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¿Cómo se construye un iglú?

Un iglú es una construcción en forma de cúpula que podemos encontrar en zonas heladas y sirve como refugio temporal o incluso como vivienda. Todo depende del tamaño del mismo.

La construcción de un iglú es fácil pero  tiene su propia técnica que, aplicándola con rigurosidad, hará que podamos disfrutar de un lugar seguro donde resguardarnos confortablemente, en caso de necesitarlo. Nos puede llevar construirlo entre 3 y 5 horas, dependiendo del tamaño del mismo y de la habilidad que tengamos como constructores.

La herramienta fundamental que necesitaremos para realizarlo es un cuchillo de esquimal (que viene a ser como una sierra de carpintero) con el que se cortan los bloques de nieve, que debe ser compacta. También nos será de gran ayuda disponer de una pala.

Lo primero que tenemos de hacer es cortar un buen número de bloques en el espacio dónde queramos levantar la construcción y que se habrá marcado previamente con la pala o el cuchillo. La nieve más dura la encontraremos escarbando un poco la superficie.  El hueco dejado  (que puede ser de una profundidad aproximada de 50 a 70 centímetros), nos servirá como base, ya que es importante que haya una pequeña variación de altura respecto al exterior que nos ayudará a que no se cuele el aire frío al interior, lo cual protegerá la estancia, manteniéndola a una temperatura 20º por encima de la que haga afuera.

Es fundamental que el iglú sea construido en espiral con bloques de creciente tamaño, eso facilitará el trabajo y, sobre todo, hará que todo él quede más compacto y seguro, asentándose cada pieza mucho mejor. Según se va colocando cada bloque de nieve se va recortando con el cuchillo y dándole la forma adecuada para que encaje perfectamente. Debe seguirse el orden en la colocación hasta llegar al techo o cúpula.

No hay que preocuparse si quedan algunos huecos abiertos entre los bloques, pues después se pueden tapar con trozos de nieve y el frío se ocupará de sellarlo y compactarlo bien.

La colocación de las piezas en el iglú debe ir elevando la altura de la estructura hasta llegar a cerrarla en la cúspide. Es de gran ayuda si en la construcción participan un par de personas: una que esté dentro colocando los bloques y otra desde fuera contando en caso de que haga falta más, tapando agujeros y vigilando que todo quede bien compacto y, en caso de desprendimiento de las piezas, poder socorrer al compañero.

La construcción de la puerta también requiere que se haga de una manera especial y concisa. Es importante que esta esté de espaldas al viento y es de gran utilidad, para que no entre aire frío, el construir un pequeño túnel de salida por debajo del iglú.

Una vez terminada la construcción, sacar los restos sobrantes de nieve del interior y aplanar toda la base del que será el resguardo. Colocad unos plásticos o aislantes térmicos que evitará que el frío del suelo baje la temperatura de la estancia. Otra cosa a tener en cuenta es el hacer un pequeño agujero en el techo en caso de que vayáis a cocinar en el interior del iglú y así podréis hacer que pueda salir el aire caliente de la combustión y evitaréis que el hielo de las paredes se derrita.

Sí se va a utilizar durante varios días habrá que efectuarle pequeños trabajos de mantenimiento, recubriendo con nieve aquellos huecos que se puedan haber ido produciendo.

 

 

 

 

 

Fuentes de las imágenes e info: outwardbound / mnn / primitiveways / igloobuilding