel. La misma izquierda que defiende el derecho a blasfemar a cualquier escala mientras reduce la libertad religiosa al ámbito privado. La misma que calla ante la persecución de cristianos en el extranjero, como calló con la propia hace 70 años.http://justicia.bitacoras.com
10 febrero 2006 | 18:57
Joder Saco, si no te metes con la religión no eres nadie, a que no tienes huevos de meterte asi, en tus articulos con los allatolas y mahomas de turno. Lástima que mas de tres de esa religión que tu tachas de todo… perdieran su tiempo enseñandoté a leer. En fin… como dijo Withgenstein: «de lo que no se puede hablar mejor callar».
11 febrero 2006 | 10:36
Irich, caña con Saco, su enfermedad no le deja tratar los temas con mucha claridad..
13 febrero 2006 | 13:06
¿El anticlericalismo decimonónico no está un poco desfasado?.Le tengo por persona con la cabeza «bien amueblada», pero eso de atacar a la Iglesia Católica me suena más a Ayatolahs descerebrados lanzando soflamas contra los infieles
17 febrero 2006 | 10:32
Entre este boicot del 32 y el actual nos separan 74 años y sin embargo las razones son las mismas y las impulsan gente con las mismas ideas que entonces. Desde luego la derecha española tiene fama de retrógrada y cavernícola ni tan siquiera son capaces de aportar razones nuevas e incluso en los textos de hoy favorables al boicot se leen las mismas palabras.
18 febrero 2006 | 07:03
Tiene Ud, razón, Algunos están empeñados en revolver la mierda para que al oler mucho más puedan sacar tajada. No en vano, la derecha más derecha de este pais (llamado España) que actuan como auténticos nazi_onalistas y con unos principios totalmente fascistoides lleva propugnando el boicot a productos españoles desde hace unos 3 años con plataformas tipo «Omnium Cultural», «Productes de la terra», etc, etc.Todas ellas reciben jugosas subvenciones del Gobierno Nazionalsocialista del Tripartito catalán
18 febrero 2006 | 08:39
Me sorprende que 50 años después sigamos pensando que la derecha se alzó sin motivo alguno, para después instaurar 40 y tanto años de dictadura. Los que hemos militado en partidos izquierdistas, hoy sabemos que fue la izquierda la que primeramente se alzó contra la república. Claro que podemos seguir achacando todos los males a la derechona carga.
22 febrero 2006 | 16:32
Vaya nido de fachas carcas. Para hacer las maletas.
24 febrero 2006 | 15:04
Han pasado más de tres meses de la fecha en que parece estar publicado este artículo. Una amiga me mandó el cartel y pensé que era falso. Por eso busque en internet y encontré esta página.Está claro que entre el Nacinal Sindicalismo y el Nacinal Socialismo, este país llamado España nunca será una verdedara democracia.El voto de los nacinalistas no cumple aquello de «un hombre, un voto».Miserias de la vidaBueno, suerte y a trocear el mundo
15 mayo 2006 | 03:32
Estos boicots alimenticios a mi no me resultan, una vez, enfadada por lo que Rodríguez Ibarra dejo ir sobre los pobres catalanes -y catalanas, supongo- quería negarme a comer jamón extremeño, pero… está tan rico!!! Es como cuando me enfado con alguien y pienso ‘no le hablaré’, pero como soy charlatana ‘de mena’, no consigo perserverar en el boicot.
22 mayo 2006 | 15:37
Lo que no entiendo es de qué se extraña nadie. La «objetivísima» cadena de televisión madrileña, Canal7, emitió en sus editoriales varias horas diarias un mensaje recomendando a sus oyentes el boicot de todos los productos producidos en cataluña. También, otra cadena de radio «imparcial», La Cope, dedicó muchos dias a dar el mismo consejo.No hay nada nuevo bajo el sol, esperemos que por lo menos el final de todo esto en nuestra época no sea tan catastrófico como el de aquellos tiempos. Esperemos que Europa pueda contenerlos.
23 mayo 2006 | 01:34
Para júlia.Pero aunque te parezca sorprendente el resultado final ha sido un notable descenso en el consumo de varios prodcutos catalanes. La diferencia entre tu caso con el jamón ibérico y el otro es el grado de fanatismo. Cadenas como radio odio, digooo, La Cope, son enormemente influyentes. Pese a que esté probado que manipulan los datos de audiencia, La Cope es una emisora con una audiencia enorme.
