Goyas, luces y sombras

259685-944-641Los Premios Goya fueron en su 30 edición más de lo mismo,  para lo bueno y para lo malo. El cine español es como es, así como sus profesionales, con sus luces y sus sombras, como el oficio. Como la vida.

Así que, como en otras ediciones, y a pesar de los esfuerzos de guionistas, presentador y equipo técnico y de realización, la gala se hizo a ratos lenta y rellenada con chistes forzados.

Eso sí, fue novedad que se cortaran los discursos de los premiados de forma aleatoria, cuando la dirección consideraba que eran demasiado largos, perjudicando al galardonado y a los espectadores, que nos quedábamos a medias. Gracias, Ricardo Darín, por dejarlo patente al recoger tu Goya.

No te arrepientas Dani Rovira de haber sido el presentador del tinglado. Estuviste correcto, sin la frescura de tu primera vez como presentador de la gala el año pasado. Que algunos de tus chistes no fueran correspondidos por el público son gajes del oficio que hay que encajar igual que el éxito.

Algún patinazo fue de traca, como decirle a la candidata Inma Cuesta que, del 1 al 10, cuanto de buena está. Pero con los políticos presentes acertaste, ofreciéndoles un pacto de los Goya. No desesperes.

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