Las primeras lágrimas de Lucky Luke y una polémica mirada hacia el animalismo y veganismo

Por Pablo Lozano es director del Festival Internacional de Cómic Europeo (en Facebook,  Twitter e Instagram) y colaborador especializado en cómic histórico en XX Siglos. Le podéis seguir en Twitter, Facebook e Instagram, y escuchar en el podcast de cómic La buhardilla de Venger.

¡Feliz Año Nuevo queridos lectores! Es obligado arrancar con estas palabras para nuestro primer artículo sobre cómic histórico de 2023.

Quiero, en primer lugar, destacar que la 28º edición del Salón del Manga de Barcelona que tuvo lugar entre el 8 y el 11 de diciembre recibió, según indica la organización, más de 163.000 visitantes. Se ha batido el récord que hasta ahora mantenía la edición de 2019 con 152.000 visitantes. Entradas agotadas y espacios a reventar de público.

Los medios de comunicación indican que la celebración del manga, el anime, el cosplay, la gastronomía y otras expresiones de la cultura japonesa han sido las grandes protagonistas. La pregunta que yo y mis compañeros del podcast La Buhardilla de Venger nos hacemos es: ¿Cuántos cómic manga se habrán vendido durante el evento?

El total de público es una auténtica pasada. Pero sabemos por experiencia y por lo que vemos en otros encuentros “manga” de la geografía española, que en este tipo de eventos desgraciadamente lo que menos le suele interesar al público es la compra de un cómic manga.

El cosplay, los bailes de K-Pop, merchandising vinculado con el anime e incluso los videojuegos suelen sepultar al que realmente debería ser el protagonista de este tipo de encuentros. Por ello estoy bastante interesado en saber las cifras de venta de manga de editoriales como Norma Editorial, Ivrea, Panini cómics… Por el momento no he encontrado ningún dato y me he propuesto hablar si es posible con las editoriales sobre esto. Me arriesgaría a decir que menos de la mitad de los 163.000 visitantes han salido con un cómic debajo del brazo. Ojalá me equivoque y tenga que retractarme de mis palabras.

Los salones del cómic y del manga cada vez son menos salones del cómic y del manga y en muchos casos les queda solamente el nombre al observar y analizar tranquilamente su contenido.

Mientras intento obtener los datos, yo seguiré con mi labor evangelizadora y vuelvo al ataque con el vaquero del Oeste más rápido que su propia sombra.

El arca de Rantaplán

Principios del mes de diciembre nos ha traído una nueva aventura de Lucky Luke. La aventura número 83 de uno de los personajes más longevos del cómic franco-belga. Si recordáis en artículos del año pasado, estuvimos comentando los dos títulos anteriores Un cowboy en París (2018) y Un cowboy entre algodones (2020). Títulos realizados por el dibujante Ached y el guionista Jul. Ached es el responsable de las aventuras del vaquero desde el año 2002 y son ya diez números los que ha sacado adelante con la ayuda también de diferentes guionistas. No olvidéis que el creador original del personaje es Morris (1923-2001).

El 21 de octubre salió el título a nivel mundial y en España hemos tenido que esperar un poquito más. Desde que Jul tomó el timón del guion con la complicidad de Achdé, hay un deseo de tratar temas delicados y políticos en cada una de sus obras: en La tierra prometida (2016) evocó la inmigración judía, y en Un cowboy entre algodones el del racismo contra los afroamericanos en los Estados Unidos. El tema del racismo ya había sido abordado, pero en términos muy generales, por Goscinny: en El Séptimo de caballería (1965) con respecto a los pueblos indígenas o la cuestión de la supuesta pureza de la raza en Los rivales de Painful Gulch (1987).

En el nuevo álbum la trama trata sobre el vegetarianismo y el sufrimiento animal en el salvaje Oeste.

El Arca de Rantanplan cuenta las aventuras de Ovyde Byrde, un ferviente protector de animales víctima de burlas y persecución en un salvaje Oeste donde se trivializa la brutalidad hacia los animales.

Tras el descubrimiento casual de oro por el perro Rantanplan, Byrde se enriquece y se transforma en un tirano que aterroriza a la región en nombre de la protección animal, imponiendo el vegetarianismo y el animalismo (movimiento de defensa de los animales como seres sintientes).

