Videojuegos, gadgets, curiosidades, archiperres y otras paranoias digitales

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Foto Express

El que no se adapta a las nuevas tecnologías es porque no quiere, o porque no tiene necesidad de ello. Cuando la necesidad existe, la gente se busca la vida.

Eso fue lo que pensé el verano pasado cuando vi a este buen hombre que trabaja en Roma, en la Fontana de Trevi, vendiendo las fotografías que hace a los turistas. A modo de cigarrera digital, su negocio no necesita ni impresora portátil ni periféricos especiales. Gastos superfluos, para qué.

Su negocio «Foto Express» tan sólo requiere de una impresora fotográfica (que calculo de 100 euros máximo) con lector de tarjetas, una cámara digital y un soporte hecho a la medida.

Y ya está, bienvenidos a una tecnología adaptada a las necesidades.

Teleadictos

Los dispositivos digitales pueden cambiar la forma de enfrentarnos a unos días de vacaciones. Aunque los que viajan como caracoles son capaces de llevarse el DVD, el televisor y la consola, la tecnología hace tiempo que se adaptó a este tipo de necesidades.

Los reproductores de vídeo portátil se han convertido en una alternativa idónea para el entretenimiento audiovisual en el lugar de vacaciones. Para los que no quieren o no pueden desconectar, un paso más allá es llevar un reproductor de vídeo como el Archos AV700 TV. Con un disco duro de 40 GB, puede utilizarse para almacenar películas, música o fotografías y visualizarlas después en la pantalla de 7 pulgadas, en cualquier lugar, ya que funciona con batería. Pero uno de sus aspectos más interesantes, y el que le diferencia de otros reproductores de vídeo portátil, es que incluye dos sintonizadores de TDT. De esa forma, se pueden recibir las señales ya sea en un sitio fijo o en movimiento.

Aunque este dispositivo puede parecer el colmo del teleadicto, ante unas vacaciones aburridas o para el atasco del camino, puede resultar una auténtica salvación. Eso sí, los lujos se pagan y 700 euros no es precisamente asequible.

Tecnología NEN

En el mercado hay mucha tecnología NEN. Una denominación que he decidido utilizar para referirme a la tecnología que «No Es Necesaria». Últimamente abunda como una plaga. Mal está que lo diga yo en este blog, pero es que lo NEN comienza a prevalecer.

Lo que me ha superado últimamente es el tema de la televisión en el teléfono móvil. Ahora quieren convencernos de que ver la televisión en el teléfono es lo que estábamos necesitando. Tener servicios ADSL de calidad, que las operadoras incumplan sus contratos, la LPI o que nos traten como idiotas son aspectos secundarios cuando lo que podemos hacer es recibir la televisión en el móvil.

Las compañías involucradas en llevar a cabo estos proyectos en nuestro país llegan a afirmar que, según sus estudios, más de la mitad de los usuarios pagaría por ver la televisión en su móvil y yo, sinceramente, es que no me lo creo. O no me lo quiero creer, o es que no sé a qué tipo de gente le han hecho la encuesta.

Obviando la televisión basura que nos ofrecen actualmente y suponiendo que los contenidos abiertos que se emitan en los móviles sean diferentes, ¿cómo pretenden que vayamos a disfrutar de estos contenidos en las diminutas pantallas que nos han vendido en los últimos tiempos? Muy sencillo, no lo pretenden.

Más allá de los daños neuronales irreparables que pueden surgir al ver la televisión a todas horas y en cualquier parte, hay que ser consciente del desembolso que habrá que realizar cuando sea una realidad. Comprar un móvil nuevo, de gran pantalla (lo que se conoce vulgarmente como un ladrillo, vamos), preparado para recibir ese tipo de emisiones. Y luego abonar por la recepción en sí misma, por los canales Premium, por los servicios adicionales.

Ya llevo en el bolso un MP3, un móvil más bien pequeño y un disco duro ultraportátil porque es lo que necesito. Como dicen en ese anuncio de televisión digital no móvil que se las ve y se las desea para conseguir nuevos abonados, pues va a ser que no.

