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¿Sabes qué es un ‘embeleco’?

¿Sabes qué es un ‘embeleco’?

Se conoce como ‘embeleco’ a un ‘engaño o embuste’. Fue recogido por primera vez en el diccionario de Autoridades de 1732 con la acepción de ‘Embuste, fingimiento, engañoso, mentira disfrazada con razones aparentes’.

Cabe destacar que, antiguamente, al que engañaba con dedicación profesional se le conocía como ’embelecador’, término proveniente del árabe andalusí ‘bala’, cuyo significado era ‘mal de amores’; y es que el embelecador solía seducir con sus palabras a sus víctimas.

También debo añadir que a pesar de su parecido con el vocablo ‘embelesar’, (del que hablé en un anterior post) nada tiene que ver con este ni con su raíz etimológica.

 

 

Lee y descubre el curioso origen, historia y etimología de infinidad de palabras y palabros

 

 

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Infarto, farsante y harto; tres términos distintos con un mismo origen etimológico

Ya os he explicado en otras ocasiones mi pasión por buscar el origen etimológico de las palabras e ir tirando del hilo hasta saber cuál su historia y curiosidades alrededor del momento en que fue creada o empezó a ser utilizada. Muchas son las veces en las que he encontrado que diferentes términos, sin tener aparentemente nada que ver entre sí, en realidad provenían originalmente de un mismo vocablo y varias las entradas al respecto que he publicado en este blog (encontraréis los enlaces al pie de este post).

Infarto, farsante y harto, tres términos distintos con un mismo origen etimológico

En esta ocasión os traigo los vocablos ‘Infarto’, ‘farsante’ y ‘harto’, tres términos que significan cosas distintas pero con un mismo origen etimológico: el ‘relleno’.

El término latino ‘fartus’ significaba literalmente relleno y en su origen hacía referencia a la porción de comida que se utilizaba para ser introducida dentro de otra (por ejemplo el relleno de un ave con verduras y viandas). La acción de rellenar ese alimento se conocía como ‘farcire’.

Con el tiempo tanto el vocablo fartus como el verbo farcire se empezó a utilizar para denominar a todo aquello que se añadía (o sea, estaba de relleno) como podía ser durante un espectáculo teatral.

De ahí que comenzara a conocerse como ‘farsa’ (del francés ‘farce’ y a su vez del latín ‘fartus’) a la pieza cómica (generalmente satírica) de duración breve que se representaba generalmente en el entreacto de otra obra teatral de mayor importancia, ya que era un relleno que se hacía durante el descanso. A aquel actor que interpretaba dicha farsa se le empezó a denominar como ‘farsante’ (el que rellena o está de relleno).

Curiosamente, con el paso de los siglos, los términos ‘farsa’ y ‘farsante’ han pasado a ser utilizadas para hacer referencia a un engaño y fingimiento o a quien se dedica al embuste.

Utilizamos generalmente el vocablo ‘infarto’ como referencia a una lesión que se produce en un órgano (generalmente asociado al corazón y al que llamamos ‘infarto de miocardio’). En realidad esta dolencia (infarto) es producido por el aumento de un órgano enfermo (no solo del corazón, también el hígado, un ganglio…) debido a la obstrucción de una de las arterias a causa de un coágulo (o sea, que se rellena de algo sólido, como puede ser grasa).

El término infarto está compuesto por el prefijo latino ‘in’ (dentro, meter, hacia dentro) y el mencionado ‘fartus’ (relleno).

El tercer término que compone esta entrada es ‘harto’, el cual suele utilizarse para indicar que alguien está hastiado y cansado de algo, pero también decir que está saciado o ha comido lo suficiente para satisfacer el hambre. El vocablo también proviene directamente del latín ‘fartus’ y originalmente hacía referencia a quedar atiborrado tras una copiosa comida (haber rellenado por completo el estómago de alimento).

 

 

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