Lo que ocurre con los insultos es que no importa lo que pienses sobre ellos. No importa qué tipo de palabras enseñas a tus hijos o lo que tú mismo aprendes en la escuela. Existen y es posible que digan más sobre tu país de lo que piensas.
Vamos a empezar con la modalidad de insulto escandinavo/sueco.
El 1 de enero del año 2000 la Iglesia sueca comenzó a ser, por ley, independiente del Estado. Pero puedo asegurar que las palabras que elegimos para insultar son las mismas para protestantes y católicos. Juramos sobre todas las cosas que nuestra cultura es mala. Este es el principal problema.
En Holanda, tienen una manera diferente de insultar y lo que usan son básicamente palabras relacionadas con la enfermedad. Insultar usando expresiones con el cáncer es muy común.
Viajemos un poco más al norte de nuevo, a Gran Bretaña. Estoy segura de que los españoles conocen palabras como «fuck», «cunt» o «arsehole». Los británicos son en general muy buenos insultando a los demás con expresiones con contenido sexual…
Por la zona de Indonesia, la manera más común para insultar es aludiendo a los animales. Decir que alguien es un perro es realmente insultante. Y a partir de mi experiencia en Asia, los gatos y los perros no son las criaturas mejor bienvenidas en el mundo. Bueno, a veces son bienvenidos, pero en la mesa, con un cuchillo y un tenedor…
¿Y qué en España, entonces? ¿Puta? ¿Joder? ¿Bruja? ¿Zorra? ¿Hijo de puta? ¿Mierda? ¿Ostia?
¿Qué crees que todo estos insultos dicen sobre la cultura española y su tradición…?
Y ahora, dejad que las palabras fluyan.