Archivo de septiembre, 2022

¿Es correcto usar el término ‘almóndiga’?

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan si es correcto usar el término ‘almóndiga’.

¿Es correcto usar el término ‘almóndiga’?

El término almóndiga (como referencia a las bolas de carne picada o pescado desmenuzado) no es de uso correcto, a pesar de que haya quien se empeñe en señalar todo lo contrario.

La forma correcta es albóndiga y, etimológicamente, el vocablo proviene del árabe andalusí albúnduqa, cuyo significado literal es ‘la bola’.

Sí que es cierto que son numerosas las referencias históricas que podemos encontrar a la forma almóndiga, aunque esté considerada como un vulgarismo y su aparición en nuestro vocabulario es muy posterior a albóndiga.

Según algunos expertos, el hecho de pronunciarlo con una eme podría deberse a que se cruzaron albóndiga y mondongo (mezcla de carnes de diferentes partes de un animal muy picadas y destinadas a rellenar morcillas, longanizas o chorizos).

De hecho, en catalán la albóndiga se denomina mandonguilla, y los lingüistas dicen que su etimología es el cruce de albondiguilla y mondongo.

Otra hipótesis sobre la denominación almóndiga podría ser la influencia del portugués en algunas partes de la geografía española, pues estas bolas de carne se conocen en Portugal como almôndega.

Cabe destacar que a pesar de que el diccionario de la RAE recoja el término ‘almóndiga’, no quiere decir que la dé como válida, debido a que en dicha entrada incluye ‘desus.’ y ‘vulg.’, lo cual quiere decir que la institución académica considera esta voz como antigua y que actualmente se siente como forma impropia de la lengua culta. El en Diccionario Panhispanico de dudas podemos encontrar la siguiente advertencia: ‘No debe usarse la forma almóndiga, propia del habla popular de algunas zonas’.

 

 

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El origen etimológico de algunos términos relacionados con las ‘catástrofes’ (I)

El origen etimológico de algunos términos relacionados con las ‘catástrofes’ (I)

Un suceso que produce graves daños es considerado como catástrofe, un curioso término que nos llegó desde el latín tardío catastrophe, que, a su vez, procede del griego katastrophe, ambos con el mismo significado. Fueron numerosos los griegos clásicos que no utilizaron dicho vocablo para hacer referencia a algún tipo de desastre, sino que lo usaban para indicar el grado de sorpresa que se habían llevado ante un final inesperado o un giro repentino en la trama de una obra de teatro. Y es que el vocablo  katastrophe está compuesto por kata, ‘hacia abajo, sobre’, y strophe, ‘voltear’, lo que da ‘voltear hacia abajo’, en referencia a aquello a lo que se le da la vuelta (por ejemplo el argumento de una obra teatral).

Otro término para hacer referencia a algún tipo de desgracia de grandes dimensiones es hecatombe, que también proviene del griego (hekatómbe). Originalmente no tenía que ver con desastre natural alguno, sino con una curiosa ceremonia en la que se sacrificaban cien bueyes como forma de expiación de todos los males, culpas y desdichas que se había padecido a lo largo del año; la relación es que el significado literal del vocablo hecatombe es ‘cien bueyes’, hekatom, ‘cien’, y be, ‘buey’.

Procedente del latín calamitas, ‘daño’, calamidad es otro término utilizado para hacer referencia a algún tipo de desgracia que puede afectar individual o colectivamente. En el Diccionario de autoridades de 1729 se le daba la acepción de «accidente o infortunio, que hace infeliz y llena de trabajos a algún hombre, imperio, provincia o ciudad». El vocablo se hizo muy popular al usarse como un adjetivo con el que referirse a aquella persona que se comportaba de forma torpe e inútil.

 

 

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¿Cuál es el origen del término ‘ungüento’?

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan cuál es el origen del término ‘ungüento’.

¿Cuál es el origen del término ‘ungüento’?

El término ‘ungüento’ hace referencia a cierto medicamento, en forma de aceite o crema, que se aplica sobre la piel o una parte concreta del cuerpo y que se suele elaborar con productos naturales.

El término proviene del latín unguentum y su significado literal es ‘lo que se unge’ (unta, aplica).

El uso del término es antiquísimo y podemos comprobar cómo se hacía referencia al mismo en escritos de hace más de dos mil años.

