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¿Sabías que tus gafas también tienen ‘talla’? (cómo saber qué montura es la que necesitas)

Es habitual entrar en una óptica (o comercio donde se vendan gafas, ya sean de sol o graduadas) y encontrar unos expositores de los que coger y probar para ver qué tal nos quedan.

¿Sabías que tus gafas también tienen ‘talla’? (cómo saber qué montura es la que necesitas)

Cogemos aleatoriamente, eligiendo el modelo de gafas que más nos gusta o que, creemos, mejor nos van a sentar. Unas nos van grandes, otras pequeñas, las hay en las que el puente (el arco que va entre las dos lentes sobre la nariz) es estrecho, muy bajo o demasiado alto.

Varios son los modelos que nos probamos hasta encontrar las gafas que nos quedan perfectamente.

Sin embargo, cuando somos atendidos por el dependiente u óptico la cosa es mucho más rápida. Tras decirle cuál es el tipo de modelo o montura que nos gustaría adquirir suele utilizar un pie de rey (herramienta de medición) por la cual sabe la ‘talla’ que necesitamos (tanto en la largura de las patillas como el ancho del mencionado puente o el diámetro de las lentes) y acto seguido saca el modelo exacto que necesitamos.

Eso es debido a que las gafas no se fabrican al tuntún, sino que tienen sus diferentes tallajes los cuales vienen especificados en el interior de una de las patillas.

En ese lugar suele aparecer el modelo (normalmente el nombre o iniciales de la marca) junto a un número de varios dígitos (en este aspecto cada fabricante tiene su propia nomenclatura) y a continuación, tras un espacio, aparecen tres grupos de números (en algunas marcas concretas tan solo dos o el tercero más alejado hacia la derecha e incluso volteado, como la imagen de muestra, pero no es la norma).

¿Sabías que tus gafas también tienen ‘talla’? (cómo saber qué montura es la que necesitas)

Esos tres grupos de números (que podrían ser, por poner un ejemplo, 63 [] 16 120) se trata de la talla de las gafas y se descifran de la siguiente manera: el primero de la izquierda 63 (antes del cuadradito []) es el diámetro del cristal, a continuación el 16 representaría el ancho del puente y finalmente el 120 se trata de la longitud de las patillas.

En la imagen bajo estas líneas (recogida de la web de la marca Ray-Ban) podrás saber de una manera fácil qué tamaño de lente es la que necesitas.

¿Sabías que tus gafas también tienen ‘talla’? (cómo saber qué montura es la que necesitas)

 

 

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Fuentes de consulta: specsavers / ray-ban / bluenty / visio-rx
Fuentes de las imágenes: health.mil / @yelqtls / ray-ban

¿Qué diferencia hay entre el vidrio y el cristal?

¿Qué diferencia hay entre el vidrio y el cristal?

Muchas son las personas que creen que las palabras  vidrio y cristal son sinónimas entre sí, utilizando indistintamente ambos términos para referirse a las mismas cosas.

Pero no, no son lo mismo y, además, si os fijáis bien, en los iglús verdes de reciclaje podréis observar que en ese contenedor tan solo se puede depositar vidrio y hay una advertencia en la que indica que no se eche nada que sea de cristal. El motivo de ello es porque aquello que se considera cristal  (como vasos, copas, bombillas convencionales, una ventana o espejo…) aunque comparta con el vidrio (botellas de vino, licor o refresco, frascos de conserva, cosmética, colonia o alimentación…) la composición se le ha añadido además de óxido de plomo (o en algunos casos óxido de bario) que es lo que le da el aspecto brillante tan característico de los elementos de cristal.

Esa concentración de plomo es la que hace que no sea conveniente echar ningún producto de cristal en el iglú verde, básicamente porque este elemento necesita una temperatura muy superior para ser fundido al que necesita el vidrio (que es de unos 1.500 grados centígrados). De ahí que se recomiende tirar el cristal en el contenedor en el que depositamos el resto de basura (suele ser gris, naranja o de un verde más oscuro).

Evidentemente sería mucho más aconsejable llevar todo aquello que tenemos para reciclar a un punto limpio, en el que se depositará cada cosa en su correspondiente contenedor, pero, lamentablemente, no todas las personas tienen uno de esos lugares cercano a su hogar y no pueden desplazarse hasta ellos; por tal motivo se permite que el cristal (y todo aquello que no termina de encajar en el resto de contenedores: como la cerámica, el corcho, el papel plastificado, pañales y productos de deshecho de higiene femenina e incluso las fotografías) se deposite en el contenedor de basura orgánica.

 

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Post realizado a raíz de la consulta recibida de Paco Sansa a través del apartado de contacto en el que me pregunta ‘¿Qué diferencia hay entre el vidrio y el cristal?’
Fuentes de consulta y más info: ecovidrio / elmundo / twenergy / eco-lab (elpais) / naturarla  / anfevi
Fuente de la imagen: pixabay

¿Cuál es el origen de las lentes bifocales?

¿Cuál es el origen de las lentes bifocales?Desde hace unos años se han ido imponiendo cada vez más las gafas de ‘lentes progresivas’ (una misma lente que tiene diferentes niveles de dioptrías), que a pesar de llevar poco más de un siglo inventadas no ha sido hasta las últimas décadas cuando ha comenzado extenderse o popularizarse su uso.

Hasta entonces (y aún hoy en día) cuando alguien quería utilizar unas mismas gafas que le sirvieran para ver de lejos y de cerca utilizaba las conocidas como gafas de ‘lentes bifocales’, muy características por llevar un vistoso y llamativo recuadro con una graduación diferente de media lente hacia abajo.

Se atribuye su invención a Benjamín Franklin, en 1784. El famoso político e inventor norteamericano era un gran devorador de libros, pero tal y como fue haciéndose mayor su vista era cada vez menor debido a la presbicia que padecía (anomalía ocular que suele aparecer a partir de los 40 años y que reduce la visión de cerca).

Cada vez que Benjamín Franklin tomaba un libro se veía obligado a cambiar sus gafas con lentes de visión lejana por otras con cristales para visión cercana y así poder leerlo. Hastiado de esta situación decidió cortar cada una de sus lentes en dos mitades horizontales y unirlas en una misma montura combinando la visión de lejos en la parte superior con la visión de cerca en la parte inferior, así cada vez que quería leer solo tenía que bajar la vista.

 

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Fuente de la imagen: me’nthedogs (Flickr)