La velocidad de propagación del sonido, en el aire, depende básicamente, de dos factores, la temperatura y la humedad. Por cada grado que se incremente la temperatura del aire, la velocidad del sonido aumenta 0,6 m/s. Esto se debe a que al aumentar la temperatura, también aumenta la agitación térmica de las moléculas de los gases que integran el aire, lo que favorece que se propague la vibración.