La palabra ‘ungüento’ ya aparece recogida en la obra ‘Gramática de la Lengua Castellana’, escrita por Antonio de Nebrija (publicada el 18 agosto de 1492) y que se trataba el primer libro que se publicó sobre gramática en nuestra lengua. Posteriormente fue incorporada a otras obras enciclopédicas de diversos autores en los siguientes siglos y en 1739 en el Diccionario de Autoridades (el primer gran diccionario oficial realizado por la RAE) en el que se le dio las siguientes cuatro acepciones al término (respeto el castellano antiguo en el que se publicó):

  • ‘Todo aquello, que sirve para ungir, ò untar’
  • ‘Particularmente se toma por la confección crassa, y blanda, compuesta de varios simples medicinales, tomando el nombre del simple mas especial, ù del inventor. Lat. Unguentum’
  • ‘Significa tambien una confección de simples olorosos, y fragantes, que usaban mucho los antiguos, y oy se usa para embalsamar los cadaveres’
  • ‘Metaphoricamente se toma por qualquier cosa, que suaviza, y ablanda el ánimo, ù la voluntad, y la atrahe à lo que se desea conseguir. Dicese freqüentemente del dinero, que en estilo festivo le llaman ungüento de México, y tambien à la plata ungüento Blanco, y al oro ungüento Amarillo. Lat. Unguentum. Linimentum’.

 

 

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¿Es válida la palabra ‘nitofília’?

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan sobre el origen de la palabra ‘nitofília’.

¿Es válida la palabra ‘nitofília’?

Desde hace un tiempo, anda compartiéndose por las redes sociales una publicación que se ha hecho viral y en la que aparece el término ‘nitofília’ y al que se le da el siguiente significado: ‘Placer por crear escenas irreales en la cabeza’.

A pesar de la rápida popularización del término (gracias a su onírico significado) se trata de un neologismo (palabra creada recientemente) de la que no existe constancia en libros, documentos o motores de búsqueda de internet, más allá de febrero de 2021, cuando apareció por primera vez incrustada en una imagen que pertenecía a una colección de palabras curiosas.

Tampoco aparece recogido en el diccionario de la RAE y la propia academia (a través de su servicio en línea de resolver dudas) indicó a un usuario que preguntaba sobre la misma con el siguiente texto:

«Nitofilia» es una palabra facticia, que no tiene uso real, de ahí que no esté registrada en los diccionarios. Apareció recientemente en una imagen de Internet, donde aportaba el significado de ‘placer por crear escenas irreales en la cabeza’. Sin embargo, su etimología no es clara y se desaconseja su empleo.

El término sí está recogido en la web de DiccET (Diccionario del Español Total), un diccionario en el que se recogen todo tipo de palabras (aportadas mayoritariamente por los usuarios) y que no aparecen en otros diccionarios oficiales o convencionales. Eso sí, en la propia entrada en el DiccET, indican el origen poco claro del término y su aparición en la red a través de la mencionada imagen viral de febrero de 2021.

Esto ha originado un debate en algunos foros y redes sociales en el que se discute si debería ser un vocablo válido y la adecuación de su uso de forma común y popular. Hay voces discrepantes que indican que ya existe un antiquísimo término para hacer referencia a algo similar al neologismo ‘nitofília’: ‘nefelibata’ (Dicho de una persona: Soñadora, que no se apercibe de la realidad).

 

 

 

 

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¿Cómo se les llama a los ‘empollones’ en el resto del mundo? (I)

El término ‘empollón’ (o ‘empollona’) se utiliza para hacer referencia a aquellas personas que pasan gran parte de su tiempo estudiando y suelen destacar por ser los más aplicados y quienes mejores notas sacan en sus respectivos centros educativos. El diccionario de la RAE le da la siguiente acepción: ‘Dicho de un estudiante: Que estudia mucho y se distingue más por la aplicación que por el talento’ (además de añadir que se trata de un adjetivo despectivo). La primera vez que fue recogido por la publicación académica fue en su edición de 1925 con el significado de ‘Dícese, por lo común despectivamente, del estudiante que prepara mucho sus lecciones’.

¿Cómo se les llama a los 'empollones' en el resto del mundo? (I)

Existen numerosos sinónimos para definir a un empollón, entre ellos cerebrito, sabiondo, aplicado, estudioso, sabelotodo e incluso ‘listo que todo lo sabe’.

