Si nos basamos en las representaciones gráficas que aparecen en los partes meteorológicos en televisión y en los periódicos, se podría pensar que son similares a las lágrimas.
A decir verdad, son esféricas. Cuando tienen 1 mm de diámetro, adquieren la forma de rosquilla, y si su tamaño supera los 4,5 mm, forman una especie de paracaídas del que penden otras gotitas mucho más pequeñas, que más tarde se dispersan.