“Viejo es el viento…y sopla"

Phelps, Kobe y Bolt, las piezas más codiciadas de la Villa Olímpica

Encerrada entre altísimas vallas bien custodiadas por seguridad (al rodearla más parece una prisión), miles de atletas conviven en la Villa Olímpica, y muchos de ellos se aburren como ostras. Es el peaje de la competición, que te exige máximo esfuerzo y máximo descanso, sin actividades intermedias que no sean ver una película en el sofá o leer un libro.

El centro de la Villa es la cafetería, y allí es donde hay follón diario porque hay varias piezas muy cotizadas: Phelps, Kobe y Bolt. Es aparecer uno de ellos y llegar la revolución. Los dos norteamericanos intentan probar bocado entre foto y foto. Y cuando digo intentan es porque muchas veces no lo consiguen: «Kobe Bryant es muy simpático. Estuvo media hora comiendo y se hizo unas 50 fotos con deportistas. No puso una sola mala cara», me contaban hace unos días nuestras jugadoras de voley-playa Elsa y Liliana (que, por cierto, siguen de uñas con determinados medios y fotos). Poneos en la situación e imaginaos que intentáis comer y cada 20 segundos os están pidiendo una foto.

Quizás Kobe, en su primer año en una Villa Olímpica (en Pekín estuvieron alojados en un lujoso hotel apartado del barullo), no esperaba tal avalancha, pero Bolt sí, y toma precauciones. Siempre aparece en la cafetería rodeado de unos 10 compañeros que ejercen de guardaespaldas anti-moscones.

Y poco más se puede hacer por la zona, intentar rascar alguna entrada en la tienda de tiquets que hay en la zona internacional, a la que sí podemos entrar los periodistas, navegar por los mundos de Internet o ir más allá y entrar al gigantesco centro comercial que han construido expresamente para los Juegos. Se llama Westfield y a duras penas se puede avanzar por sus pasillos. No es multitud, es marabunta.

Las normas en la Villa también son estrictas: está prohibido entrar con alcohol, no se puede acceder a partir de determinadas horas de la madrugada y todos los deportistas son allí tratados en la máxima igualdad, sean quién sean.

¿Y cuándo terminen los Juegos? El propósito londinense es convertir la Villa en una enorme urbanización para ciudadanos con menos poder adquisitivo, aunque parece que la mitad del lugar ya ha sido adquirido por la familia real saudí para explotarlo como a ellos les convenga y a los precios que les plazca.

No hay que olvidar una cosa: aquello de ‘lo importante es participar’ está muy bien y suena bonito, pero el lema se los Juegos se ha modernizado: ‘Lo importante es ganar…dinero’.

3 comentarios

  1. Dice ser sennheiser

    Eso de que está prohibido entrar con alcohol…
    Mi novia trabaja allí y dice que ha visto barriles de cerveza.

    03 agosto 2012 | 14:30

  2. Dice ser moi

    El otro dia lei un articulo sobre Bolt y al parecer se ha hecho multimillonario. Con razon el lema de los Juegos actualmente es «lo importante es ganar…dinero».

    03 agosto 2012 | 17:30

  3. Dice ser moi

    Te has olvidado mencionar que, entre tanto aburrimiento y miles de condones que les han repartido, deben de follar como locos. Lochte el otro dia decia que su gran error en Beijin fue ir con novia, asi que me puedo imaginar como va a destrozar la villa olimpica.

    03 agosto 2012 | 17:34

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