Origami, el gran secreto

Microsoft ha desvelado por fin su proyecto Origami. Se había dicho que sería un reproductor multimedia para competir con iPod, una Xbox portátil para rivalizar con PSP, etc. Después de muchas especulaciones, Origami no ha resultado ser otra cosa que un ordenador personal ultraportátil o UMPC, un Tablet PC con pantalla táctil. ¿Podemos considerarlo una novedad?

Aunque se augura un sistema que optimiza las funcionalidades de la pantalla táctil y varias opciones en cuanto a conectividad, por el momento el dispositivo de Microsoft no aporta grandes novedades a la hora de trabajar en un entorno móvil, sin resultar en principio algo inédito en materia de hardware. Otros dispositivos hace ya algún tiempo que tienen las mismas funciones que Origami.

OQO 01 también es un dispositivo ultraportátil que funciona con Windows XP. Con conectividad WiFi y Bluetooth, pesa apenas 400 gramos. Su único «pero» es que su precio se sitúa a partir de 1.899 dólares, lo que parece resultar un grave impedimento para que se venda de forma masiva.

Flybook es otro dispositivo portátil con una filosofía similar a la de Origami. Aunque tiene la pantalla algo más grande que éste y todo tipo de posibilidades de conexión inalámbrica, ya pesa 1,2 Kilos y su precio supera los 2.000 euros.

Parece claro que uno de los factores decisivos para que Origami alcance el éxito será su precio de venta definitivo. Por el momento, en EEUU se ha adelantado el precio de una gama entre 599 y 999 dólares, y se esperan precios equivalentes en nuestro mercado.

Si Origami mantiene sus especificaciones técnicas a ese precio, tal vez logre hacerse con un hueco propio, aunque parece que lo tendrá bastante difícil. De momento, su principal aporte es un precio aún no definitivo.

Una evolución constante

Quien más y quien menos tenía en su poder hace no mucho varias decenas de cintas VHS. Llegó el DVD y a toda esa gente le hablaron (le hablamos) de lo maravilloso del nuevo formato digital. Las cintas VHS irremediablemente quedarían para siempre en el olvido por ser un soporte de peor calidad y de menor durabilidad. Así fue, y la VHS hace tiempo que murió para la mayoría y sus reproductores, por supuesto, también.

Ahora nos cuentan que el DVD, como sinónimo del cine en casa, tiene los días contados, que llegan unos nuevos formatos que lo dejan a la altura del betún en capacidad, calidad de imagen y sonido, y funcionalidades multimedia.

Según una encuesta que se está realizando en 20minutos.es sobre si será el Blu-ray o el HD DVD el llamado a sustituir al formato DVD, la mayoría opina que el actual DVD no necesita sucesor. Es lógico que queramos ampliar la vida tanto de nuestros reproductores DVD (más ahora que tienen un precio asequible) como del propio soporte de los discos.

¿Qué se supone que debemos hacer ahora? ¿Volver a comprarnos toda nuestra colección de películas en alguno de estos nuevos formatos? ¿Adquirir un nuevo reproductor que, indudablemente, no será barato?

Ya compré un reproductor DVD de 400 euros que, por supuesto, no reproduce discos grabados, ni DivX, ni MP3. Después compré un reproductor que, ése sí, lo reproducía todo, y me costó ocho veces menos. Y ahora me dicen que ese reproductor está a punto de quedar obsoleto. No picaré de nuevo. Al menos, mientras estos nuevos reproductores no tengan un precio asequible. Los fabricantes en su afán por ofrecer algo nuevo, pretenden vendernos una y otra vez los mismos productos y contenidos, con mínimas variaciones. Más calidad, sí, pero también una serie de gastos añadidos a los que sólo con dificultad puede enfrentarse el común de los mortales. La tecnología avanza vertiginosamente y siempre he sido una entusiasta de las novedades.

Pero, ¿en verdad necesito algo mejor que el DVD? Me parece que de momento no, por lo que no picaré hasta que no me quede más remedio. Tan cierto como que cuando la calidad se vea acompañada por un buen precio no dudaré en pasarme al formato ganador de esta contienda, sea cual sea.