Pero no solo en español existen este tipo de términos para referirse a las personas que estudian mucho, pudiendo encontrar que en otros países e idiomas tienen sus propios vocablos.

A continuación os traigo la primera entrega de nombres que reciben en el resto del mundo:

Uno de los términos en extranjero con el que se conoce a un empollón es con la palabra ‘nerd’, probablemente la más conocida y utilizada y que proviene del inglés. El nerd, además de ser la típica persona que pasa gran parte de su tiempo estudiando, también es definido (en el Oxford English Dictionary) como ‘persona aburrida, estúpida y poco sociable’.

La palabra británica ‘swot’ también implica que ser inteligente requiere gran esfuerzo, ya que deriva del sustantivo del sajón antiguo «swêt» (sudor) o ’secchione/a’ es cómo los italianos llaman a los mejores estudiantes en tono despectivo. Este curioso término se originó en Ticino, una región de habla italiana en el sur de Suiza. El término ’segiòn’ viene de la palabra lombarda ‘gamela’, cubos de aluminio resistente que utilizaban los soldados para comer durante la guerra. Además, el verbo ’gamelar’ significa trabajar duro en este dialecto.

En Portugal, la palabra ’marrão’ (un martillo de hierro que rompe piedra) o en Brasil ‘CDF’ (cu de ferro, culo de hierro) son los equivalentes habituales.

Los cubanos llaman a las personas inteligentes ‘Abelardito/a’. Este término es el diminutivo del nombre del gran filósofo francés Pierre Abélard, que vivió entre los años 1079 y 1142 d. C. En Chile, la palabra ‘Mateo/a’ (Matthew en inglés) se emplea para referirse a un empollón. Este término deriva inicialmente del nombre griego ‘Prometeo’ (Prometheus), que era el dios griego del fuego y un maestro artesano. Prometeo utilizó su inteligencia para embaucar al dios Zeus para que le devolviese el fuego a los mortales. De ahí que esta palabra se use para referirse a la persona más embaucadora de una clase. No obstante, el significado actual es el de ‘el preferido de la profe’.

Cabe destacar que en Cataluña al que todo lo sabe o está instruido en muchas disciplinas es conocido como ‘set ciències’, ‘setciències’ o ‘set-ciències’ (siete ciencias) y que vendría a ser también un sinónimo de ‘sabelotodo o listo que todo lo sabe’.

¿Cómo se les llama a los 'empollones' en el resto del mundo? (I)

¿Cómo se les llama a los ‘empollones’ en el resto del mundo? (ilustración vía Preply)

 

 

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Libro recomendado: ‘Cómete el mundo y dime a qué sabe’ de Jessica Gómez

Libro recomendado: ‘Cómete el mundo y dime a qué sabe’ de Jessica Gómez‘Cómete el mundo y dime a qué sabe’ de Jessica Gómez (publicado por el sello editorial HarperCollins Ibérica) es mi recomendación literaria de este mes.

Se trata de un libro que se lee de un tirón, compuesto por una veintena de relatos sobre mujeres anónimas que, gracias a la desenfadada manera de escribir de la autora, te atrapan desde el primer momento y tras la finalización de cada capítulo te quedas con ganas de saber más sobre cada una de ellas.

Jessica Gómez nos presenta a una peculiar narradora (personificada en la portera de un edificio) que nos va realizando un tour por los distintos pisos de la escalera donde ha trabajado durante los últimos años y en el que nos presenta a veinte vecinas, muy diferentes entre sí, pero con algo en común, todas son grandes luchadoras y supervivientes.

A través de los distintos relatos da visibilidad a la historia de una veintena de mujeres anónimas, pero cuyas vidas pueden verse reflejadas en la de cualquier otra mujer. A destacar la personal forma con la que la autora escribe y describe, teniendo una gracia y estilo muy especial, sin utilizar demasiada parafernalia, aunque sabiendo adornar los relatos para adecuarlos a cada personaje.

Es un libro de lectura ágil, pero que te deja un poso en el interior tras leer cada una de las historias. Tampoco es un simple libro sobre mujeres para mujeres, va mucho más allá, porque su lectura es trasversal, para cualquier persona (sea cual fuere su género) y que si se tiene un pelín de sensibilidad uno acaba empatizando con sus protagonistas.

