Junto al de Navidad, el sorteo de la Lotería del Niño es uno de los más populares que hay en España y la primera oportunidad de pillar un buen pellizco nada más haberse inaugurado el año (especialmente si no tuviste demasiada suerte en el sorteo navideño).
Muchas personas creen que este tipo de sorteos se realizan con el fin de ayudar a la gente a ganar dinero, pero en realidad en su origen prevaleció el interés del Estado en recaudar sin gravar a los ciudadanos con impuestos directos.
El Sorteo del Niño, como popularmente se conoce, se realizó por primera vez el 5 de enero de 1941 y se lo debemos al empeño del por aquel entonces director general de Timbre y Monopolios, el general Fernando Roldán y Díaz de Arcaya.
En aquellos momentos España estaba en plena posguerra y el gobierno franquista necesitaba recaudar más dinero para poder invertirlo en la construcción de escuelas, hospitales, carreteras, ferrocarriles y sobre todo en aquellas infraestructuras que habían quedado destruidas o dañadas durante los tres años de Guerra Civil.
El añadir más sorteos de la lotería pareció buena solución (por aquel entonces no había la cantidad que hay hoy en día).
Cabe destacar que el primer Sorteo del Niño se realizó de carácter ordinario, pero, debido al éxito que tuvo en su primer año, a partir de 1942 tomó el carácter de sorteo extraordinario.
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