Lucky Luke, que inicialmente había defendido a Ovyde Byrde, debe restaurar la justicia entre Ovyde Byrde y los vaqueros, sin traicionar a los animales. Pero, ¿será capaz de hacerlo?

La historia, aunque nos pueda parecer sorprendente está basada en hechos reales.

Henry Bergh y la USPCA

El Estadounidense Henry Bergh (1813-1888) será uno de los nombres que aparecerá recurrentemente en esta historia.

Nació en el seno de una acaudalada familia de New York y acabó formando parte del gobierno de Abraham Lincoln, siendo enviado a la Rusia zarista como diplomático. En sus viajes por el mundo conoció y se horrorizó por el trato que recibían los animales constantemente. Una de las cosas que más le impactó fueron las corridas de toros que vio en España. Finalmente renunció a su carrera política para consagrase a defender a quienes calificó de «silenciosos servidores de la humanidad».

De esta manera Henry Berg se convirtió en el fundador de todo el movimiento de protección animal en Estados Unidos. Impactado por la brutalidad de los cocheros de New York con sus caballos decidió fundar la “Sociedad Americana de Prevención Contra la Crueldad Animal” y consagrar su vida a esta causa. De hecho, la asociación adoptó como logo un cochero maltratando a un caballo.

A lo largo de su vida se granjearía poderosos enemigos y sería ridiculizado constantemente por sus ideas. Dejó a la humanidad gran cantidad de frases que hoy en día se siguen utilizando en muchos discursos políticos como “la bondad con los animales significa bondad hacia la humanidad”.

Uno de los seguidores de Henry convirtió por la fuerza a los habitantes de una comunidad de Texas a una dieta vegetariana. Este movimiento ganó algunos seguidores, incluida la Iglesia Episcopal Protestante, pero no anuló la cultura arraigada del salvaje Oeste, donde la carne y la caza eran sagradas.

El tema puede sorprendernos en una serie como Lucky Luke. Pero, sin embargo y, como veis, se basa en un hecho histórico.

Rompiendo la imagen de Lucky Luke

Desde que se hizo cargo de escribir la serie, Jul ha seguido haciendo que el personaje de Lucky Luke sea más humano, con el fin de romper su imagen de superhéroe. Después de hacerle vomitar y ganarle una talla de cinturón, Jul hace que esta vez, por primera vez, llore Lucky Luke. Esta es una de las escenas más emocionantes del cómic y de lo más inesperada. Seguro que os dejará momentáneamente el corazón en un puño. Me parece fenomenal que los autores estén llevando al personaje hacia este tipo de situaciones.

Eso no quita que la historia esté salpicada de la aparición de personajes clásicos como los Hermanos Daltón o la famosa penitenciaria de la que constantemente se escapan. Aunque en esta ocasión los temidos Daltón no serán el enemigo a batir.

El humor sigue siendo un elemento fundamental a la hora de aliñar el personaje. Momentos muy cómicos que nos harán sonreír interiormente y que provocarán que nos fijemos con mucho detalle en bastantes viñetas desbordadas de animales.

Un cómic que pienso que, en comparación con otros mencionados anteriormente, quizás pueda disgustar o causar polémica entre vegetarianos, veganos y animalistas por el uso que hacen de estas prácticas en el cómic. Es cierto que no podemos perder de vista en ningún momento el tono cómico y caricaturesco que siempre han tenido las aventuras de Lucky Luke. Pero creo que a mucha gente no le va a sentar bien. Sería bueno saber la opinión de una de estas personas después de leer el cómic.

Creo que la moraleja al final del viaje seria: todo extremismo es malo. Aun así, Jul y el caricaturista Achdé se salen de los clichés habituales para centrarse mucho más en el discurso político. La maniobra es hábil pero no estoy seguro de que vaya envejecer tan bien como la de sus creadores originales.

Me quedo con la singular imagen final que nos deja esta historia en la que nuestro vaquero en vez de cabalgar a lomos de su fiel Jolly Jumper en esta ocasión camina a su lado como símbolo de respeto hacia un fiel compañero que lleva casi 90 aventuras con él.

Si te ha gustado esta entrada, quizá te interese…

Los comentarios están cerrados.