Entradas etiquetadas como ‘salario’

¿De dónde proviene la superstición del espejo roto y los siete años de mala suerte?

¿De dónde proviene la superstición del espejo roto y los siete años de mala suerte?

Como bien es sabido, una superstición es aquel acto o conducta que condiciona la vida de cualquier individuo que hace o deja de hacer algo ante el convencimiento que, de lo contrario, le podría ocurrir una desgracia.

La práctica totalidad de supersticiones que hoy en día existen provienen de hechos históricos que nada tuvieron que ver en su origen con el infortunio, enfado de Dioses o extrañas maldiciones. Ha sido el transcurrir del tiempo, y el pasar oralmente de una generación a la siguiente, lo que ha hecho que acabe siendo común y rutinario para muchísimas personas creer en el ‘mal fario’ de algo, sólo porque sus antepasados ya lo creían así.

Hecha esta  introducción debo señalar que la superstición que indica que si se rompe un espejo es sinónimo a tener siete años de mala suerte es tan solo consecuencia de un preciso momento histórico, situado en la Venecia de finales del siglo XV y principios del XVI, en el que comenzó a ponerse de moda los grandes espejos realizados con vidrio y en los que se le ponía una lámina de plata en la parte posterior, haciendo que las personas y cosas situadas delante pudieran reflejarse. Hasta entonces, y desde la antigüedad, los espejos solían ser piezas de metal donde mirarse e incluso se utilizaban vasijas en las que se echaba agua y la persona quedaba reflejada.

La llegada del nuevo modelo de espejo a la vida de los ricos aristócratas venecianos hizo que fueran muchos los que quisieran tener uno bien grande y carísimo en los salones de sus palacetes.

Y es precisamente el altísimo coste económico de esos espejos lo que hacía que se comparase su valor con el del salario de varios años de cualquier sirviente, por lo que se les advertía que tuvieran sumo cuidado a la hora de limpiarlo ya que en caso de romperse deberían trabajar sin cobrar a lo largo de los siguientes años.

Y qué peor desgracia para un sirviente el tener que trabajar durante un indeterminado número de años sin percibir su salario, lo que le auguraba, sin lugar a dudas, un largo periodo de tiempo viviendo penurias y, posiblemente, alguna que otra desgracia. Esto hizo que corriese la advertencia que se hacían los unos a los otros, convirtiéndose con los años en la superstición que ha llegado hasta nuestros días, a pesar que desde 1835 los espejos tal y como hoy los conocemos aparecieron y, por lo tanto, su valor era ínfimo en comparación con los realizados hasta entonces; pero, después de tres siglos de propagarse, ya estaba enquistada en la sociedad la creencia de la mala suerte que se tendría por su rotura.

Para terminar, cabe añadir que en un principio no se indicaba lo de los siete años de mala suerte, ya que el periodo de tiempo simplemente estaba sujeto al valor del espejo y al salario que percibía el sirviente, por lo que en cada caso era diferente.

Pero como ocurre con la transmisión oral de cualquier cosa, fue a posteriori cuando se le quiso dar un tiempo específico a ese periodo de mala suerte que decía el dicho popular, por lo que se le adjudicaron los famosos siete años, debido a que desde la antigüedad este número tenía una simbología especial en infinidad de cosas: los días de la semana, las notas musicales, los pecados capitales, los colores del arcoíris, los brazos del candelabro judío, los chakras, los arcángeles, los sacramentos, los sabios de Grecia, las maravillas del mundo o las vidas de un gato.

Así que ya lo sabes… en caso de que se te rompa un espejo preocúpate únicamente de no cortarte al recoger los trozos, por lo demás no te espera ningún tipo de maleficio ni mala suerte, por mucho que puedan advertirlo este tipo de absurdas supersticiones y algún que otro vidente trasnochado.

 

Lee y descubre más historias como esta en el apartado ‘Destripando Mitos, Leyendas Urbanas y Supersticiones’ de este blog

 

 

Fuente de la imagen: Alejandro Hernandez (Flickr)

¿Cuál es el origen de la ‘paga extra’?

¿Cuál es el origen de la ‘paga extra’?Aquellos que trabajan por cuenta ajena y perciben un salario mensual (si el correspondiente convenio al que están acogidos así lo indica) cuando llega el mes de junio y mediados de diciembre reciben una paga a la que se le conoce popularmente como ‘la extra’ (extra de verano o extra de Navidad).

El origen de estas pagas extras se remontan a la década de los años 40 del pasado siglo XX. En un momento en el que España intentaba a salir del bache económico que había supuesto la Guerra Civil, y a nivel global la IIGM, el gobierno del General Franco decidió compensar a los trabajadores por el encarecimiento del nivel de vida y la caída de salarios que habían sufrido. Para ello se ideó una gratificación extraordinaria que significaba la retribución de una semana de salario y que percibirían todos los trabajadores en diciembre de 1944.

El motivo era conmemorar la Natividad del Señor y ayudar así a los gastos extras que se generaban durante los días de esa Navidad.

A partir del año siguiente (1945), desde el Ministerio de Trabajo se aprobó que dicha paga tuviera un carácter general y se realizase anualmente coincidiendo con tan señaladas fechas.

Esta paga extraordinaria alcanzó tal popularidad, y era recibida con gran alegría por parte de los asalariados, que en 1947, desde el gobierno, se pensó en realizar una segunda gratificación anual, pero esta vez como conmemoración a uno de los días grandes señalados en el calendario de la época: ‘el Alzamiento Nacional’ o lo que venía a ser lo mismo, ‘la paga del 18 de julio’ como se conoció a lo largo de las siguientes tres décadas.

Con los años, esas dos pagas extraordinarias pasaron de ser el salario de una semana al de la mensualidad que percibía el trabajador (en algunos casos el del salario mínimo y en otros el 100% incluyendo los complementos, de ahí que también se conociese por algunas personas como ‘paga doble’).

Tras el fin de la dictadura franquista y con la llegada de la democracia, estas gratificaciones extraordinarias continuaron realizándose, pasando de ser la paga del 18 de julio a la ‘extra de verano’ y la de la Natividad del Señor a la ‘extra de Navidad’.

Cabe destacar que esas pagas extras eran un añadido a las 12 retribuciones mensuales que percibía el trabajador, aunque actualmente son muchas las empresas que prorratean las extras entre las 12 mensualidades o incluso quien divide entre 14 el salario ofrecido al trabajador, por lo que esas dos pagas pierden el sentido de ‘extraordinarias’.

 

Portada Vuelve el listo que todo lo sabe

 

Curiosidad que forma parte del libro “Vuelve el listo que todo lo sabe” de Alfred López.
Compra el libro online y recíbelo cómodamente a través de Amazon: http://amzn.to/2CbI1Cw

 

 

Fuentes de consulta: archivodeinalbis / lavozdegalicia / abc / nosesimeexplico
Fuente de la imagen: Wikimedia commons