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El origen de algunos términos relacionados con los engaños (II)

El diccionario de la RAE define la palabra ‘engaño’, en una de sus acepciones, como ‘Falta de verdad en lo que se dice, hace, cree, piensa o discurre’. Diversos son los términos que podemos encontrar relacionados con el hecho de engañar.

El origen de algunos términos relacionados con los engaños (II)

Aquí os traigo una primera entrega con media decena de ellos:

Baratería:

Es el engaño y fraude que se hace a través de la compra-venta de alguna mercancía. Quien lo cometía era conocido como baratero, vocablo que proviene de barato (de bajo coste), ya que para llevar a cabo la trampa solía ofrecer el producto fraudulento a un precio muy por debajo del estipulado. En derecho se conocía como baratería el delito cometido por un juez cuando este admitía dinero o regalos por dar una sentencia.

Embeleco:

Engaño o embuste. Antiguamente al que engañaba con dedicación profesional se le conocía como embelecador, término proveniente del árabe andalusí bala, cuyo significado era ‘mal de amores’; y es que el embelecador solía seducir con sus palabras a sus víctimas. Cabe destacar que a pesar de su parecido con el vocablo embelesar, nada tiene que ver con este ni con su raíz etimológica.

Señuelo:

Reclamo utilizado por los cazadores con el fin de engañar a su presa y atraparla. Proviene del término señal y este del latín signalis, cuyo significado era ‘que sirve de signo para atraer algo’.

Treta:

Artificio sutil e ingenioso para conseguir algún propósito. El término sale del mundo de la esgrima y hace referencia a un engaño practicado por uno de los contendientes para defenderse y herir o desarmar al contrario. El vocablo llegó al castellano desde el francés traite y su significado era ‘tirada’, que es como se llama cada acción del practicante de esgrima.

Triquiñuela:

Amaño o astucia realizado para conseguir algún fin de forma engañosa o haciendo trampas. El término está muy vinculado a las artimañas que usaban antiguamente los  tahúres (jugadores de cartas). Proviene del vocablo trickery, ‘triquiñuela’ en inglés, que, a su vez, procede de trick, ‘truco’. Al inglés llegó hacia el siglo xiv desde el francés medieval tricher, ‘engañar’, que procedía del latín vulgar triccare, ‘comportarse de manera evasiva’.

 

 

 

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¿Sabes qué es un ‘embeleco’?

¿Sabes qué es un ‘embeleco’?

Se conoce como ‘embeleco’ a un ‘engaño o embuste’. Fue recogido por primera vez en el diccionario de Autoridades de 1732 con la acepción de ‘Embuste, fingimiento, engañoso, mentira disfrazada con razones aparentes’.

Cabe destacar que, antiguamente, al que engañaba con dedicación profesional se le conocía como ’embelecador’, término proveniente del árabe andalusí ‘bala’, cuyo significado era ‘mal de amores’; y es que el embelecador solía seducir con sus palabras a sus víctimas.

También debo añadir que a pesar de su parecido con el vocablo ‘embelesar’, (del que hablé en un anterior post) nada tiene que ver con este ni con su raíz etimológica.

 

 

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Media docena de palabras que quizás no sabías que provienen del árabe

Aunque la base del idioma español es el latín, el vocabulario de nuestra lengua contiene numerosas palabras que proceden de las diferentes culturas que por la Península Ibérica han ido pasado a lo largo de la historia. Muchas de ellas provienen del árabe, gracias al rico legado cultural que dejó en nuestra sociedad de los ocho siglos de presencia musulmana.

Media docena de palabras que quizás no sabías que provienen del árabe

En este post os traigo media docena de palabras que quizás no conocíais o no sabíais que provienen del árabe.

Aljaba. Proviene del árabe yaba, que significa ‘funda’ y hace referencia a la bolsa o funda que llevaban colgada al hombro los soldados antiguamente y en la que iban las flechas que iba a lanzar al enemigo.

Mohíno. Se trata de un estado de melancolía, tristeza, debilidad o disgusto. Es un antiquísimo término que ya fue recogido en los primeros diccionarios editados con la misma acepción y cuya etimología proviene del árabe andalusí muhin, cuyo significado era ‘ofendido,  vilipendiado’. De dicho vocablo también derivó mohín, referido a la mueca que hace el rostro cuando se está triste o melancólico, de donde surge la expresión mohín de disgusto.

Alafa. Vocablo que proviene del árabe alafa, que, originalmente, hacía referencia a las dietas (retribución diaria para manutención u hospedaje) percibidas por un profesional que debía desempeñar su oficio en otra población o fuera de su puesto de trabajo. El término está prácticamente en desuso, pero, durante un tiempo (siglos xvi a xix), tomó el significado de ‘paga o dotación que disfrutaban los militares’ (se entiende que enviados a alguna misión).

Embeleco. Engaño o embuste. Antiguamente al que engañaba con dedicación profesional se le conocía como embelecador, término proveniente del árabe andalusí bala, cuyo significado era ‘mal de amores’; y es que el embelecador solía seducir con sus palabras a sus víctimas. Cabe destacar que a pesar de su parecido con el vocablo embelesar, nada tiene que ver con este ni con su raíz etimológica.

Mogrollo. Que vive a costa de los demás. Término en desuso que ya aparecía en la edición de 1734 del Diccionario de autoridades con esa misma acepción. Parece ser que etimológicamente proviene del vocablo mogollón, de exacto significado y que llegó al castellano desde el catalán mogobell, ‘interés sobre un capital’, y este del árabe muqabil, ‘compensación’.

Alfayate. Término con el que se denominaba durante la Edad Media al profesional que se dedicaba a la sastrería y confección de trajes y ropas. El vocablo proviene del árabe hayyat, ‘el que cose’, con el que se designaba a quienes ejercían el oficio de sastre. Dejó de utilizarse a partir del siglo xvii (hasta entonces aparece muy mencionado en documentos y obras literarias), cuando fue sustituido por la forma sastre, proveniente del latín sartor, ‘remendador o cosedor de ropa’, que tras pasar por el provenzal y el catalán quedó en la forma actual utilizada en español. Cabe destacar que en Portugal se sigue usando la forma alfaiate.

 

 

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