Conocemos como ‘mofeta’ a un mamífero carnívoro, de mediano tamaño, provisto de unas glándulas en su parte trasera que desprenden un fétido líquido en ocasiones de estrés o cuando se sienten acorraladas y en peligro.
Y fue precisamente la pestilencia que desprende la que hizo que se le acuñase con el término de mofeta, ya que éste era el nombre con el que, en la antigüedad (antes de la creación del Imperio Romano), se conocía en Itálica a una curiosa deidad samnita dedicada a los gases maloliente de la tierra: ‘Mephitis’.
A esta diosa se le dedicó todos los olores y efluvios que surgían del subsuelo, las minas o los volcanes. Por el paralelismo entre ambos hedores (el que desprende la tierra y el del animal) se decidió bautizar a éste con un nombre derivado de la deidad: ‘Mephitidae’, que es con el que aparece en la nomenclatura biológica y que acabo modificándose en mofeta (en el caso del español, en italiano moffetta o en francés mouffette).
Otros posts que te puede interesar leer también:
- Melanismo, el curioso exceso de pigmentación que convierte a algunos animales en totalmente negros
- El origen de algunas expresiones que nombran un animal y que nada tienen que ver con animales
- ¿Sabías que el término mascota con el que nos referimos a los animales de compañía significa amuleto?
- ¿Por qué hay animales que no enferman por comer carroña y los humanos sí?
- ¿Por qué los animales herbívoros tienen los ojos dispuestos para una visión lateral?
Fuente de la imagen: pixabay