Parece que el tiempo pase más rápido a este lado del charco, porque cuando me he querido dar cuenta está acabando la semana en Washington D.C. En estos días he podido reunirme con diferentes agencias del Gobierno federal para tener una visión general de cómo llevan a cabo sus políticas en un sistema en el que los distintos Estados tienen prácticamente todas las competencias y el Gobierno necesita su cooperación para poder aplicar casi cualquier cosa.
Y para alguien que viene de un país como el nuestro y que se dedica a la política autonómica como yo, teniendo siempre un ojo puesto a las cuestiones que sólo el Congreso de los Diputados puede decidir, es bastante fascinante descubrir que los 50 Estados que componen los EEUU tienen capacidad para determinar casi la práctica totalidad de sus leyes. Por ejemplo, los impuestos y en qué se gastan depende de cada Estado, por lo que un americano puede tener colegios públicos o podría tener sanidad en California pero no en Nebraska. Pero también las leyes que afectan a la vida diaria son distintas, por lo que te podrías casar con tu primo hermano, por ejemplo, en Massachussets, pero no en Nevada.
Y esta organización estatal conocida como federalismo tiene su pros y sus contras, y tuvimos oportunidad de conocerlas en la Universidad George Mason donde recibimos una clase magistral
Otro tema que también hemos debatido en profundidad en el Departamento de Salud Federal es sobre la existencia de un sistema público de salud, o más bien sobre la falta de él. He de decir que esta reunión fue absolutamente sorprendente porque nunca había escuchado a un Gobierno hablar abiertamente de la sanidad en términos mercantiles (aunque estoy tristemente convencida de que en nuestro país hay mucha gente con poder que ve la sanidad como un negocio), utilizando expresiones como “beneficios” o “mercado” y “consumidores” o «clientes», en vez de “pacientes”.
Esta reunión me hizo reafirmarme en eso que escribía el otro día de que este viaje iba a servir para anotar ideas para importar, pero también para conocer partes de un modelo que no funciona. Este sector es uno de ellos: su sistema sanitario, basado únicamente en la idea de que hay que pagar por tener acceso a la sanidad. Y… ¿sabéis qué? que me hizo querer todavía más el nuestro y convencerme aún más de que tenemos que cuidarlo y financiarlo suficientemente para asegurar que todos tenemos acceso a una sanidad pública y de calidad.
Pero no solo de política vive el hombre, (o la mujer, en mi caso), así que si queréis saber más, tenéis el vídeo.
Nos vemos muy pronto pero ya desde San Diego (California)
Violeta es un viedo totalmente inocuo. No dicen absolutamente nada que no se sepa, para eso no es necesario ir a los USA ni estar en contacto co nadie. hasta sin Internet, solo con la TV o la prensa escrita se bae todo eso. Ningun detalle de verdad. Es inquietante que los jovenes entreis tambien en el juego de la «langue de bois» es decir, hablar para no decir nada. Los siento.
26 enero 2018 | 4:06 pm
El descenso de cupo en la acogida de refugiados unido a la política de desentendimiento del resto del mundo en relación a este suceso efecto de cambios globales, no es una política inteligente. Aislarse del entorno pudo haberes funcionado de alguna maner a intereses varios, pero el mundo ha cambiado, es distinto, y debería aprovecharse ese cambio, no en ahondar en los errores de segregación negativa, de empobrecimiento ajeno, sino en el abandono de algunas políticas que alimentan maquinaria de obra y pensamiento huraños y decepcionantes para con mentes verdaderamente brillantes y racionales, y realizar esfuerzos en apoyo mutuo para encontrar verdadera satisfacción en el logro de metas comunes globales que dignifiquen a nuestra especie. Dicho con pocas palabras, el mundo no puede seguir siendo un punto oscuro girando en penar eterno e injusto alrededor del Sol. La injusticia humana no debería hallar excusa de ser en estados de bienestar que conozcan y amparen el malestar caótico en los demás para convertirse en norma correcta de gestión.Ser insensatos, insensibles, entes ajenos a un mundo que amanece con nuevas ilusiones por ser diferentes a como se ha sido de siempre, y como se ha querido que se piensse desde siempre, no es nada inteligente.
26 enero 2018 | 7:43 pm
@earthmoving earthshakes: me encanta el montón de palabras rimbombantes que empleas para sugerir que financiemos la sanidad y el estado de bienestar de gente que no ha contribuido ni contribuirá un solo dia a la generación de riqueza…
29 enero 2018 | 7:08 pm