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Fiscal, fisco y confiscar, tres términos con un mismo origen etimológico: una cesta de mimbre

En la Antigua Roma se conocía como ‘fiscus’ a la cesta de mimbre (también podía ser de junco) en la que los funcionarios del imperio depositaban el dinero recaudado por los impuestos y que iban a parar al patrimonio particular del emperador y no al erario del Estado, aunque con el paso del tiempo el término acabó siendo utilizado para designar a todo el capital del tesoro público. Ese término derivó en la castellanización ‘fisco’ que es como conocemos al erario, hacienda o tesoro público.

Fiscal, fisco y confiscar, tres términos con un mismo origen etimológico: una cesta de mimbre

De ahí que, cuando había algún tipo de conflicto legal con ese dinero, se recurriese a la figura de un funcionario público que se encargaba de defender los intereses del Estado o del emperador, siendo conocido como ‘advocatus fisci’ (que vendría a traducirse como ‘abogado del tesoro’) y que con el paso del tiempo se convirtió en la figura del ‘fiscal’ y que en la actualidad conocemos como la persona que representa y ejerce el ministerio público en los tribunales, pero también para designar a lo relativo a la hacienda pública.

Cuando los funcionarios públicos debía ir a privar a alguien de sus bienes (por que había cometido algún delito o no había satisfecho sus pagos tributarios), aquello que le era requisado (normalmente dinero o la escritura de alguna propiedad) era depositado en la mencionada cesta con la que también se recaudaban los impuestos (fiscus), de ahí que se conozca esta práctica como ‘confiscar’, del latín  ‘confiscāre’ (de la unión del prefijo ‘con-‘: agregación y el término ‘fiscus’: cesta)

 

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¿Cuál es el origen del eslogan ‘Hacienda somos todos’?

¿Cuál es el origen del eslogan ‘Hacienda somos todos’?El mes de junio no solo es sinónimo de buen tiempo y llegada del verano, también es el periodo en el que hay que presentar la declaración de la Renta a Hacienda (evidentemente, aquellas personas obligadas a ello).

Desde hace unos años la fecha de inicio de presentación de la Renta se ha avanzado unos meses (a partir de principios de abril) y se lanza desde la Agencia Tributaria (organismo público dependiente de la Secretaría de Estado de Hacienda creado en 1992) encargada de la gestión de recaudar y gestionar los impuestos, diferentes campañas publicitarias con las que concienciar a los contribuyentes de la obligación y necesidad de tributar.

De todas esas campañas que se han llevado a cabo en todos estos años, sin lugar a dudas, la más recordada y que más impactó tuvo entre la población (y cuyo eslogan todavía es recordado) es el que decía ‘Hacienda somos todos’.

En realidad el lema completo era el siguiente: ‘Ahora, Hacienda somos todos. No nos engañemos’ y apareció a finales del mes de mayo de 1978 en una campaña publicitaria promovida desde el Ministerio de Hacienda (encabezado en aquel momento por Francisco Fernández Ordóñez) y con la que se pretendía que todos los ciudadanos españoles por igual presentasen la declaración de la Renta y, además, lo hicieran sin defraudar. Hasta entonces había sido práctica habitual el no presentarla o hacerlo poniendo datos falsos.

Es común atribuir la paternidad de dicho eslogan al creativo publicitario Stanley Bendelac, quien creo y gestionó la campaña de publicidad desde la Agencia Delvico, por encargo de Francisco Fernández Ordóñez.

Hay quien indica que fue el ministro quien dio el eslogan a Bendelac para que a partir de esa frase montara toda la campaña publicitaria y no era algo de extrañar debido a que el propio Fernández Ordoñez proporcionó diversas frases lapidarias a la prensa durante sus intervenciones y que después se convirtieron en famosos lemas, como es el caso de ‘Aquí paga hasta el rey’.

Pero en la historia sobre el origen de la frase ‘Hacienda somos todos’ nos encontramos que hay una tercera persona que se atribuye la paternidad del famoso eslogan. Se trata de Aurelio Ayala Tomás, sociólogo y en aquel momento funcionario del Ministerio de Hacienda que asegura ser la persona que le dijo al ministro dicha frase para que esta fuera utilizada no como eslogan publicitario sino dentro de uno de sus discursos (Aurelio Ayala ocupaba el cargo de jefe del gabinete técnico de la Subsecretaría de Hacienda y formaba parte del equipo de expertos que confeccionaban los discursos y declaraciones del ministro).

Pero Aurelio Ayala reconoce que no fue un lema de su propia invención, sino que la tomó de uno de los discursos ofrecidos a mediados del siglo XIX por Juan Bravo Murillo (Ministro de Hacienda en tres periodos distintos entre 1849 y 1852 y posteriormente Presidente del Consejo de Ministros) durante la presentación de los Presupuestos y el que pronunció la frase:

‘[…] porque desengáñense Señorías, Hacienda somos todos […]’

A Fernández Ordóñez le entusiasmó tanto la frase que no solo la utilizó en sus discursos sino que pidió a la agencia de Stanley Bendelac que creasen toda la campaña publicitaria alrededor de ella.

