Archivo de enero, 2022

¿Amar es cuidar?

Cuando hablamos de sentirnos amados por nuestra pareja ¿de qué hablamos?

Si somos sinceros, hablamos de sentir el cariño, la complicidad y el cuidado del otro. Y todo es importante, pero el cuidado lo es más, ya que no sentir esa preocupación hacia nosotros, nos pone rápidamente en alerta de que algo anda realmente mal. Porque la verdad es que amar es cuidar.

Cinco cuidados que debemos fomentar para que nuestra relación de pareja funcione

– Cuidar a la pareja físicamente. Si vemos que la persona adquiere hábitos poco saludables debemos comentarlo y ayudarle a que los deje. No esperemos a que reaccione con el tiempo o lo dejemos pasar por no discutir con ella.

– Cuidar de que los intereses comunes se mantengan y crezcan. Cuando decidimos vivir en pareja es bueno compartir el máximo tiempo con ella, disfrutando de cada momento.

– Cuidar el diálogo y la comunicación. En las discusiones, no faltar el respeto, dialogar sobre cuestiones en las que no estamos de acuerdo, llegar a compromisos y no imponer nuestros puntos de vista porque sí. Además, conviene que expresemos nuestros sentimientos y emociones sin dar por supuesto que el otro los siente o ve, porque la mayoría de las veces no es así.

– Cuidar los detalles. Conocemos a nuestra pareja y sabemos esas pequeñas cosas que le hacen ilusión. Tengamos también en cuenta las cosas que le molestan. A pesar de que nosotros no demos tanta importancia al mismo asunto, cuidemos, respetemos y valoremos lo que al otro le afecta.

– Cuidar la propia intimidad de la persona. Tener una pareja no es compartir todo, en todos los espacios y con todas las personas. Debemos cuidar nuestra intimidad y respetar la intimidad del otro.

(GTRES)

También podemos reflexionar sobre las causas que nos pueden llevan a descuidar el amor y aquí presentamos algunos ejemplos:

– Dar por sentado que la persona que nos ama lo hará para siempre, es decir, pensamos que ya no debemos demostrar el amor para recibirlo. Y no es así, porque hay que alimentar la relación diariamente, con los hechos y con las palabras

Exceso de problemas personales que nos centran en nosotros mismos, descuidando al que tenemos al lado. Es bueno compartir nuestras preocupaciones, pero también saber dejarlas de lado en un momento determinado.

La expectativa puesta en la pareja. Puede que esperemos que nos dé más de lo que realmente puede y siempre nos sintamos descuidados, exigiendo actitudes que a la otra persona no le salen o que las considera excesivas. Comprendamos que cada uno tiene su forma de amar y construir el propio lenguaje del amor en pareja.

Si nos sentimos descuidados, debemos expresar abiertamente lo que pensamos y sentimos de la relación. Y si no se puede cambiar porque el otro no lo entiende y no quiere pedir ayuda profesional, entonces igual la pareja elegida no es la adecuada.

Se suele decir que no hay amores eternos sino ¡amores bien cuidados!

Propósito para el nuevo año: mejorar mi relación de pareja

Si nos proponemos para este nuevo año mejorar nuestra relación de pareja, bien porque ha entrado en una monotonía o porque simplemente creemos que podemos crecer como pareja, sigamos los siguientes consejos:

1.- Tener un equilibrio entre dar y recibir. Hagamos evaluación de lo que realmente esperamos de nuestra pareja y si lo que recibimos es escaso o lo supera con creces. Si nos muestra sus sentimientos y emociones, si tiene detalles con nosotros, si notamos su preocupación e implicación con nuestros deseos y objetivos, debemos valorar si nosotros también lo hacemos en la misma medida. La clave es que ningún miembro de la pareja sienta que da más de lo que recibe.
2.- Mantener un espacio personal donde disfrutemos de nuestros hobbies o actividades placenteras. Tener una pareja no significa que debamos compartir absolutamente cada minuto de nuestra existencia. Debemos respetar y valorar la individualidad del otro. Aunque nuestros objetivos como pareja deben ser los mismos y nuestro estilo de vida totalmente compatible, no tenemos por qué compartir gustos o aficiones. Es más, podemos disfrutarlos a la vez, pero cada uno por su cuenta. El volvernos a encontrar en un punto en común donde dialogar sobre ello y valorar la ilusión de la otra persona e, incluso, animarla en su dedicación, es algo que equilibra a la pareja.
3.- Volver a emocionarse con el otro. Igual hace tiempo que no nos reímos juntos, que no disfrutamos de una agradable velada, que hemos perdido tiempo de intimidad. El inicio del año es un buen momento para evaluar si hemos vivido más momentos negativos que positivos, si nos hemos emocionado, reído y sentido más con otras personas que con nuestra pareja, si hemos deseado estar a solas con ella más veces de las que hemos estado o no. Hay que reencontrarse con el otro. Hay que ser uno mismo de nuevo, pero en pareja. Hay que intensificar esa llama del amor y de la pasión. Si el balance da negativo, hay que buscar momentos y realizar actividades donde de nuevo el mundo se centre en los dos.

(GTRES)

4.- Evaluar nuestra emoción más presente en nuestra vida. Si llevamos un año donde la tristeza, la apatía, la falta de motivación ha hecho mucho acto de presencia, debemos pensar que no estamos solos, que el otro lo ha sufrido en silencio y que ha tenido una gran comprensión para no ahondar más en nuestra pena o amargura. Debemos frenar esta situación porque puede que el cansancio aparezca y nuestra relación termine. Debemos analizar la causa y atacar la raíz de esa desesperanza, puede ser algo físico, o un mal trabajo o alguna circunstancia que nos desagrade, pero que debemos llevar a cabo, como cuidar a un familiar. Debemos ver las opciones que tenemos, comunicarlo a nuestra pareja desde el cambio y la confianza y tomar la mejor decisión para que nuestra emoción cambie.
5.- Evaluar cómo hemos estereotipado a nuestra pareja. Por el paso del tiempo tendemos a cosificar al otro. A categorizar con juicios de valor sus actitudes y opiniones. Ya no dejamos que nos sorprenda. Pero puede que con nosotros el otro haya hecho lo mismo y debemos valorar si realmente nos entiende las demandas que realizamos en todos los aspectos de la relación de pareja. Igual es un buen momento para parar, para conversar sinceramente de lo que nos hemos dejado por el camino de la relación y de las circunstancias, para escuchar y comprender a nuestra pareja sin enjuiciar. Igual nos sorprendemos. Desde luego, si nos sinceramos el uno con el otro y nos escuchamos con respeto y empatía, la relación mejorará con creces.
6.- También es bueno que la pareja tenga objetivos a realizar. Tener metas a conseguir en donde ambos pongamos ilusión y tiempo. Los deseos habituales entre las parejas para el nuevo año suelen ser casarse, tener un hijo, comprar una casa o irse a vivir juntos. Sea el que sea, debe ser algo en común donde ambos lo deseen por igual, ya que compartir desde la complicidad y la ilusión fortalece los lazos de la pareja.