23 mayo 2006 | 01:39
Para golpe el que dieron el PSOE y la esquerra en el 34 para derrocar al partido de derechas democráticamente elegido, menos mal que no les salió bien. ¡Menudos demócratas!
25 mayo 2006 | 15:47
El portavoz del Ejecutivo de Maragall, Joaquim Nadal, animó a consumir «productos buenos, vengan de donde vengan», a la vez que se hizo eco de supuestas «actitudes beligerantes» contra los productos catalanes. Por su parte, el consejero de Comercio, el esquerrista Josep Huguet, el mismo que hace pocos meses clamaba por lo inevitable de una «guerra civil» si no se aprobaba el Estatuto, anunció que su departamento piensa tomar medidas legales contra los que alienten un boicot comercial contra Cataluña. Un presunto boicot que, según el consejero, viene atizado por medios próximos a la derecha española.Huelga decir que nadie, absolutamente nadie; ninguna asociación, ningún colectivo, ninguna organización y, naturalmente, ningún periódico, ha pedido formalmente que se boicoteen los productos fabricados en Cataluña. Más bien al contrario, tanto el Partido Popular como infinidad de periodistas han rechazado de plano esa posibilidad. Esta, y no otra, es la realidad, por más que se empeñe Huguet en ver otra cosa. Por lo tanto, sus amenazas no sólo son inaceptables, sino algo propio de alguien que no está en sus cabales y a quien puede un anhelo desmedido de jugar al sempiterno victimismo nacionalista. Puede ahora, con los hechos en la mano, tomar las medidas que crea oportunas. Eso sí, antes de nada debería empezar a mirar quién y quiénes son los que, desde la propia Cataluña, llevan años organizando un planificado y sostenido boicot contra todos y cada uno de los productos que no están etiquetados en catalán.El boicot catalanista, que tiene como escaparate público una página web, lleva operando desde hace cuatro años con total impunidad y gracias a, dicho sea de paso, jugosas subvenciones públicas. En concreto, sólo este año, los promotores han recibido 548.000 euros, unos 90 millones de las antiguas pesetas, destinados a mantener un proyecto cuyo santo y seña es «compreu i no compreu». En la web se especifican las marcas que el «buen catalán» debe comprar y las que no debe hacerlo bajo ningún concepto. La campaña, orquestada desde una asociación cercana a ERC llamada Òmnium Cultural, va destinada, además, no sólo a la comunidad catalana, sino a ese invento de los Países Catalanes que engloba Valencia, las Baleares, parte de Aragón y el departamento francés de los Pirineos Orientales.Dice Huguet que promover un boicot contra los productos catalanes puede constituir un delito, en tanto en cuanto supone una discriminación por razón de origen. Evidentemente no se le cae la cara de vergüenza al consejero. La iniciativa del Òmnium Cultural, en su delirio por conseguir la perfecta cesta de la compra catalana, explica cuál ha de ser la compra de la semana, detallando los productos y marcas que deben figurar en ella junto a los que no deben ser comprados. Es, como bien apuntan sus promotores, un «boicot activo» en toda regla, destinado a obligar a todas las marcas a pasar por el aro y etiquetar los productos en una lengua cooficial en la región, pero que los catalanes no tienen el deber de hablar.Esto es lo que hay, mientras a los nacionalistas les ha faltado el tiempo para denunciar un boicot que, oficialmente, no existe, ignoran, o fingen ignorar, que la semilla de la discordia la plantaron ellos hace mucho tiempo. Se esmeran, en definitiva, en ver la paja en el ojo ajeno antes que la viga en propio. Es un viejo recurso nacionalista que, por abusar tanto de él, canta a la primera. Los que empezaron creando categorías diferentes de ciudadanos fueron ellos con sus delirios identitario-lingüísticos. Los que llevan décadas azuzando el enfrentamiento interterritorial sobre la demagogia más rastrera han sido siempre ellos. Que vengan ahora los que han pasado años insultando, denigrando, menospreciando y boicoteando activamente, a quejarse de lo mal que les trata el resto de España suena, cuando menos, chocante. Es la mercancía de siempre aunque, esta vez, se le ven demasiado las costuras.
28 mayo 2006 | 10:49