Una vez que tenemos tomada la decisión de montar una franquicia, comienzan las dudas. En un océano con una oferta tan variada, resulta difícil tomar la decisión que va a marcar tu futuro profesional.
Desde Comprarfranquicia.com, te proponemos una serie de pautas para tu elección. De esta forma, tu decisión será tomada de la forma más responsable y segura posible.
1. Conocimiento del sector de la franquicia que vas a montar
Este primer consejo no es indispensable, pero si hay que tenerlo en cuenta. Entras en un sector completamente desconocido puede ser costoso en el arranque.
Por eso, tenemos que ser conscientes de la experiencia que poseemos y de las carencias. Para ello, se recomienda realizar el siguiente ejercicio:¿ Sé cómo llegar a mis proveedores y sé como llegar a mis clientes?.
Es cierto que muchas franquicias te pueden facilitar esta formación, pero es importante que conozcamos nuestras fortalezas y debilidades, así como conocer que grado de dependencia vamos a tener de la franquicia que vamos a comprar.
2. Apoyo de la franquicia antes y después de comprar
En primer lugar, nos servirá, como ya hemos mencionado, para cubrir las carencias que marcábamos en el punto primero. Es importante conocer el alcance de la formación y el apoyo que vamos a tener. Un acompañamiento adecuado facilitará el desarrollo del negocio y nos ayudará a solventar los problemas que vayamos encontrando en un menor tiempo.
Hoy en día existen muchos canales de comunicación. Si somos capaces de concretar cuales van a ser esos canales antes de comprar la franquicia podremos valorar si se ajustan a nuestras exigencias de manera adecuada.
En multitud de franquicias de éxito este apoyo se da a través de una estructura centralizada. Un pilar que sirve de sustento a toda la amalgama de franquicias propias y ajenas.
3. Marketing local, ¿quién lo paga?
Las campañas de marketing suponen una pata esencial de la franquicia moderna. En una sociedad en la que las empresas buscan ajustarse a los gustos personales de cada cliente, las campañas de marketing son la principal arma de atracción.
Sin embargo, recoger los gustos, preferencias y necesidades de distintos sujetos resulta arduamente complicado, por lo que muchas franquicias deciden utilizar parte de sus recursos en un marketing más local y focalizado que beneficie al franquiciado.
Sin embargo, no todas lo hacen. Por eso debemos asegurarnos de quien va a correr con los gastos de ese marketing local y que injerencia tiene el marketing que realice la central en la franquicia que acabamos de montar. De esta forma, podremos decidir si se trata de un royaltie/precio justo.
4. Contacta con otros franquiciados
Contactar con otros emprendedores que se han enfrentado a la misma decisión a la que nos vamos a enfrentar nosotros puede ayudarnos a conocer puntos de vista que desconocíamos.
Muchas veces, cuando compramos productos, nos arrepentimos pasado un tiempo puesto que resulta no ajustarse a la idea inicial que nosotros teníamos. O quizá nuestra consulta tenga el efecto contrario y tras hablar con algún franquiciado, nos sintamos identificados y montemos la misma franquicia.
La mejor forma de conocer un producto siempre es preguntando al cliente. Por eso, a la hora de montar una franquicia busca futuros compañeros de equipo que puedan hablarte del camino que ellos han andado.
5. Con qué recursos contamos para montar la franquicia
Muchas veces nos dejamos guiar por el precio de canon de entrada o de inversión. Sin embargo, no es el valor de esta cifra lo que nos indica si una franquicia es cara o barata, sino que tendremos que estar atentos a cuanto tiempo cuesta la inversión realizada y que me corresponde por los pagos realizados.
En cuanto al primer factor, una inversión muy baja puede corresponder a productos o negocios de márgenes o ingresos bajos. De esta manera, este empresario puede tardar más en recuperar su inversión que el emprendedor que optó por una inversión más alta, pero con unos productos con mayores márgenes e ingresos.
En segundo lugar, los pagos que nosotros hacemos a la franquicia central son para recibir a cambio unos servicios. Asimismo, este soporte y formación, tal y como hemos comentado en el punto segundo no siempre es adecuado. Por lo tanto, si una baja inversión significa que vamos a recibir un soporte y ayuda inadecuados para las necesidades reales de la franquicia entonces, se trata de una mala inversión.
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