Libro recomendado: ‘Cómete el mundo y dime a qué sabe’ de Jessica GómezA nivel personal, mientras iba leyendo este libro, puedo asegurar que en diferentes momentos vi reflejados algunos detalles de la vida de un par de mujeres muy cercanas a mí que llegaron a impactarme, por lo real que me resultaron.

A destacar el desparpajo con el que Jessica Gómez ha sabido dotar a su personaje central; una portera que nos va relatando la vida y milagros de una veintena de vecinas, dándonos todo tipo de detalles sobre las mismas y de las que lo primero que sabemos es el nombre de cada una y un objeto (muy personal) que las identifica.

Este es el séptimo libro que publica Jessica Gómez, quien además es bloguera. En 2017 fue galardonada en la XI edición de los Premios XX Blogs, al Mejor Blog personal http://jessicagomezautora.com/blog/ y desde entonces también tiene su propia bitácora en esta casa, donde es autora del muy recomendable ‘Qué fue de…  todos los demás’.

 

 

‘Cómete el mundo y dime a qué sabe’ de Jessica Gómez
Editorial: HarperCollins Ibérica
ISBN: 9788418976292
https://www.harpercollinsiberica.com/products/comete-el-mundo-y-dime-a-que-sabe-1

El acertijo viral que trae de cabeza a miles de tiktokers

Días atrás publiqué en mi perfil @Curiosisimo de la red social TikTok un vídeo con un acertijo que en tan solo 24 horas se convirtió en viral, obteniendo más de un millón de visualizaciones y en el que los usuarios que comentan dan todo tipo de respuestas (algunas de lo más extrañas, divertidas o absurdas).

El acertijo viral que trae de cabeza a miles de tiktokers

En el vídeo planteo el siguiente acertijo: Un hombre nació en 1995 y murió en 1953 ¿Cómo es posible?

¿Sabes la solución? ¿serías capaz de acertar? Entra en el vídeo https://www.tiktok.com/@curiosisimo/video/7144253713958358278/ o deja un comentario con tu respuesta en este post

 

@curiosisimo

#Acertijo #AcertijoViral #reto #curiosisimo

♬ Despecha Rock Version Álvaro Parras – Álvaro Parras

 

 

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El origen de algunos términos relacionados con los ‘presidios’ (II)

A raíz del post ‘¿De dónde proviene el término ‘presidio’?’, que publiqué días atrás, me piden que comparta el origen de algunos términos relacionados con las instituciones penitenciarias. Como son bastantes, lo he hecho en un par de entregas, aquí tenéis la segunda con otra media decena.

El origen de algunos términos relacionados con los ‘presidios’ (II)

Penitenciaría:
Término que tiene que ver mucho con penal, pues proviene de la misma rama etimológica. La penitenciaría es el lugar (edificio) en el que el penitenciario (preso) debe cumplir la  pena o penitencia (condena/castigo). Esta proviene del latín paenitentia, pero su significado no es ‘castigo’ o ‘condena’, sino que alude al supuesto arrepentimiento que el reo debía mostrar tras ser condenado. Este vocablo fue ampliamente utilizado durante los siglos en los que estuvo en funcionamiento el tribunal de la Santa Inquisición y, por tal motivo, está tan relacionado con lo religioso.

Prisión:
Término con el que generalmente se conoce a un centro penitenciario o cárcel. Proviene del latín prehensio, cuyo significado literal era ‘acción de atrapar’, pues en su origen el vocablo no hacía referencia al lugar en el que se encerraba a un preso sino al hecho de atrapar un animal con algún tipo de trampa. Así figura en los primeros diccionarios en los que apareció, por ejemplo, el de Antonio de Nebrija, que data de 1495.

Talego:
Forma en la que la jerga de la germanía (lengua propia utilizada entre los delincuentes y rufianes) hacía referencia a la cárcel. No se conoce cuál es la etimología exacta del término, pero algunas fuentes apuntan a que podría provenir del significado original del vocablo talega (saco o bolsa que se lleva colgada), que procedía del árabe andalusí taliqa, ‘lo que cuelga’. El hecho de que muchos presos eran colgados de los pies (cabeza abajo) como castigo, podría haber dado origen al término jergal.

Trena:
Otro sinónimo de cárcel proveniente de la germanía, pero, en esta ocasión, no hay pista etimológica alguna sobre su origen.

