Irremediablemente, todas las personas tenemos que envejecer…
Nacemos, crecemos, vamos adquiriendo experiencia y conocimientos y, a la misma vez, cumplimos años, mientras nuestro cuerpo va sufriendo una serie de modificaciones morfológicas y fisiológicas que nos lleva hasta el periodo de la vejez.
Afortunadamente, la esperanza de vida en los últimos siglos ha aumentado en más de 20 años, pudiéndonos encontrar una tasa de mortalidad a principios del XIX que rondaba los 45-50 años de edad.
Todo esto forma parte del proceso natural de la vida, pero hay un colectivo de personas que llevan todo este proceso bastante mal y padecen una extraña fobia que les hace tener un miedo irracional a envejecer, estos son conocidos como “gerascofóbicos”.
Los afectados de gerascofobia suelen encontrarse entre las personas que ven pasar los años sin haber cumplido los objetivos que se habían marcado. Aquellos que no han alcanzado la meta marcada, que no han podido desarrollar su vocación. Normalmente, suele ir asociado con conductas narcisistas, lo que provoca un continuo intento de detener el envejecimiento a base de operaciones de estética, tintes en el cabello, ropas juveniles y actitudes en desacorde con su edad y estatus.
La gerafobia suele ir acompañada de procesos de ansiedad, miedo y continuos pensamientos negativos que llevan al individuo a sentir autentico pavor cuando piensan en la vejez.
A menudo los gerascofóbicos padecen otras fobias y manías asociadas a su patología, entre ellas la gerontofobia, que es el miedo a las personas ancianas y, en múltiples ocasiones, viene acompañado por un sentimiento de desprecio y rechazo hacia la tercera edad.
Lee en este blog más posts sobre otras curiosas fobias
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Muy buena tu entrada. Un dato curioso a tener en cuenta en una sociedad cada vez mas decadente.
11 enero 2012 | 4:12
Hay que disfrutar de cada estación, que en todas hay distintas sensaciones que no me voy a perder.
Carla
http://www.lasbolaschinas.com
11 enero 2012 | 6:38
Yo conozco bien ese mal
pienso que es una enfermedad,
no la padezco en carne propia,
pero sí, en la proximidad.
Hay quien vive en el pasado,
de sus recuerdos viviendo,
muy felices, si son buenos,
o atormentados por los malos.
Hay quien para el futuro vive
y no disfruta del presente,
son dos maneras de vivir
y de la realidad evadirse.
Luego hay los que no viven
ni el presente, ni futuro ni el pasado,
son los que por miedo a envejecer
o por temor la muerte
viven toda la vida angustiados;
mirándose a cada momento,
si las canas aumentaron,
midiéndose las arrugas
para ver si alguna ha crecido
y ver cuantas más han salido.
Y puedo yo asegurar
que vivir así no es vida,
ni para el que la padezca,
ni para el que esté a su lado.
11 enero 2012 | 8:34
Más miedo hay a ser pobre, no tener dinero y no tener trabajo que a envejecer.
11 enero 2012 | 10:22
No es miedo a envejecer, es miedo a ser tratado como un estropajo inservible: lo estamos viendo cada día en nuestro entorno inmediato.
11 enero 2012 | 10:28
Soy gerascofóbica, pero extrañamente a lo que has dicho, me encantan l@s abuelit@s adorables, incluso más que algunos niños repelentes.
La otra fobia que va asociada a la primera, en mi caso, es la tanatofobia. No pasa un día en que no piense en la muerte y eso me aterra.
11 enero 2012 | 10:43
Esto se cura comiendo de todo .Si te lo comes todo limitas fustraciones como la del Aznar acomplejado claramente por no haber bajado al pilón en su dia.
Come de todo, se feliz, reconoce tus inclinaciones…Se auténtico.
La chispa de la vida.
11 enero 2012 | 11:22
viejascofobia.quiero morir joven.
11 enero 2012 | 11:36
Yo creo que es más miedo al recordatorio de la muerte que las arrugas representan.
Por que la autoayuda no ayuda:
http://www.ivansanz.com/2012/01/10/que-es-el-desarrollo-personal/
11 enero 2012 | 11:42
es que la tercera edad da asco, porque se vuelven todos malos, criticones, envidiosos y manipuladores. a mi envejecer me da igual, lo que me aterra es pensar que no pueda aceptarlo y me vuelva una hija de puta como todos los awelos que conozco (con honrosas excepciones)
11 enero 2012 | 11:42
es que la tercera edad da asco, porque se vuelven todos malos, criticones, envidiosos y manipuladores. a mi envejecer me da igual, lo que me aterra es pensar que no pueda aceptarlo y me vuelva una hija de puta como todos los awelos que conozco (con honrosas excepciones)
para ser hijo o hija de puta no hace falta envejecer ,algunos y algunas lo llevan en los genes de nacimiento ,los mayores son como el vino ,el que ha sido bueno de joven lo es de viejo y a los hijos de puta que se dedican a hacer daño a los demas desde su mas tierna infancia les espera a su vejez ,lo que se merecen ,que sus hijos les arreen una patada en el culo y los metan en una residencia donde se pudran del asco y no vaya a visitarles nadie
11 enero 2012 | 13:09
Esta no es, ana…
seguro que es, otra ana,
a la que no le niego razones,
aunque no todas las tiene.
ana las de los tres puntos(…)
aunque yo no la conozca
estoy seguro que ella
no habría en el comentario
escrito, y no me equivoco,
los dos últimos renglones.
11 enero 2012 | 15:43
Aqui falta el comentario de Larrosa , pues el sabe mucho de eso de no envejecer.
11 enero 2012 | 15:54
No se que ancianos habrás conocido. Como bien dice Ana, la gente no se vuelve mala por envejecer, el que ha sido un amargado o un cabronazo lo será aún más en la vejez.
Yo no tengo miedo a envejecer, llevo mis años, 61, con mucha dignidad, disfruto de la vida, de mi pareja y mis hijos. A lo que tengo temor es a la forma en que esta sociedad moderna trata a los que ya no son jóvenes. Y entiendo que si nuestros hijos no pueden hacerse cargo de nosotros cuando ya estemos muy mayores, ellos tendrán sus propios problemas diarios, aún estarán trabajando, tengamos que terminar en una residencia, pero y ahí es donde me entra la duda ¿Me tratarán como a un ser humano con unas ciertas limitaciones propias de la edad, o me considerarán un trasto inútil en el que no vale la pena ni gastar unos minutos para unas palabras amables?
11 enero 2012 | 16:28
Que bueno y que grimilla la foto
http://www.parafashionyo.com
11 enero 2012 | 19:39