Arrestada por conducir borracha un carrito de golf junto a un espantapájaros

BecConsejo: «Que no te duela pedir perdón ni dar las gracias»

Según Florentino Pérez, hay personas que nacen «para jugar en el Real Madrid». Según lo veo yo, sin quitarle razón al presi, hay personas que nacen «para salir en el blog del becario«. El ejemplo más claro es Jacqueline Hamilton, una mujer de 59 años que protagoniza una de las historias más rocambolescas que hemos visto en las últimas semanas.

Jacqueline fue detenida el miércoles en Chesterton, Indiana (Estados Unidos) después de que la vieran conducir un carrito de golf de forma errática, acompañada de una botella de whisky y un espantapájaros.

Al parecer, Jackie había salido de una droguería y, como si estuviera paseando por la mexicana Isla Mujeres, montó en su carrito de golf. Obviamente, su carrito no tenía luces, si bien es un detalle que carece de importancia a juzgar por las eses que iba dibujando con las ruedas, según publica la prensa estadounidense.

La Policía la localizó y detuvo el vehículo. Según contó la detenida a los agentes, había ido a comprar la decoración de Halloween para sus nietos y tenía previsto echarse unos traguitos de whiskey junto a la lumbre. Un plan cualquiera para el miércoles por la noche, vamos.

Desgraciadamente para ella, los agentes notaron que su aliento apestaba alcohol… y que apenas se tenía en pie mientras hablaba con ellos. Le preguntaron si había bebido y ella admitió primero que sí, que había tomado alguna copa. Más tarde reconoció que llevaba diez en su cuerpo serrano.

Jackie fue detenida y el carrito de golf fue devuelto a su marido. Desgraciadamente no sabemos qué ocurrió con la botella de whisky ni con el espantapájaros. Si me entero de algo ya os voy contando.

PD: Este tipo de historias son dignas de capítulos en series como Me llamo Earl o Hope.

(FOTOberriehol)

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