El rey Alfonso XIII quiso agradecer la lealtad y amistad de Pedro Gerardo Maristany y Oliver, (diputado y senador, además de Presidente del Ateneo de Barcelona y hombre de ciencia), nombrándolo Conde de Lavern, un título creado exclusivamente para él.
Dicho nombramiento se hizo efectivo el 4 de enero de 1912 y el recién nombrado conde se lo tomó con buen humor y sin que se le subieran los humos a la cabeza, a pesar de que muchas de las personas de su círculo más cercano lo elogiaban por tan ilustre designación.
Como las visitas a su domicilio, de aquellos que iban a felicitarlo y a hacerle la pelota, comenzaron a hacerse algo pesadas, con gran acierto y sentido del humor indicó a su criada que a partir de aquel momento a todos aquellos que fueran a visitarlo por el título les contestase lo siguiente:
«El señor conde no está en casa. Ha salido a probarse la armadura»
Otra anécdota sobre el simpático personaje del conde de Lavern y su recién nombrado título es la que explica que días después de su nombramiento se encontró con un amigo (algunas fuentes indican que era el propio Alfonso XIII) y le preguntó a qué se debía la mala cara que tenía, a lo que Maristany contestó:
«No sé, debe ser por el cambio de sangre»
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Lastima que practicamente todos los que heredan estos titulos no prediquen ejemplos similares…creo que hay demasiado egocentrismo solo por un hecho de sangre.
http://lacasadelcomicduendeverde.blogspot.com.es/2014/09/recuerdos-vividos-con-escalofrio-las.html
Un saludo
23 septiembre 2014 | 10:46
Que gracioso el titulo de Conde… Conde de Lavern o Conde del Avern (Conde del Averno) muahahahahahah
23 septiembre 2014 | 17:04