Un conductor francés ha sido acusado de pintar su Porsche de otro color para evitar una dura sanción, después de haber sido multado por exceso de velocidad y no detenerse a pesar de que la Policía le había indicado que lo hiciera. O_O ¡¡¡Se cubrió de gloria!!!
Hace unos días, la Policía gala utilizó un radar de velocidad para detectar a un automovilista que circulaba a una velocidad de 188 km/h en una carretera limitada a 80 km/h cerca de la localidad de Cournonsec, al suroeste de Montpellier.
Avisaron a una unidad de gendarmería cerca de la autopista de Poussan para que detuviera al infractor, pero cuando le indicaron que se detuviera, pasó ‘volando’ junto a ellos sin intención de frenar.
Sorprendidos por el vehículo, los agentes no pudieron perseguirlo ni siquiera conseguir su matrícula. Sin embargo, anotaron en su atestado que el coche era un deportivo Porsche 911 de color verde brillante, lo que hizo que fuera relativamente fácil de identificar, relata Odditycentral.
Sin embargo, cuando la única persona en la zona que conducía un Porsche verde se personó en la comisaría, los agentes se sorprendieron al descubrir que su flamante deportivo ahora era gris. o_O Había cambiado de color casi por arte de magia.
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¡¡¡Pillado!!!
Cuando se le informó sobre su presunto exceso de velocidad, el sospechoso de 40 años se quedó ojiplático y declaró que no podía ser el conductor que buscaban porque el día de la infracción se le pinchó una rueda y no pudo utilizar su coche.
Algo desconcertados por su cuartada, los policías continuaron con la investigación y al inspeccionar minuciosamente el vehículo encontraron restos de pintura verde en distintas zonas de la carrocería. ¡¡¡Cazado con el carrito del helado!!!
Tras confiscar el deportivo como prueba del delito, el ‘avispado conductor’ ahora se enfrenta a una dura sanción económica e incluso pena de cárcel.
La ley francesa establece que un exceso de velocidad de 50 km/h por encima del límite legal conlleva una multa de hasta 1.300 euros, así como la suspensión del carné de conducir. Además, por no detenerse negarse ante las señales de los gendarmes y poner en peligro la vida de otras personas, el caballero se arriesga a una sanción de 15.000 euros y hasta dos años de prisión.
(Foto: MiStr31 – PIXABAY)