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¿De dónde proviene el término ‘comentario’?

El término ‘comentario’, derivada del latín commentarium, el cual se refería, inicialmente, a las explicaciones breves que se añadían a un texto principal para facilitar su comprensión.

¿De dónde proviene el término ‘comentario’?

Estas explicaciones se utilizaban especialmente en textos históricos o épicos para ayudar a los lectores a entender mejor los eventos narrados (grandes batallas, conquistas, guerras…).

En el diccionario de Autoridades de 1729, se recoge por primera vez en castellano con el significado de ‘Historia o cosa escrita con brevedad’, equiparándolo a un ‘Epítome’, es decir, un resumen o compendio de una obra extensa que expone lo fundamental de la materia tratada.

Hoy en día, el término ‘comentario’ se utiliza en un sentido más amplio para referirse a cualquier explicación o reflexión breve sobre un tema, ya sea escrito u oral. Además, con la llegada de las redes sociales y los medios digitales, los comentarios se han vuelto una forma común de expresión, opinión, crítica o discusión en línea.

 

 

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El curioso e histórico origen del término ‘censura’

El curioso e histórico origen del término ‘censura’

Conocemos como ‘censura’ o ‘censurar’ a la acción de prohibir, anular o reprobar alguna cosa (por ejemplo un texto, imagen, parte de una obra o película), que suele realizarse por motivos morales, religiosos o políticos y con intención de no permitir que algo llegue a la ciudadanía, público, etc.

También se aplica ambas formas del término como sinónimo de crítica o reprobación hacia alguna cosa o persona.

Etimológicamente provienen del latín, escrito del mismo modo (cuyo significado literal era ‘evaluar’) y a su vez del oficio de ‘censor’ que en la Antigua Roma ejercía un funcionario (durante un periodo no superior a cinco años) y cuya función era, entre otras cosas, la de llevar al día el registro de ciudadanos (de ahí que se denomine como ‘censo’ a lo que se conoce también como ‘padrón’).

El censor no solo debía de llevar al día esa lista de habitantes y de todas sus pertenencias y bienes, sino también se encargaba de ir dando de baja del censo (census) a aquellos ciudadanos que fallecían, se habían trasladado a residir a otro lugar y de quienes cometían algún tipo de delito y eran encarcelados o expulsados.

Entre las diferentes funciones del censor también estaba el evaluar si se le debía de privar de la ciudadanía a quienes habían sido castigados por cometer alguna falta o delito y, por tanto, si se les censuraba del padrón o dicho de otro modo se les eliminaba del censo.

Con el tiempo, estos funcionarios también se hicieron cargo de velar por la moral pública, teniendo la potestad de examinar previamente los escritos que un autor quería publicar, con el fin de comprobar que no había en estos nada hiriente o calumnioso hacia los gobernantes.

 

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