Un mensaje en una botella salva a tres excursionistas de una muerte segura

Desde lo alto de una peligrosa cascada, en California (EE UU), el ‘SOS embotellado‘ llegó por fortuna a manos de los equipos de emergencia que, con ayuda de un helicóptero, salvaron a un hombre, su novia y un hijo. ¿Para cuándo la película?

Curtis Whitson, su novia Krystal Ramírez y su hijo Hunter buscaban un poco aventura en un recorrido de cuatro días por las vertientes de Arroyo Seco, un río en el centro del estado, el pasado junio, informa CBS News.

Ojiplática me he quedado.

Tras llegar dificultosamente a la cima de una cascada, de más de 12 metros de altura, buscaron desesperadamente una cuerda que habían visto allí años atrás, para poder descender y continuar el viaje, pero la soga había desaparecido. ¡¡¡Horror!!!

Los tres entendieron que no habría forma de bajar, y al mirar atrás, hacia el cañón por el que habían ascendido, se dieron cuenta de que tampoco por ahí podían salir porque se había inundado. Además, para añadir más tensión, sus teléfonos no tenían cobertura.

Como una última opción, y sin mucha confianza en que aquello funcionara, Whitson garabateó la palabra Ayuda (help, en inglés) en una botella de plástico, puso adentro una nota con la fecha y su ubicación y la arrojó a las turbulentas aguas del torrente, a la espera de un milagro.

Afortunadamente, otros excursionistas encontraron la botella, aguas abajo, y llamaron a los servicios de emergencia, que bien entrada la noche localizaron a la familia, aunque debido a la oscuridad no pudieron rescatarlos hasta la mañana siguiente.

Uno de los rescatistas indicó, que en sus 23 años de experiencia, nunca había acudido a un salvamento tras encontrar una petición de socorro en el interior de una botella. ¡¡¡Su ángel de la guarda hizo muchas horas extras!!!

PD. De regalo otro ‘mensaje botellero’ que también llamó la atención de medio internet o casi.

Un mensaje en una botella que ha recorrido 16.000 kilómetros

Si sois de los que, como yo, siempre pensasteis que lo de los mensajes en botellas que se lanzan al mar son leyendas urbanas al más puro estilo «hay un cocodrilo en mi alcantarilla», «el rey iba en un elefante una moto y me salvó» o «Ana Obregón se montó en un avión y…» (ays, no me acuerdo de cómo acababa este último); si no creéis en este tipo de correspondencia, os decía, este post os interesa.

Porque estaba Barbara Richards en la playa de Adelaida (no Heidi, que de eso ya hablamos el jueves, ni mi amiga Adelaida de Cádiz, sino Adelaida la localidad de Australia) cuando vio que algo brillaba en el agua. Donde otros veríamos un tesoro, ella vio un peligro para la salud pública: «¡¿A quién se le ocurre tirar una botella al mar?! ¡Esto Australia, no el río Segura!». De modo que la recogió para descubrir, estupefacta, que contenía un mensaje en su interior. Lee el resto de la entrada »

(Fotos: Cindi Barbour)

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