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El origen de tres expresiones relacionadas con el mundo de la costura

Infinidad son los términos y expresiones que provienen del mundo de la costura. Para este post he seleccionado tres que seguro que conoces pero que, posiblemente, no sabes de dónde provienen.

El origen de tres expresiones relacionadas con el mundo de la costura

Coser y cantar:
Expresión que da a entender que algo es sumamente fácil. El hecho de indicar que se canta mientras se cose (para lo que se suele necesitar cierta concentración) es lo que da a entender que ese propósito no entrañará dificultad alguna. La mayoría de las fuentes indican que la locución se originó en los tiempos en los que las mujeres se reunían para coser todas juntas y, para hacer la jornada más amena, iban canturreando algunas coplillas.

Ir de tiros largos:
Locución con la que se indica que alguien va vestido elegantemente, para una ocasión especial. En su origen, no provenía del mundo de la costura, sino de los carruajes utilizados antiguamente por las clases altas para acudir a algún acto social. Cuanto más importante o poderosa era la persona que viajaba en uno de esos vehículos ―y así quería mostrarlo a los demás―, más caballos tiraban del carruaje y, por tanto, más largo eran los  tiros, es decir, las correas o riendas, que se ataban a las caballerías y manejaba el cochero. El hecho de pertenecer aquellos personajes a la aristocracia o a la nobleza convirtió el viajar en una carroza tirada por muchos caballos en sinónimo de ir elegantemente vestidos.

Conocer (bien) el percal:
Con esta expresión se da a entender que una persona es experta en algún tema o asunto. El percal al que hace referencia era una tela proveniente de la India que fue muy común entre algunos sastres y costureras varios siglos atrás. Se elaboraba con diferentes tejidos y resultaba de una calidad muy inferior a otras telas utilizadas en aquella época, pero los comerciantes la vendían como si fuera de primera. Quien entendía de telas, a primera vista conocía el percal y, por tanto, evitaba que lo engañaran.

 

 

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Fuente de la imagen: pixabay

Media docena de palabras que quizás no sabías que provienen del árabe

Aunque la base del idioma español es el latín, el vocabulario de nuestra lengua contiene numerosas palabras que proceden de las diferentes culturas que por la Península Ibérica han ido pasado a lo largo de la historia. Muchas de ellas provienen del árabe, gracias al rico legado cultural que dejó en nuestra sociedad de los ocho siglos de presencia musulmana.

Media docena de palabras que quizás no sabías que provienen del árabe

En este post os traigo media docena de palabras que quizás no conocíais o no sabíais que provienen del árabe.

Aljaba. Proviene del árabe yaba, que significa ‘funda’ y hace referencia a la bolsa o funda que llevaban colgada al hombro los soldados antiguamente y en la que iban las flechas que iba a lanzar al enemigo.

Mohíno. Se trata de un estado de melancolía, tristeza, debilidad o disgusto. Es un antiquísimo término que ya fue recogido en los primeros diccionarios editados con la misma acepción y cuya etimología proviene del árabe andalusí muhin, cuyo significado era ‘ofendido,  vilipendiado’. De dicho vocablo también derivó mohín, referido a la mueca que hace el rostro cuando se está triste o melancólico, de donde surge la expresión mohín de disgusto.

Alafa. Vocablo que proviene del árabe alafa, que, originalmente, hacía referencia a las dietas (retribución diaria para manutención u hospedaje) percibidas por un profesional que debía desempeñar su oficio en otra población o fuera de su puesto de trabajo. El término está prácticamente en desuso, pero, durante un tiempo (siglos xvi a xix), tomó el significado de ‘paga o dotación que disfrutaban los militares’ (se entiende que enviados a alguna misión).

Embeleco. Engaño o embuste. Antiguamente al que engañaba con dedicación profesional se le conocía como embelecador, término proveniente del árabe andalusí bala, cuyo significado era ‘mal de amores’; y es que el embelecador solía seducir con sus palabras a sus víctimas. Cabe destacar que a pesar de su parecido con el vocablo embelesar, nada tiene que ver con este ni con su raíz etimológica.

Mogrollo. Que vive a costa de los demás. Término en desuso que ya aparecía en la edición de 1734 del Diccionario de autoridades con esa misma acepción. Parece ser que etimológicamente proviene del vocablo mogollón, de exacto significado y que llegó al castellano desde el catalán mogobell, ‘interés sobre un capital’, y este del árabe muqabil, ‘compensación’.

Alfayate. Término con el que se denominaba durante la Edad Media al profesional que se dedicaba a la sastrería y confección de trajes y ropas. El vocablo proviene del árabe hayyat, ‘el que cose’, con el que se designaba a quienes ejercían el oficio de sastre. Dejó de utilizarse a partir del siglo xvii (hasta entonces aparece muy mencionado en documentos y obras literarias), cuando fue sustituido por la forma sastre, proveniente del latín sartor, ‘remendador o cosedor de ropa’, que tras pasar por el provenzal y el catalán quedó en la forma actual utilizada en español. Cabe destacar que en Portugal se sigue usando la forma alfaiate.

 

 

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