Han pasado cuatro décadas desde entonces y la frase ‘Hacienda somos todos’ sigue siendo uno de los eslóganes más famosos de la publicidad en España.

 

 

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Fuentes de consulta: archivodeinalbis /  hemeroteca.abc / graffica.info / ideal.es / La Sexta Noticias / Hemeroteca La Vanguardia
Fuente de la imagen: Hemeroteca La Vanguardia

¿Sabías que solemos utilizar incorrectamente el término ‘Dinero negro’?

¿Sabías que solemos utilizar incorrectamente el término ‘Dinero negro’?

Habitualmente se utiliza el término ‘dinero negro’ para referirnos a aquellas ganancias que se obtienen de forma ilícita de actividades ilegales y que queda fuera del control del fisco y las autoridades (por ejemplo a través de la droga, prostitución, extorsión, estafa, robo, juego ilegal, corrupción…).

Pero también es muy común utilizar generalizadamente ese mismo término para señalar aquel dinero que a pesar de haberse ganado de una manera lícita y a través de un trabajo remunerado (e incluso por la venta de algún bien, como puede ser, por ejemplo, un gran número de productos que se comercializan –compra/venta- a través de famosas aplicaciones de internet) y no ha sido declarado a la Hacienda Pública.

Pero en este caso esa denominación de dinero negro está mal aplicada, debido a que existe un término explicito con el que referirse a los dividendos ganados lícitamente pero que quedan fuera del control del fisco: ‘dinero gris’. Éste se obtiene a través de la realización de trabajos que no se cobran mediante factura y/o nómina o, como menciono en el párrafo anterior, es conseguido a través de la venta efectuada entre particulares, el cual no suele declararse y queda fuera del control de Hacienda.

Eso sí, aunque en ambos casos (dinero negro y dinero gris) el objetivo final de los infractores/evasores es hacer que el dinero quede fuera del control de Hacienda y no pagar impuestos por él, debemos diferenciar claramente que uno proviene de actividades ilegales (dinero negro) y el otro se ha ganado dentro de la legalidad aunque se ha escondido al fisco (dinero gris).

A veces podemos encontrar quien se refiere al dinero gris como ‘dinero en B’ o ‘dinero B’, debido a que éste suele ser anotado en una contabilidad paralela llamada comúnmente ‘caja B’.

Para aquellas ganancias que obtenemos de manera legítima y por las que tributamos legalmente puede utilizarse el término ‘dinero blanco’.

 

 

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Fuentes de consulta: archivodeinalbis / asesoriayempresas / acuedi (pdf) / eumed
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¿Sabías que el término ‘paraíso fiscal’ es consecuencia de un error de traducción?

¿Sabías que el término ‘paraíso fiscal’ es consecuencia de un error de traducción?

Sin lugar a dudas, cada vez que leemos o escuchamos el término ‘paraíso fiscal’ viene a nuestra mente la imagen de un lugar donde los evasores fiscales, los empresarios sin ganas de pagar impuestos y algunos personajes corruptos (por ejemplo los ‘sobrecogedores’) llevan su dinero, domicilian sus negocios y/o sociedades con el propósito de que el fisco y la tan temida mano de hierro de Hacienda de su respectivo país no les eche el guante.

Pero ¿por qué se les llama paraísos fiscales? ¿quizá porque se encuentran en islas paradisiacas?

Pues en realidad este término le debe el nombre a un error de traducción. Originalmente (y en inglés) la expresión para referirse a los lugares donde se aplica un régimen tributario muy favorable a aquellas empresas y personas que no residen allí es ‘Tax Haven’, cuya traducción literal es ‘Refugio Fiscal’, pero se atribuye un error a la hora de traducirla a nuestros vecinos franceses, quienes confundieron la palabra original haven (refugio) con Heaven (cielo, paraíso) dando lugar al termino francés Paradis Fiscal.

Aún y así resulta curioso ver cómo, a pesar de este error de traducción, uno y otro concepto vienen a reflejar la misma idea, ya que un sitio donde alguien puede refugiarse de Hacienda (teniendo unas condiciones fiscales mucho más favorables) bien puede considerarse un paraíso. Parece ser que la asociación de ideas le jugó una mala pasada al traductor francés que se dice que cometió inicialmente el error.

 

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Fuente de consulta: Las 101 cagadas del español (Reaprende nuestro idioma y descubre algunas curiosidades) de María Irazusta / Francisco Javier Lodeiro (Academia de Inversión)
Fuente de la imagen: taxprepadvice