Trullo:
No hay dos sin tres y esta es otra de la forma jergal de referirse a una prisión. Aquí sí que hay algunas evidencias de cuál puede ser su origen etimológico, aunque no de una manera concluyente. Por un lado, el diccionario académico indica que proviene de torculum, que es el depósito al que va a parar el líquido resultante de pisar las uvas. Otras fuentes le dan el mismo origen hacia el vocablo latino, pero haciendo referencia a un tipo de choza utilizada por los campesinos para guardar las herramientas y utensilios del campo y en el que, probablemente, encerraban los propios agricultores a aquel que pillaban robando en sus campos.

 

 

 

 

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Media docena de palabras recogidas en el diccionario de la RAE y que quizás no conocías (XX)

Soy un amante de las palabras y los palabros y continuamente ando buscando y rebuscando en el diccionario y otras publicaciones, todo tipo de términos que no sean popularmente conocidos pero que tienen algún significado relevante (o lo tuvo en el pasado, ya que también amo aquellos vocablos que se encuentran en desuso).

Media docena de palabras recogidas en el diccionario de la RAE y que quizás no conocías (XVIII)

Tengo una gran recopilación y aquí os traigo la decimoctava entrega de ‘Media docena de palabras recogidas en el diccionario de la RAE y que quizás no conocías’:

Incontinenti:

Prontamente, al instante.

Cenceño:

Dicho de una persona, de un animal e incluso de una planta: Delgado o enjuto.
Puro, sencillo, sin composición.

Albórbola:

Vocería o algazara, y especialmente aquella con que se demuestra alegría.

Castañeta:

Castañuela (instrumento musical).
Sonido que resulta de juntar la yema del dedo de en medio con la del pulgar, y hacerla resbalar con fuerza y rapidez para que choque en el pulpejo.
Pez chileno, de unos 20 cm de longitud, de color azul apizarrado por el dorso y plateado por el vientre.
Moña (lazo en la coleta de los toreros).
Reyezuelo (Pájaro común en gran parte de Europa, de nueve a diez centímetros de longitud, con las alas cortas y redondeadas y plumaje vistoso por la variedad de sus colores)

Parpusa:

Gorra de cuadros blancos y negros del traje típico madrileño masculino.

Hogaño:

En la época actual.
La época actual.
En el año presente.

 

 

 

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¿De dónde proviene el término ‘presbicia’?

A través de mi perfil @curiosisimo (en la red social TikTok), me preguntan sobre el origen del término ‘presbicia’.

¿De dónde proviene el término ‘presbicia’?

Por norma general, los seres humanos al llegar a la flanja de edad de entre los 40 y 50 años (en casos excepcionales se puede adelantar o atrasar) empezamos a padecer una curiosa anomalía ocular (que solemos achacar a tener la vista cansada) por la cual cada vez nos cuesta más poder leer un texto que se encuentra en una distancia cercana (libros y, sobre todo, las letras de instrucciones en productos) y, normalmente, no nos afecta a nuestra visión de lejos (a no ser que ya se tuviera alguna graduación de miopía) necesitando usar gafas para poder leer sin dificultad o cambiar la graduación de las que ya usábamos (hay quien usa solo esas gafas de cerca y quien se tiene que hacer unas progresivas o bifocales, dependiendo la necesidad y gusto).

Esta anomalía visual es conocida como ‘presbicia’ y el término llegó al castellano desde el francés ‘presbytie’ (de exacto significado) y este idioma lo tomó prestado del vocablo griego ‘présbys’, utilizado para hacer referencia a una persona anciana o de edad avanzada.

El término francés presbytie (como referencia al defecto óptico provocado por la edad) se acuño en la primera mitad del siglo XVII (la primera constancia escrita data del año 1626) y un siglo y medio después ya aparecía recogido en algunos tratados oftalmológicos.

El vocablo fue recogido por primera vez en el diccionario de la RAE en su edición de 1884 con la escueta acepción ‘Defecto o imperfección del présbite’ y para el término ‘présbite’ le daba el significado ‘Que ve mejor de lejos que de cerca’.

Como nota curiosa, indicar que existe también existe una patología consistente en la pérdida de oído según se van cumpliendo años y que es denominada como ‘presbiacusia’, la cual es descrita como la ‘incapacidad para oír altas frecuencias, que suele estar provocada por el envejecimiento’, formada por los vocablos ‘présbys’ (anciano) y ‘ákousis’ (audición).

 

 

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