El puente Mubarak, en el Canal de Suez (Creative Commons).
El 17 de noviembre de 1869, la emperatriz francesa Eugenia de Montijo inauguró el Canal de Suez. La construcción del canal, que comenzó en 1859, duró alrededor de diez años y fue promovida por Francia y Gran Bretaña, interesadas en facilitar el contacto con sus colonias y en el negocio que podía suponer la apertura de esta nueva ruta marítima. Después de pasar por numerosas manos, el canal es administrado en la actualidad por el gobierno de Egipto.
También, en 1989, comenzó en la antigua Checoslovaquia la Revolución de Terciopelo, un conjunto de revueltas no violentas que emprendieron el camino hacia la democracia y la pluralidad de partidos en el país. Los manifestantes, en su mayoría estudiantes y viejos disidentes, se quejaban del poder único que ostentaba el Partido Comunista de Checoslovaquia. El levantamiento logró acabar con el régimen comunista tras 41 años de dictadura y con la celebración de las primeras elecciones libres en el país desde 1946.
Asimismo, en 1925 nació en Winnetka (Estados Unidos) el actor Roy Harold Scherer, conocido artísticamente como Rock Hudson. Hijo único de un matrimonio obrero, Hudson comenzó a trabajar en el cine a la edad de 23 años gracias a un porte privilegiado en la época. Después de desempeñar papeles secundarios durante algún tiempo, comenzó a protagonizar películas a principios de los años 50. La gloria cinematográfica le llegó con Gigante en 1956, con la que obtuvo una nominación al Óscar al mejor actor. Su popularidad comenzó a decaer a finales de los años 60, pero su fallecimiento en 1985 a causa del SIDA, una enfermedad bastante desconocida por entonces, conmocionó al mundo.
Enrique Urquijo, durante una actuación de Los Secretos
El día de hoy es recordado también por el aniversario de la muerte de Enrique Urquijo, cantante, guitarrista y compositor del grupo Los Secretos, fallecido en 1999.
Además, ese día, en 1558, falleció en Londres (Reino Unido) María Tudor. Hija de Enrique VIII y Catalina de Aragón, María Tudor fue reina de Inglaterra e Irlanda desde 1553 hasta su muerte, siendo recordada por la breve restauración del catolicismo como religión oficial de Inglaterra frente al protestantismo que tuvo lugar durante su reinado. Asimismo, las continuas ejecuciones de protestantes durante su mandato le valieron el título póstumo de «Bloody Mary» (María la Sanguinaria).