Por Mario Serrano
Se acabó. Curry y sus Warriors han perdido su imbatibilidad en la cancha de Milwaukee Bucks.
Era la semana para ello. Una larga y agotadora gira por el Este ha terminado por tumbar al campeón, que deja el récord de victorias consecutivas de un arranque de temporada en 24 (28-0, si sumamos el total en Regular Season acumulado).
Curry, durante la derrota en Milwaukee. (NBA.COM)
Todas las miradas estaban puestas a comienzos de semana en el partido ante los Pacers, pero Klay Thompson se encargó de mantener la racha con una exhibición desde el perímetro como no se recordaba.
Luego llegaron los Celtics, que casi obraron el milagro. Dos prórrogas para un partido que los analistas han considerado el mejor de esta primera mitad de campaña y que sólo un Curry estratosférico se encargó de meter en el saco warrior.
Quedaba visitar la cancha de los Bucks. Golden State ya había dado muestras de problemas en esta gira para dominar los partidos como en semanas anteriores. En Brooklyn había dejado escapar grandes ventajas, con Indiana, una primera mitad de escándalo con ¡79 puntos! no evitó el susto final, y en Boston necesitaron de dos prórrogas y el mejor Curry para sentenciar.
Milwaukee se ha aprovechado de ello y ha dado un alegrón a sus aficionados, que ven cómo su equipo pelea por subir puestos desde la parte baja de la clasificación en un Este competidísimo este año. Antetokounmpo (con un triple doble) y Monroe (28 puntos y 11 rebotes) sellaron una victoria que será recordada durante años.
Los Warriors regresan a casa tras una gira de siete partidos brillante, pese a la derrota final. Ahora toca jugar cinco partidos en Oracle Arena, con dos fechas que tendrán ambiente de revancha : el 18 de diciembre, frente a Milwaukee, y el 25, con la visita de Lebron James y sus Cavaliers.