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¿Cuál es el origen del término de ‘reposo’?

¿Cuál es el origen del término de ‘reposo’?

El término ‘reposo’ tiene su origen en el verbo ‘reposar’, que, a su vez, proviene del latín tardío repausare, formado por la unión del prefijo re- (que indica repetición o intensificación) y pausare, que significa ‘cesar’, ‘detener’ o ‘pausar’.

En este contexto, repausare se relaciona con la acción de hacer una pausa, descansar o detenerse en un camino.

 

 

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Fuente de la imagen: dejankrsmanovic (Flickr)

El curioso origen del término ‘calma’

Se conoce como ‘calma’ a un estado o momento de quietud, paz y sosiego, pero, curiosamente, este término deriva etimológicamente de algo que nada tenía que ver con su actual definición: el calor sofocante o bochorno que hace en los días de verano.

El curioso origen del término ‘calma’

El vocablo llegó al castellano (está documentado hacia mediados del siglo XIII) desde el latín ‘cauma’ y a este desde el griego ‘kaûma’ (καῦμα) cuyo significado era ‘quemadura’ y/o ‘que está quemando’ (tras la unión de ‘kaio’,  quemar, y el sufijo ‘-ma’, utilizado para indicar el resultado de una acción).

Lo curioso es que el término ‘calma’ nos llegó a través de la náutica, como clara referencia a aquellos días de calor en los que el mar estaba tranquilo a causa de la falta de viento. Ese estado de tranquilidad fue lo que hizo que dicho vocablo acabase siendo utilizado como sinónimo de tranquilidad, paz, quietud, reposo, sosiego, placidez o apacibilidad. De ahí nace también expresiones tan comunes como ‘estar el mar en calma’ o ‘calma chicha’ (esta última, según el Diccionario de la RAE, significa: ‘Especialmente en la mar, completa quietud del aire’).

Como nota curiosa, indicar que aquellos remedios medicinales (ungüentos, pomadas…) que servían para apaciguar y rebajar el dolor que se sentía tras una quemadura, recibieron el nombre de ‘calmante’.

 

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Fuente de la imagen: maxpixel

La curiosa y reparadora ‘siesta del carnero’

La curiosa y reparadora ‘siesta del carnero’

Solemos tener asimilado que una siesta es aquella cabezada que se hace después de comer, la cual es aconsejable realizar siempre y cuando no sobrepase los 20 minutos o media hora y se convierte en algo que nos ayuda a reponer fuerzas para seguir con nuestra rutina durante el resto del día.

Como ya expliqué en otro post, el término siesta viene de ‘sextear’ o ‘sexta hora’, ya que la ‘Regla de San Benito’ (escrita por el monje Benito de Nursia en el siglo VI) indicaba la norma de guardar reposo y silencio después de la sexta hora que era la de más calor. Esta sexta hora eran las 12 del mediodía, teniendo en cuenta que los monjes empezaban su jornada a las seis de la mañana.

Pues bien, ese reposo que se hacía al mediodía se producía inicialmente antes de comer, aunque con el paso de los años se adaptó a después de la comida principal (llamada almuerzo en muchos lugares).

Pero hoy en día todavía hay muchas personas que tienen la posibilidad de echar una cabezadita justo antes de la hora de comer, siendo conocida comúnmente como ‘siesta del carnero’, aunque es común llamarla de otros modos como siesta del borrego, del burro, del gorrino, del perro… (y así con infinidad de animales, ya que parece ser que estos suelen tener la costumbre de dormir antes de comer). Parece ser que la más famosa es la del carnero ya que era muy habitual hacerla entre los pastores cuando sacaban a pastar a sus carneros, quedando sentados a la sombra de un árbol y aprovechando para descansar un rato antes de ponerse a comer.

También podemos encontrar que es llamada ‘siesta canóniga’ o ‘siesta del canónigo’, debido a que era frecuente que estos eclesiásticos echaran una cabezadita disimuladamente durante los rezos que se realizaban al mediodía.

Según indican algunos expertos, la ‘siesta del carnero’ que se produce antes de comer suele ser más reparadora que la que se hace después, ya que no solo ayuda a reponer fuerzas (sobre todo si se ha tenido una mañana cansada o ajetreada de trabajo) sino que hace que se coma con menor ansia.

 

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Fuente de la imagen: Wikimedia commons