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¿Sabías que el término ‘debacle’ no fue incorporado al Diccionario de la RAE hasta 1983?

Se conoce como ‘debacle’ a una desgracia grande, un desastre o suceso infeliz o lamentable; tal y como apunta el Diccionario de la RAE.

¿Sabías que el término ‘debacle’ no fue incorporado al Diccionario de la RAE hasta 1983?

Este término suele ser de uso común y utilizado como sinónimo de las mencionadas acepciones, además de ‘catástrofe, calamidad, ruina o hecatombe’, entre otras y a pesar de esa cotidianidad no fue hasta el año 1983 cuando fue incorporado por primera vez en el diccionario académico y lo hacía con la acepción de ‘[Voz francesa] Ruina, hecatombe’.

En realidad el vocablo llegó al castellano un siglo antes, aunque su utilización no se popularizó y extendió hasta bien entrado el siglo XX.

La primera constancia escrita en castellano aparece en el capítulo XI del primer tomo de la novela ‘Lo prohibido’ de Benito Pérez Galdós, publicada en noviembre de 1884 y en el que ponía lo siguiente: […] Ojo al oso, niño, que al paso que vamos la debacle no tardará […]

El término ‘debacle’ proviene del francés ‘débâcle’ y utilizado con dos sentidos; uno el mismo que se le dio al castellano (desastre, calamidad) y el otro como referencia al deshielo o descongelación, tratándose de una palabra polisémica (que tiene varios significados diferentes) pero también proveniente de distintos orígenes etimológicos.

Por un lado el vocablo que hace referencia al deshielo muy posiblemente proviene del neerlandés ‘bakkelen’ (helarse la superficie del agua); el término debacle que hace referencia a un desastre proviene del francés ‘bâcler’ (trabar), existiendo constancia del uso ‘débâcle’ en el año 1589 con el significado ‘abrir, desatrancar, quitar el travesaño de la puerta’.

Lo que no queda demasiado claro es el momento en el que el término pasó a hacer referencia a un desastre.

Sí se sabe cuándo se popularizó internacionalmente y fue a partir de la publicación, en 1892, de la novela ‘La Débâcle’ de Émile Zola. Curiosamente, algunas fuentes indican que fue esta obra la que introdujo dicho término en el castellano, pero debemos tener en cuenta que una década antes ya la había utilizado Benito Pérez Galdós en su novela ‘Lo prohibido’, tal y como os he explicado unos párrafos más arriba.

 

 

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Fuente de la imagen: maxpixel