Somos los últimos. Confirmado. No es por tirarme el rollo, pero me lo olía. Sony retrasa el lanzamiento de la PlayStation 3 en Europa nada más y nada menos que cuatro meses más. Este post podría haberse titulado perfectamente “La PS3 se retrasa en Europa o cómo arruinar a una consola que partía como vencedora en la batalla de la nueva generación”.
Sí deben tener problemas graves con los componentes del Blu-ray para perderse la campaña más importante del año en el mercado de los videojuegos: las navidades. Por otro lado, su legión de incondicionales cada vez ve más lejos tener una PS3 en las manos, y pocos condicionan sus ganas de jugar con buenos gráficos a un lanzamiento que parece no llegar nunca.
Si finalmente se produce en marzo (seguro que sí, otra cosa es adivinar el número de unidades que se pondrán a la venta) Sony lanzará su PS3 con un año y cuatro meses de retraso con respecto a su principal competidora: Xbox 360. Las cosas se le complican aún más debido a que todo apunta a que Wii (una consola “barata” y con tirón) verá la luz antes.
Del precio, nada que decir, salvo reiterarlo: 499 y 599 euros. Ahora mismo Xbox 360 se comercializa a 299 y 399 euros. Y previsiblemente Wii ronde los 250 euros. Todos sabemos echar las cuentas. Y más diferencia puede haber. Porque es de esperar que cuando Sony vaya a lanzarla, Microsoft rebaje un poco el precio. Tampoco lo necesita, por otro lado. Ya hay bastante diferencia.
Cuando hablaba de consolas de “nueva generación” y englobaba en ella a PS3, Wii y 360 me apresuré. PlayStation 3 es también una consola de nueva generación pero, a este paso, de otra.