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¿Cuál es el origen del término ‘franela’?

A raíz del post ‘Franelógrafo, el eficaz método de divulgar cuando no existía el PowerPoint’, me realizan una pregunta sobre el origen del término ‘franela’.

¿Cuál es el origen del término ‘franela’?

El diccionario de la RAE define el término ‘franela’, en su primera acepción como ‘Tejido fino de lana o algodón, ligeramente cardado por una de sus caras’.

Este tipo de tela suele utilizarse para confeccionar camisas, chaquetas, pantalones, camisetas interiores u otras prendas de abrigo (también sábanas), debido a que es perfecto para conservar el calor y mantener el cuerpo caliente en días (y zonas) especialmente fríos.

Existe constancia del uso de este tipo de tejido en el siglo XVI en la zona de gales y, de hecho, en algunos lugares es conocido con el nombre de Welsh cotton’ (algodón galés).

El término franela llegó al castellano, a partir del siglo XVIII, desde el francés ‘flanelle’ y los galos lo tomaron de los anglosajones que lo llamaban ‘flannel’ y a su vez estos del galés ‘gwlanen’, que significaba literalmente ‘paño de lana’.

La primera aparición en un diccionario español fue en 1787 en el ‘Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes y sus correspondientes en las tres lenguas francesa, latina e italiana’ de Esteban Terreros y Pando, en la forma de ‘flanela’ (con ele) y con la acepción: ‘Tela de lana muy fina, e las que se hacen las mantillas y otras cosas. También hay flanela de algodón y seda, de algodón y lana, y pelo de cabra, y de lana, y pelo de camello’.

Cuatro años después, ya aparecía recogida en el Diccionario de Autoridades de 1791 (editado por la RAE), donde ya aparecía en la forma ‘franela’ y con la escueta acepción: ‘Tejido fino de lana’.

Es curioso ver cómo, con el paso del tiempo, el término en castellano pasó de escribirse con ele a llevar una erre (de flanela a franela), posiblemente por una más fácil pronunciación para los hablantes (un fenómeno conocido como rotacismo).

 

 

 

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Fuente de la imagen: nenadstojkovic (Flickr)

Franelógrafo, el eficaz método de divulgar cuando no existía el PowerPoint

A lo largo de la historia se ha divulgado (ya fuese educación escolar, ciencia, religión, arte o cualquier tipo de cultura) y las personas encargadas de hacerlo se las tuvieron que ir ingeniándoselas para realizar sus clases o conferencias y mostrar algunos ejemplos ilustrativos a los presentes.

Franelógrafo, el eficaz método de divulgar cuando no existía el PowerPoint

Hoy en día es muy fácil gracias a herramientas como PowerPoint (el más popular), Canva o Prezi (por poner tres ejemplos), pero hasta hace unas décadas, cuando todavía no existían ese tipo de presentaciones digitales, los divulgadores usaban métodos mucho más rutinarios pero de gran efectividad.

El franelógrafo era uno de ellos, el cual consistía en un lienzo (normalmente compuesto por una tabla de madera muy fina) el cual estaba forrado con una tela afelpada (franela) y en la que, a modo de pizarra (colgada en una pared o sobre un caballete) el conferenciante iba colocando unas piezas (también forradas de ese tejido) que representaba lo que quería explicar y que se iban quedando adheridas.

No se sabe con exactitud cuándo se creó el franelógrafo y quién lo ideó, pero se tiene constancia de su uso ya en los siglos XVIII y XIX, sobre todo por los evangelizadores, quienes trataban de enseñar las escrituras y sus pasajes a una población que era mayoritariamente analfabeta y, haciéndolo de ese modo visual, aprendían fácilmente el mensaje de los religiosos.

También se ha utilizado (y se sigue haciendo en muchos lugares) para enseñar en las escuelas a los más pequeños, debido a que el aprendizaje visual es mucho más efectivos.

 

 

 

 

Fuente de la imagen: Wikimedia commons